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lunes, 25 de enero de 2016

Transparencia salina

Manifestación frente al edificio de Promecal - Diario de Burgos
Por Ismael A. Fernández

En su segundo aniversario, ya no cabe duda de que los acontecimientos que se conocen como revuelta de Gamonal constituyen un hito de la resistencia ciudadana a las políticas de recortes, empobrecimiento y corrupción durante la crisis.  Gamonal es el referente de lucha vecinal  que junto con el 15-M, la movilización contra los desahucios y la marea por la sanidad pública forma parte de las victorias ciudadanas en el imaginario común de una renovada izquierda que ya está en las instituciones. 

Los rostros más conocidos de la conocida como Nueva Política no han perdido la oportunidad de declararse herederos, deudores o al menos agradecidos a las y los vecinos de Gamonal por su ejemplo de tenacidad.  Así, mientras Alberto Garzón se refería al movimiento vecinal como “referente claro”, el fundador dimisionario de Podemos Juan Carlos Monedero  afirmaba que “Gamonal había roto con la vieja política.”  Incluso el mismísimo Pablo Iglesias  declaraba en su visita a Burgos que “sin Gamonal, Podemos, no existiría”.  Esta unanimidad en los elogios sólo ha sido rota por el abanderado de la Nuevapolítica burgalesa: Raúl Salinero;  quien hace unos meses, en una sorprendente entrevista a Diario de Burgos, no vaciló en calificar la movilización de Gamonal de marabunta (1) y a los encausados de pardillos(2). 

Las declaraciones de Salinero produjeron asombro a propios y extraños.  ¿Por qué se dirigía en términos tan despectivos al movimiento vecinal y a los encausados de Gamonal? ¿Son los pardillos de los que habla Salinero a quienes Iglesias agradece su esfuerzo inspirador? ¿Es acaso la marabunta la protagonista ciudadana de la nueva política a la que se refiere Monedero?  ¿Ha olvidado Salinero que fue él quien promovió la resistencia contra el Bulevar?  Al calor de los acontecimientos, en una entrevista al periódico La República, Salinero no vaciló en declarar que él mismo estaba luchando “para que Gamonal fuera la chispa que arrancara la revolución social”.  Por si esto fuera poco, además afirmaba trabajar “para que los grandes medios de comunicación no demonizaran tachando de violentos y descerebrados a los vecinos de Gamonal.” Apenas dos años después era él, en Diario de Burgos, quien utilizaba términos peyorativos para referirse a los vecinos de Gamonal sin explicar el cambio de parecer.

¿Qué ha motivado el cambio?  Excluida la amnesia, caben otras posibilidades.  ¿Se trata acaso de un cambio de parecer que le alejaría de las posiciones de los líderes antes citados?  ¿Se trata de una actitud gregaria hacia Diario de Burgos? ¿O simplemente de unas declaraciones desafortunadas en un político que ya no es un novato?  En cualquier caso, no se trata de un caso menor.  Raúl Salinero aspira a ser alcalde y predica la transparencia, por eso, no debería suponer un sacrificio para él explicar realmente cómo entiende un hecho, que además de ser un referente para la Nueva Política a nivel estatal, lo es aún más para la ciudad de Burgos.  No debería olvidar que gracias a  las marabuntas y los pardillos, Salinero aún puede albergar el sueño de ser alcalde.  

Diccionario de la Real Academia de la Lengua: 
(1)Marabunta:2. f. Conjunto de gente alborotada y tumultuosa.
(2)Pardillo:
1. adj. despect. Dicho de una persona: Rústica o ignorante. 
2. adj. despect. Dicho de una persona: Incauta, que se deja estafar fácilmente.

Enlace a la entrevista de Raúl Salinero en Diario de Burgos.

Nuevos despidos en la empresa Kronospan en Burgos

La empresa Kronospan en Castañares (Burgos)
Por Comité de Empresa de Kronospan
La otra cara de KRONOSPAN
Desde el Comité de Empresa de Kronospan en Burgos queremos manifestar nuestro malestar, y denunciar públicamente la nueva vuelta de tuerca por parte de la multinacional, que el día 22 de enero nos ha comunicado la voluntad de ejecutar 6 nuevos despidos a lo largo de la jornada (Desde la adquisición de la antigua planta de Interbón en Castañares se han ejecutado más de 30 despidos, los últimos en julio de 2015), pese a los compromisos adquiridos en el momento de la adjudicación por el Juzgado de lo Mercantil, a los que se suman un gran número de bajas voluntarias debido a la gran presión ejercida por parte de la Multinacional sobre los trabajadores.

