Foto de archivo - Ciudad de Burgos |
Y la
ocasión se presentó de pleno hace unos meses entre los muros poéticos de
nuestra ciudad. Fue con ocasión del tan prestigioso premio de poesía Ciudad de
Burgos, cuando dos de nuestros poetas, Pedro Olaya y Ricardo Ruíz, denunciaron
indignados la falta de ética del jurado, presidido por el granadino Luis García
Montero, quien haciendo caso omiso de la preselección realizada por los dos
poetas burgaleses, encargados de este laborioso menester, quiso premiar un
poemario de escasa calidad del granadino Daniel Rodríguez Moya, rescatándolo
así del mar de los eliminados.
El
escándalo se hizo eco, primero en los medios de comunicación locales, y más
tarde en numerosos periódicos y revistas nacionales, entre ellas la revista
literaria El Cultural. Voces, como la
de Felix Maraña del suplemento del Grupo Correo, que apoyan con sus gritos de
indignación la protesta inicial de los poetas burgaleses y que ponen en entre
dicho la credibilidad de los certámenes literarios, se pronuncian en contra del
deterioro fraudulento y mezquino de dichos certámenes.
Luis
García Montero se había defendido diciendo que “es la práctica establecida en
la mayoría de concursos literarios”, por lo que muchos de sus compañeros de
profesión no han cesado de calificar de maniobra manipuladora el discurso
ofensivo del poeta granadino (como el ganador (¡!)). La editorial Visor, líder
de ventas de poesía en el país, está detrás del fiasco del premio burgalés, y
por el momento milita en las filas de García Montero. Pero existe una
plataforma de casi cien poetas que se ha puesto manos a la obra para elaborar
una carta incendiaria que denuncie la práctica mafiosa de la editorial y de
García Montero.
En
cuanto al IMC de Burgos, no tiene ninguna intención de cancelar su relación con
la editorial Visor para la próxima edición del premio de poesía de la ciudad.
Al contrario, se está planteando la posibilidad de cambiar alguna base de la
convocatoria para redefinir la labor de los preseleccionadores.
Por
mi parte, sólo quiero unirme al centenar de poetas en su denuncia para condenar
rotundamente esas supuestas “prácticas establecidas en la mayoría de concursos
literarios”, abogando por la limpieza en la elección, o selección, de los
versos más bellos en dichos concursos.
Esther Ortega Núñez
otra vista .... y con chimenea
ResponderEliminarexcelente foto.
EliminarEs cierto, la mayoría (por no decir todos) de los concursos están amañados. Es una verdadera lástima, pues el objetivo de los mismos debería ser el descubrir el talento, así sea entre los nuevos, o entre los viejos escritores.
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