Consideramos que de ésta forma se penaliza a los trabajadores por las pérdidas generadas a causa de lo que, opinamos, es una mala planificación de las inversiones.
Tampoco se tienen en cuenta los grandes esfuerzos de la plantilla, que aceptó una bajada salarial media del 12%, así como un aumento de su jornada laboral anual de 7 días en aras de ayudar a la implantación de la multinacional en Burgos. Igualmente, vemos demagógico y engañoso calificar los despidos como motivados por causas técnicas y económicas, mientras la empresa fomenta las horas extraordinarias, siendo sobrepasado con creces el tope máximo legal por trabajador desde el inicio de la actividad.
Del mismo modo, reclamamos a las Administraciones Públicas mayor implicación con la plantilla de trabajadores, instándolas a que se exijan garantías encaminadas al mantenimiento del empleo a cambio del apoyo y los esfuerzos pagados con dinero público (Exenciones de impuestos por parte del Ayuntamiento de Burgos, permisos de obras, compromisos de creación de infraestructuras, y apoyo en eventos empresariales por parte de la Junta de Castilla y León, como hemos podido ver todos publicitados en los medios de comunicación locales).


Relacionado:
Video ( julio 2011)

Las redes del PP: Gürtell, Bárcenas, AcuaMed...

Tomarse España en serio
Por Juan Vallejo


La Mafia del agua, AcuaMed, la de la Gurtel, la de Génova con Bárcenas, Rajoy y Rato, amén de los Cañete, y demás bestias depredadoras del Gobierno (quema el teléfono del parlamentario europeo, venido de urgencia a Madrid, el ministro con más dinero y propiedades del gobierno, responsable hasta ayer de Agricultura, padrino de Isabel Tejerina, su sustituta en Agricultura para arreglar este nuevo escándalo de acuaMed ). 


Las gigantescas mordidas y despilfarros de Gallardón, la Botella y toda la excrementicia pléyade de mangantes inspirada por la Barberá y los clanes criminales de Palma de Mallorca, Valencia y esos que usted mismo, en este instante, está pensando: sí, los Méndez Pozo, Fernando Gómez y concejales sátrapas del Ayuntamiento de Burgos, a los cuales, bufones como Cristino y compañía, alentaron la corrupción de uno de los concejos más vergonzosos de España. Y cientos de ayuntamientos de esta naturaleza. 

El IVAM valenciano, su responsable de arte, una vividora con el marido en la cárcel por corrupción, que ha hinchado los precios de la obra de pintores afines al régimen de la Barberá y el preso Fabra. Ahora en el juzgado por malversación, prevaricación y despilfarro. Sus cenas y hoteles están entre los mejores del mundo. 

No hay más que verla. Qué vergüenza! Las obras de Gerardo Rueda, pintor que según Aznar es el único que hay en España, compradas a precios impresionantes. Y otro colegas cuyos cuadros apenas si valen dos mil euros adquiridos en treinta mil. 

Como los desastres de la Ciudad de las Artes y su escandalosa construcción, cuyo arquitecto está apestado en Suiza, millonario, eso sí, después de haber asolado y deconstruido puentes y palacios, e instalado el feísmo y el peligro en Bilbao y en Venecia, (el puente sobre el Gran Canal, que he cruzado centenares de veces para tomar el tren al Veneto, es una trampa saducea en la cual he tropezado en numerosas ocasiones entre el cristal, el cemento y el laberinto de sus rampas y escalones).

Ahí están las facturas. Como lo están las del concejal de Cultura de Burgos que ha obrado con prevaricación al conceder, año tras año, la sala del Arco de Santamaría al pintor del Río, año tras año para montar su tienda de cuadros. Ambas cosas prohibidas por el Reglamento de salas de exposiciones. 

De este modo se despreciaba la obra de tantos jóvenes creadores burgaleses que se han marchado en busca de cielos más propicios. Sin un lugar donde colgar su obra en tanto que la de un palanganero bufón usurpaba el espacio merecido por los paisanos artistas. 

Las denigrantes facturas duplicadas de sus viajes a costa de nuestros impuestos. Este es el reflejo de cómo obra esta banda fascistoide, seudocultural, la cual cuenta con los periódicos infectos del Méndez Pozo y otros de igual signo, azuzadas y aplaudidas por emisoras ultraderechistas como Intereconomía, Cope, y sus satélites involucionistas. 

Sí, todos estos clanes que ahora van a dar la cabezada ante este infausto rey, son el cáncer de España. Estos y los periódicos, periodistas y plumillas al uso, como los del grupo Promecal: la Cernuda, por ejemplo; los de Intereconomía; el "siciliano" Jiménez Losantos que ayer blandía la recortada en cuanto veía u oía hablar de Podemos, rastras y melenas, mochilas y decencias de jóvenes inspiradores de la limpieza, de la libertad, de la democracia usurpada y rota de estos canallas que han dejado este país en la caverna acrisolada por un franquismo asesino. 

Los que trincan de la pasta del erario público para mantener sus panfletos y emisoras falaces, vendidas. Se les acaba el momio y están que trinan. Arden las redes ante propuestas como las de Pablo Iglesias. Las alfombras de los ministerios están con el zotal a tope y los cajones de la mangancia en la incineradora.

Con qué vergüenza irá este Presidente del Gobierno a ver al Rey. Con la hipocresía de un partido infecto y maloliente, con la última pestilencia del ministerio de Agricultura y el número dos de la vicepresidenta en el laboratorio de la mafia peperiana, Federico Ramos de Armas, implicado en la urdimbre de otra banda que, desde 2012 inflaron presupuestos para constructoras como FCC de dudosa moralidad; dimitido ya. 

AcuaMed, con treinta y cinco investigados huele a aguas sulfurosas. Le dirá que él es el idóneo para seguir echando a los desahuciados, precarios, rotos y arruinados seres que mendigan y se suicidan, que hunden su desazón en hogares sin calor, sin pan. 

Esta canalla peperiana, no es otra cosa que la perenne peste del fascismo que nos sacude desde los Fraga, Franco, Aznar y demás ralea. Por eso les siguen votando, porque la corrupción omnímoda desde el franquismo, abarca a familias sin fin, a sinecuras sin término. 
En efecto: la juez Rosa Freire, ha citado a declarar al partido de Rajoy, investigado por la destrucción de los ordenadores de Bárcenas. Tienen el honor de ser el primer partido, la primera formación política, de ser imputada tras la reforma del Código Penal.
Mientras esto acaece, el Presidente Rajoy se retira de la escena. Declina el encargo de formar Gobierno. Su actitud responde al pánico exacerbado que siente como aliento del diablo, a recibir en el Congreso la cascada de hechos, imputaciones, latrocinios y corrupción de su partido. Esta cobardía, es el reflejo de su no acción como Presidente de un Gobierno desdichado que ha abocado a la nación española al más dañino e infausto de los abismos. Sus patrañas, mentiras y complicidades en el saqueo de España, nos han llevado a ser la democracia mas miserable de Europa como tantas veces he escrito en este medio. 

Repugna ver a este personaje todavía pidiendo prorroga cuando debería irse a preparar su defensa ante lo que se le avecina: una catarata de denuncias y comparecencias por el destrozo de un país al que ha abocado al sufrimiento y la miseria. Ustedes se preguntarán conmigo si esto es lo que nos merecemos. No estoy seguro. Sí lo estoy de que esto es lo que se nos asemeja.

Cientos de ministerios desde entonces han fraguado esta epidemia, este latrocinio. Ha esparcido esta dictadura disfrazada de democracia un interminable secuestro de la dignidad del obrero. Por eso es el partido más votado, porque desde el clero, hasta los nietos, hijos y familiares de los que han robado desde tiempo inmemorial, siguen haciéndolo. ¿Cómo van a dejar escapar esta bicoca? Una red interminable que maquina, prende y roba el sudor del obrero hasta despojarle de su salario. 

Esto ha constituido norma, callo y razón, como una normalidad imprescindible que contamina hasta límites insospechados a las gentes sanas, haciéndoles "ver" que es bueno lo que ocurre. Por eso parece bueno a tantos esta inmundicia, porque están inmersos en ella y no vislumbran lo perdidos que se hallan. "Es nuestro deber echarlos cuanto antes, aunque haya que pactar con el diablo".

Me duele, no saben ustedes cómo, contemplar el desprecio de la Memoria Histórica. De los centenares, miles de familiares y asociaciones que buscan, exhuman, trabajan por recobrar a los que son semilla de la democracia que estos han aniquilado. Nadie les menciona. Desahuciados de sus programas. 

El otro día, en el Ateneo de Madrid, en las reuniones que mantengo semanalmente con los expresos republicanos del Penal de Burgos, me encontré con Carolina Bescansa. Ya no nos echan, le dije. No lo van a conseguir jamás, me responde. Hay que seguir en la lucha, continúa. La han perdonado la vida por llevar al bebé a un hemiciclo cuya toba hiede en los sitiales que han ocupado las señorías de refajo áureo, tipo Santamaría, Celia Villalobos o Ana Mato, pongo por caso, exquisitamente desinfectadas y con las alforjas de cuero satinado, de un Jaguar que aparca en su estrado sin verle ni tocarle, mientras las leyes se forjan jugando con el iPad, insultando al pueblo en un descaro farfullero y mendaz. 

Con nóminas blindadas de eternos sueldos; eso sí, con sus piojos amaestrados en los trapecios de los confesionarios en donde vierten sus coyundas y cazcarria. Quitaron las ayudas al Ateneo, al Círculo de Bellas Artes, a todo lo que inspira cultura. A punto han estado de conseguir la desaparición de estos foros. Pero no lo han conseguido. 

Es la norma del fascismo: destruir la cultura. Por eso fusilaron ayer a los maestros. Podemos, Carmena, comunistas; algún socialista que otro, estamos en ello, en la lucha, en echarlos al mar. 

También los medios como este, que a pesar de trabajar en lugares hostiles a la libertad, como Burgos, permanecen en la profesionalidad de un periodismo digno y valiente. Recuerden: el Partido Popular excretará nuevas y sorprendentes podredumbres estos días, antes del nuevo Gobierno. Sus arcas están rebosantes de mierda. Apesta el ambiente. El hedor aquí en Madrid es notable. Socios del partido no perdonan y pregonarán las defecaciones de estos indeseables.

Estos días he estado con los compañeros de lucha de Gamonal, en el CSR, en la calle manifestándonos. Conmemorando dos años de lucha contra un poder miserable emanado del Ayuntamiento de los Lacalle, Aparicio, Peña y demás politicastros. Gamonal es el matraz de España en donde se nutre la rebeldía contra los ayuntamientos y caciques de un país hundido en la más grande corrupción que jamás hayamos conocido y estudiado. 

He comprendido más si cabe, que la contumacia y la lucha nos harán más libres, mas dignos de pertenecer a Gamonal, a una cultura libre de peajes y sinecuras como las que suele el IMC y su indecente responsable. Todavía están encausados los héroes de aquellas luchas del 2014. La venganza del alcalde Lacalle sigue impertérrita. Compañeros de Madrid, del País Vasco, de Sevilla nos han mostrado cómo la Ley Mordaza sigue su aniquiladora singladura contra las libertades, como combatirla, como se inspiran en los luchadores de Gamonal. 

Alfon en nuestro entrañable recuerdo padeciendo la injusticia de un gobierno mendaz, represor. A pesar de todo, Lacalle y su cinismo se presentan ante las calderas de titos de Gamonal, a la vera de la cofradía de san Antón, y su botafumeiro Fernando Gómez, y el exalcalde Peña: defenestrado concejal muñidor del mayor latrocinio al patrimonio burgalés de la mano del Jefe, del ex-delincuente Méndez Pozo. 
Títeres impresentables que utilizan ancestrales cofradías para lavar su imagen denigrada, despreciable. A quién engañan? A muchos, sí. Así es el escenario nacional: una caterva de actores con la máscara de la decencia trasluciendo su antonomasia de soberbia y corrupción. Mas están aquí los del cambio, los de la transformación potente; limpios, sin la suciedad de estos destructores de la serenidad, de la dignidad, de la salud, del bienestar que tanto sudor costó lograr.

Se funde inexorablemente este país en la fragua de Miguel de Cervantes con la fisicidad de don Quijote, deambulando entre las estrellas que habitan nuestros héroes de la epopeya. Insinuándonos que hay caballeros aguerridos capaces de metamorfosear los elementos más rudimentarios, elevarlos a la categoría de imprescindibles aperos con los que trabajar una democracia hermosa, fresca, limpia de odres vinagrientos, empezados, cuya anatomía bien se asemejara a henchidos glotones, ahítos de codicia. 

Todavía capaces de amedrentar los sueños, la realidad. Sí, la de una sociedad ahuciada, en la cual enraizar una vida libre de esta pesadilla que se ha llevado por delante generaciones de honestos seres de los que hemos aprendido a ser imprescindibles en el amor, en la libertad. 

Esa generosía que nos enseñaron nuestros antepasados por la que aprendimos solidaridad y ternura. La misma del compañerismo y la cosmovisión que instalaron en nuestro magín, los inolvidables maestros, don Godofredo, don Luis y don José Bernal Sedano, en las escuelas públicas de Gamonal por los años cincuenta. Escuelas, de cuyas pizarras se liberaban del pizarrín, de las tizas de colores, las figuras de los enseres y ajuares, armas y artilugios que reproducían los quijotes escolares, en tanto que los Junkers de Villafría con las cruces gamadas en su anatomía, tronando sus hélices a diario por las cristaleras de las aulas, amenazaban desde sus plateados esqueletos de hojadelata ondulada una reverberación que ocupaba nuestros sueños infantiles, los cuales no conseguimos disfrazar hasta bien entrados los setenta. 
Como un espejo que vuelve, como titulara el grandioso Alain Robbe-Grillet una de sus novelas en 1985 ( guardo con sumo cuidado su dedicatoria del año 2004 en este libro: " Pour Juan Vallejo, mon ami "). Inolvidable la amistad del paladín de la Nouveau Roman, consagrado por Roland Barthes como el "novelista objetivo". El gran colaborador, guionista y cineasta de Alain Resnais. De él aprendí, que, todavía, nos falta una primavera.

Este artículo está dedicado a todos los compañeros de lucha por un Gamonal libre de caciques, de corruptos. 
A todos los anónimos que desde sus casas asistieron con su aliento a los que se jugaron la libertad y el físico en una lucha de calle: ejemplo de cómo las cosas se pueden cambiar a pesar de las pistolas y las leyes represoras, de los alcaldes dictadores y constructores codiciosos. 
Ancianos que compartieron su calor y sus besos con muchas de las compañeras y compañeros que supieron, contumazmente, alentarnos en esto de la libertad.


domingo, 24 de enero de 2016

Abdelá Taia: Un lugar para vivir

Por Juan Argelina

La urgencia de la reivindicación; la necesidad de desnudar las emociones; la denuncia constante de los efectos de la provocación, la humillación, el silencio, la injusticia, la represión, la ignorancia y la miseria; el recuerdo del origen; la severidad de la palabra; el dolor del no-ser y la angustia del sacrificio por los pedazos de amor escondidos en la oscuridad de los deseos reprimidos; y, sobre todo, la presencia constante de la muerte en la huida, el exilio, el olvido, la anulación del yo, de un yo arcaico, casi pre-natal, sostenido por recuerdos sublimados de un femenino cargado de resistencia, frente a un masculino, cuya potencia se ha reducido a la nada, víctima de su propia soberbia. 

Todo esto constituyó el río del discurso de Abdelá Taia sobre su literatura en la presentación de la edición en español de su libro "Infieles" en la Casa Árabe de Madrid, a la espera de su última obra, "Un Pays pour mourir" (ed. du Seuil):
"En Marruecos no necesitamos matar al padre, porque ya está muerto. La dictadura de Hassán II se encargó de anular todo tipo de disidencia. Ahora, cada gesto cotidiano de las mujeres es un pequeño acto revolucionario. Porque son ellas las que lo sostienen todo, las que discuten, las que se enfrentan, las que dirigen la vida diaria, las únicas que gritan..." Por eso, tanto "Infieles", como "Mi Marruecos" (2009) están dedicados a su madre, esa mujer transmisora de ternura, en un país en el que, como el propio autor afirma, "se tiene miedo al amor", un país anclado en una sempiterna necesidad de supervivencia:

"Mi madre temía por mi cuerpo y por mi alma, por mi salvación: "Te parí, te eduqué, te hice crecer, te alimenté, te amé a mi manera, te enseñé a andar, a hablar, a comer: cuando caíste enfermo, siempre estuve a tu lado, te lo di todo... Y así es como me lo pagas... mi niño se va lejos de mí, sin compadecerse de su queridísima madre, sin contemplaciones, sin respeto, y ¿adónde?, con los infieles, a las tierras de esos que no creen en nada... es duro, es durísimo... ¡Oh, Dios mío!"

Lo confieso: a veces, escuchando sus argumentos, estuve a punto de dejarlo todo y aceptar el destino que me reservaba, a punto de caer en sus redes. En ciertas cosas, tenía toda la razón.  Lo que se le olvidaba es que me había llevado ella a la escuela, me había empujado a estudiar, me había abierto los ojos al mundo de la cultura, un mundo que ella no conocía y que la superaba, un mundo que fascinaba a su hijo, que pesaba más en su corazón que ella misma. La lucha era desigual..." (Mi Marruecos)

La madre es el vínculo con la tradición, el primer contacto físico del cariño, la protección frente al desorden exterior. Un aprendizaje en el afecto, al tiempo que una cadena que hay que romper. Taia comprende y expresa el dolor que supone la metáfora de todo su Marruecos despidiéndose de él en un viaje destino a Europa.  Una Europa querida y odiada a partes iguales. Una antigua metrópoli aún poderosa que maneja los hilos de la cultura dominante expresada en una lengua extraña: "Odio el francés. Estoy obligado a expresarme en él, pero pienso en árabe".  La atracción por la libertad de pensamiento y la literatura occidental no hacen olvidar al joven marroquí sus orígenes, la esencia de una cultura soterrada por décadas de colonialismo; y regresa, una y otra vez, a esa madre, no castradora, no represiva, como podríamos pensar desde nuestra óptica europea (hace falta hacer un fuerte ejercicio de empatía para reconocer este hecho), sino transmisora de una cultura no escrita, de un valor y una resistencia, que el padre ha sido incapaz de comunicar, para, años más tarde, reflejar la tristeza y el dolor de su soledad en "Infieles".  Porque esa madre es todas las mujeres, y ese hijo representa la continuación de su lucha. La madre, convertida en prostituta, sufre en sus carnes la incomprensión del mundo, cargando con su insatisfacción perpetua. El hijo quiere convertirse en su compañero, en su hermano. El baño del hammam le convertirá en hombre y los papeles se invertirán:
"A lo mejor tenía que ir yo solo esta vez al hamman. Solo y por última vez.
Soy mayor.
Diez años, es mayor, ¿no?
¿Qué opinas?
¿Quieres saber lo que sucedía dentro, con esos hombres, antes de llegar a casa a comer el cuscús?
¿Quieres entrar conmigo esta vez?
¿Te lo cuento todo?
¿Lo sabes ya todo de los hombres?
Lo dudo, mamá, lo dudo.
Déjame. Déjame ir solo. Todos los hombres se han ido. Han desaparecido de este mundo, de esta noche sin fronteras. Han dejado de existir aquí, para tí, para mí. Tiro la toalla, mamá.
Venga, vete, vuelve a casa. Duérmete. Olvídate. Y espérame. Volveré pronto, más fuerte, más listo. Dejaré de ser tu hijo. Seré tu hermano, tu hermano pequeño...

... Voy a entrar solo a ese Haman. Por primera vez. Voy a desnudarme. A quitármelo todo. Estaré desnudo. Desnudo. DESNUDO. Estaré solo y desnudo. En la sala de en medio me rascaré solo la espalda. Me ennegreceré solo el cuerpo con el jabón tradicional. Y esperaré que el Ángel sin religión venga a limpiarme, a insuflarme un nuevo soplo. A rebautizarme. Por última vez me quitaré la suciedad del cuerpo. La piel muerta. Los olores que te ponen mala desde hace un año. Las uñas me crecen demasiado deprisa. Sin champú me echaré agua muy caliente una y otra vez por la cabeza. No tendré miedo. Esconderé en lo más profundo de mí mismo los temblores. Los ahogaré. A partir de ahora resultaría indecente dejarme llevar por mis temores, por esas imágenes horribles que me vienen a la mente. Pronto me saldrán pelos en el cuerpo. Cortos. Y enseguida largos. Conozco el proceso. Sé lo rápido que va a ir todo. Los pelos nos adentrarán en una nueva etapa, una nueva era, mamá...

... Se acabó.
Tengo edad de ser un hombre.
Debo hablar. Negociar. Trapichear. Enredarlos. Engañarlos. Desviar su atención. Robarles. Mamársela, si llega el caso. O proponerles mi culo si hace falta. Esconder mi pureza, Dios mío. Callar nuestros lazos secretos. Quién eres, quién soy. Nuestro camino en la sombra. Nuestro proyecto. El viaje nocturno.
Voy a hacer todo eso, mamá.
A partir de ahora yo soy el hombre.
Tengo un sexo de hombre. Se revela. Avanza. Ya no tiene miedo."

Y el hijo toma conciencia de sí mismo a través de la experiencia de la madre, a su vez transmitida por la suya, en un acto casi religioso, cuya grandiosidad radica en ese secreto fundamental: la sexualidad como instrumento de autoconocimiento y llave de libertad. Las palabras de la abuela a la madre son reveladoras: "Las mujeres son crueles. Lo sé. Demasiado bien lo sé. Nunca les he gustado. Les he ayudado tantas y tantas veces. Siempre me han dado la espalda, me han ninguneado, hasta me han insultado. No tiene importancia. Es así. Tú, tú serás libre. Estarás por encima de ellas. Serás como yo. Yo. Introductora. La Introductora. Maldita. Y siempre solicitada." Y esa libertad, unida a la reivindicación de sí mismo, se traduce en conciencia política a su vez. 

El poder castrador, aquí, se concentra en el Gran Padre de la patria, Hassan II, que conduce a la muerte a los hombres en la empresa de ocupación del Sahara occidental, y que desgarra la esperanza en construir una sociedad más justa, más humana.  Nuestro protagonista entiende la relación política entre la liberación por los afectos y su propio sacrificio.  El amor del soldado que marcha hacia la muerte contra el Polisario y traiciona al Gran Padre, así como la tortura a que se ve sometida su propia madre, se relacionan con modelos cinematográficos, que potencian la carga surrealista a la vez que emotiva de una realidad salvaje, que al final desemboca en un mágico encuentro con la imagen icónica que el niño siempre asoció con su madre: una Marilyn Monroe, que en Río sin Retorno, era una heroína ante toda adversidad, ahora en un increíble monólogo, narra la realidad de una vida marcada por la pérdida de su condición humana. 

Convertidos en fantasmas, los protagonistas entran en su verdadero ser, en una dimensión donde no existe la vergüenza y en la que el corazón se libera. En el reflejo de esa liberación las palabras de Marilyn, o de Norma Jean Baker, son inductoras de un mensaje políticamente perturbador, en lo que al origen de todo conflicto se refiere: "Soy humana. Extraterrestre. Estoy en todas partes y en ninguna. Soy hombre. Mujer. Ni lo uno ni lo otro. Más allá de todas las fronteras. De todas las lenguas. ¿Veis? Soy como vosotros. En la desdicha y en el poder. Divina y huérfana. Estoy hecha de la misma pasta que vosotros. Estoy en vosotros. En cada cuerpo. Cada noche. En cada sueño".

El texto de Abdelá Taia refleja amargura y una profunda reflexión sobre la condición humana, más allá de su religión y su identidad. La fuerza para resistir la negación de nuestras raíces, que son ante todo afectivas y comprensivas hacia el desarrollo de nuestro cuerpo y la forma de entender las relaciones humanas, marca el sentido de una historia que va más allá del Islam o de la situación del Marruecos actual.  Es, sobre todo, una reivindicación de lo humano en toda su diversidad, incluso más allá de la homosexualidad de su autor, que se encargó de expresar en múltiples ocasiones durante la conferencia. 

Sin duda, Marruecos necesita esta valiente posición, en unas circunstancias difíciles por culpa de la represión oficial. El mismo Taia se encargó de confirmarlo: "Soy un escritor tolerado por ser un autor publicado y vivir en Francia. El francés me protege. He dado conferencias en diversos lugares de Marruecos, y aún me siento cohibido. En una ocasión, una psiquiatra me interrumpió, y me preguntó: "¿Por qué no deja ya de hablar de homosexualidad? ¿No cree que ya es suficiente? Hable de otros temas". Ante lo cual me quedé sin palabras. Regresaron a mi mente todos los insultos, vejaciones, humillaciones y malos tratos recibidos por mi condición homosexual, y me quedé en blanco. No pude responder".  Es como si enfrentásemos a la víctima con su torturador, y, acto seguido, esperásemos que nada de aquello hubiera tenido importancia, ya que no entraba dentro de lo raro o extraño. La sociedad ha normalizado histórica y culturalmente la represión sexual con tal fuerza que hemos internalizado la sumisión y el miedo, y de pronto se exige a las víctimas que se integren sin conflicto en el engranaje cotidiano, olvidando el pasado.  Pero, por desgracia, esto no es posible. El artículo 489 del Código Penal marroquí prevé penas de seis meses a tres años de cárcel y multas de 11 a 110 euros para los homosexuales. 

La policía efectúa redadas: una de las más sonadas ocurrió en junio de 2004, en Tetuán, donde fueron detenidas 43 personas que celebraban un cumpleaños. Y en 2006, unos 400 islamistas irrumpieron en la Universidad de Fez, donde secuestraron a un estudiante que se declaraba abiertamente homosexual, y le sometieron a un juicio vejatorio, condenándole a abandonar la residencia universitaria en la que se alojaba y entrar a la Universidad únicamente por una puerta trasera y permanecer escoltado en su  más profundo interior, sin los habituales tapujos.
Taia fue el primer escritor marroquí en reconocerse abiertamente gay.  La prensa francófona, independiente u oficialista, menciona su orientación sexual de forma aséptica, y los órganos islamistas la ignoran. "Incluso he sido invitado a la televisión, aunque no me han preguntado por el tema. En Europa es más fácil. En Marruecos se nos inculca el temor a ser mal visto, a tener vergüenza. Todo se hace a escondidas. Estamos cansados de disimular"

EPILOGO por Eduardo Nabal

“Casa Árabe” es un admirable ejemplo de difusión de las culturas de la zona que alcanza desde Marruecos a otros lugares de África o el sur de la Europa mediterránea, lugares que han sido definidos dentro un espectro cultural a la vez variado e interconectado, de dificil desarrollo y por unos rasgos comunes, además de constituir un privilegiado lugar de encuentro internacional  sin parangón en el estado español.. Países de África y el Magreb tienen su lugar y su vehículo de expresión en este edificio situado en Madrid y dotado de diversas salas,  filmoteca y biblioteca, lugares que peligran por los recortes del partido popular y esperemos que pronto se vean subsanados o revitalizados. 

“Casa Árabe” estrenó el primer filme de Abdelá Taia “L’armée su salut” una personal adaptación de su propia novela en la que el autor, con claves autobiográficas, despoja a la historia de gran parte de las palabras del libro en favor de un estilo cinematográfico mus puro y cristalino, áspero  y compacto si se quiere, hecho de imágenes sugerentes, encuentros fortuitos y enfrentamientos del joven Abdelá con su madre  y su padre.  Es la historia de la ruptura con un mundo patriarcal para dedicarse, una vez instalado en Francia, a la literatura y el cine, así como a la defensa del colectivo LGTB magrebí del que forma parte. También lucha porque la cultura se aleje de los mercaderes y recupere su conexión con el pueblo, ese pueblo al que mira con nostalgia y desconfianza. 

Sus encuentros sexuales con su tío, su soledad, lo explícito y lo elíptico, está filmados con un admirable uso del silencio y el fuera de campo y su mirada privilegia el drama interior, el exilio que se está gestando en un ser que descubre su diferencia íntima y a la vez su posición en el clan en el que ha nacido. Con una admirable paleta cromática de Agnes Varda (que cuida la sobria paleta cromática que recorre el periplo del protagonista de niño a joven) “L’armée du salut” es un impresionante debut en la gran pantalla de un escritor siempre sugerente pero, en algunas ocasiones,  nada accesible debido a sus atrevidas construcciones lingüísticas que reflejan novelas de la talla de “Infieles” o “Una melancolía árabe”. 
La editorial Cabaret Voltaire nos trae la obra de este joven iconoclasta admirador de Gómez Arcos, Cervantes, Almodóvar y Mohamed Chukri.


Gran éxito en el estreno de la obra "La estrategia del caracol" en Gamonal

Escenas de la obra "La estrategia del caracol"

Por Burgos Dijital

El salón de actos de la Casa de Cultura de Gamonal quedó completamente lleno la tarde del viernes 22 de enero, para ver el estreno de la obra "La estrategia del caracol" interpretada por "Sin Trastos", un conjunto de actores y actrices que tras varios días de ensayo llevaban al teatro la película colombiana con el mismo título  dirigida por Sergio Cabrera en 1993 con el guión de Humberto Dorado.



Esta obra cómico-dramática expresa las dificultades de las familias con bajos ingresos en un ambiente de especulación y acoso inmobiliario.
La adaptación de la película ha sido realizada por el escritor burgalés Rubén de la Peña, introduciendo algunos cambios y haciendo el desarrollo de la misma en calles de la ciudad de Burgos.
Cuando Burgos Dijital entrevistó a la directora y responsable del proyecto, Paloma F. Yllana, que actúa dentro de la obra junto a otros 11 compañeros de reparto, así respondió a la pregunta sobre las previsiones de la obra a corto y a largo plazo:

A corto plazo, vamos a realizar una representación en el CSR de Gamonal y  otra para la PAH. Ahora, como “teatrera”, me gustaría participar en el festival de teatro de Burgos que organiza “La Parrala” en primavera y me encantaría que fuera al Concurso Provincial de Teatro Amateur.













sábado, 23 de enero de 2016

La chica danesa


Por Eduardo Nabal

LA CHICA DANESA
Director: Tom Hooper
Guión: Lucinda Coxon (Novela: David Ebershoff)
Interpretes: Eddie Redmayne, Alicia Vikander, Amber Heard, Ben Whishaw, Matthias
Schoenaerts



La animadversión de buena parte de la crítica al uso hacia un filme tan conseguido como “La chica danesa” subraya que, aún hoy, nos está contando algo novedoso importante o reivindicativo. 
"También le han dado la espalda los cinéfilos jóvenes todavía algo perdidos en el lenguaje heteropatriarcal de sus amos".

Basada en la historia de Lili Elber y en la novela que escribió David Ebershoff (editada hace años por Anagrama y hoy descatalogada) sobre la historia verídica de la primera transexual conocida de la historia europea, “La chica danesa” es una valiente y exquisita producción dirigida por el realizador británico Tom Hooper (“El discurso del Rey”). 

Con una cuidada ambientación de época, Hooper nos introduce en un tormentoso matrimonio de pintores de clase media alta que se romperá en parte cuando el joven Einar descubra definitivamente que se siente mujer y empiece a vestirse como tal provocando tormentas dentro y fuera de sí mismo, cuando empiece a dejarse ver en público con su nuevo atuendo y en plena trans-formación. 

Siempre atenta a los detalles, elegante y pictórica destaca la versatilidad del siempre impresionante Eddie Redmayne (“Savage grace”), nominado al Oscar al mejor actor de este año, al que acompaña una esforzada y voluntariosa Alicia Wikander, como su voluntariosa esposa, y un punto de reivindicación mezclado con la sensibilidad y la atención a los pequeños giros, que sin excluir el humor y la ironía, hacen de este drama de costumbres y equívocos una pieza de cámara de primer orden. 

Estamos, pues, ante la mejor película hasta la fecha del director que, sin grandes discursos, nos trasmite la angustia, la tensión y también los momentos de placer, sensualidad y descubrimiento de unos personajes en un telón de fondo elegante y un mundo refinado pero no exento de trampas para los que luchan por vivir abiertamente la diferencia en una sociedad de moldes rígidos. 
Un microcosmos donde la bohemia no implica una verdadera apertura en las mentalidades de gentes que pueblan los salones de pintura y las galerías de arte. Ni tampoco en las instituciones médicas de la época todavía reticentes al cambio, condenado a la gente trans al manicomio o a las primeras operaciones poco o nada seguras.
A pesar de sus dos horas de duración disfrutamos de un film visualmente brillante, psicológicamente complejo, históricamente decisivo y narrativamente sólido.