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viernes, 14 de marzo de 2014

Lucha de clases y represión en Burgos



Foto de archivo : Manifestación en Burgos   15M  2011

Por Víctor Atobas

En el siguiente artículo analizaremos la relación entre la lucha de clases que tiene lugar en Burgos, tomando como modelo el movimiento de Gamonal, con la represión política y social que imbuye las relaciones de la ciudad.

Burgos es una ciudad enraizada en el escabroso y autoritario legado franquista, lo que denominaríamos franquismo sociológico, con que suponemos también una escasa cultura política de la clase obrera, desorganizada y presa de contradicciones originadas, en numerosas ocasiones, por su propia condición de pequeña propietaria de tierras en el mundo rural, cuya propiedad habrían heredado de la generación anterior a la industrialización de la ciudad, al éxodo desde los pueblos.

Cuando nos referimos a franquismo sociológico hablamos, por una parte, de un modo autoritario en las relaciones sociales (y políticas) que se establecen no sólo en la lucha de clases sino también en el interior de una masa desorganizada que sólo ha demostrado involucrarse activamente cuando un movimiento social, como las luchas vecinales de Gamonal, se ha lanzado con todas las fuerzas a conseguir un objetivo concreto, vinculado a demandas obreras como empleo y servicios públicos, a la identidad de un barrio perfectamente capaz de auto- gestionarse. 

Así mismo, nos referimos al propio funcionamiento de las oligarquías económicas, estrechamente ligadas al resto de aparatos ideológicos, que habiéndose desarrollado durante el franquismo, aún cuentan con los mismos núcleos, esto es, las mismas familias “de posibles”, cuyas redes empresariales se expanden configurando la agenda política.

La derecha se ha nutrido del modelo de familia tradicional impulsado por la Iglesia, apoyándose en un modelo aséptico de ciudad orientado hacia el aburguesamiento y la desaparición de espacios y experiencias colectivas; pretendiendo que el individuo quede aislado. Las sectas religiosas como el Opus Dei expanden sus redes por la ciudad, consolidando un entramado utilizado para transmitir las ideas dominantes, tejidos implantados en otros puntos de la ciudad: la universidad, las profesiones liberales y diversas asociaciones económicas, culturales o religiosas.


Polígono Industrial de Burgos

No obstante, Burgos sigue siendo una ciudad de obrer@s. 
El índice industrial de la ciudad se sitúa por encima de Valencia, Bilbao o Sevilla. La lucha de clases es una realidad en nuestra ciudad y, para entender el movimiento antifascista, debemos atender al miedo y la reacción de una clase burguesa que advierte el estado de las condiciones materiales y que responde manteniendo la paz social, una ilusión construida sobre el velo que cubre las condiciones subjetivas, que permitirían la toma de conciencia.

El movimiento antifascista burgalés se ha caracterizado por intentar desentrañar las relaciones de poder que se establecen en la ciudad, esclareciendo las conexiones entre el franquismo sociológico que aún perdura en la ciudad, y los aparatos represivos que, dirigidos y ordenados por unas instituciones servidoras de los intereses e instituciones burguesas, han actuado como “cuerpos de choque” y expansión de la ideología dominante.

La oligarquía de la ciudad ha advertido que la represión y la criminalización de la protesta no han conllevado la desmovilización pretendida, continúan criminalizando a los movimientos sociales al tiempo que utilizan preceptos e ideas franquistas como que introducirse en política supone problemas personales; no te signifiques, no ejerzas tu libertad, parecen decir.

Las acusaciones vertidas contra l@s activistas del movimiento antifascista procuraron impedir sus actividades políticas, incurriendo en graves ilegalidades. Uno de los ejemplos más infames lo encontramos en el montaje policial orquestado en abril de 2010; detenciones arbitrarias y amenazas a l@s militantes, además de una persecución constante hacia el movimiento.

Un conocido escritor calificaba a Diario de Burgos como “un periódico que trata bien los temas sociales”; a este respecto sólo pude responder con cierta indignación, puesto que habían criminalizado a mis compañer@s y vecin@s. Diario de Burgos ha publicado, en multitud de ocasiones y negándose a rectificar, información falsa sobre los movimientos sociales, utilizando un lenguaje sesgado y autoritario que busca la reacción temerosa del lector ante imágenes o titulares que, vinculando el activismo de izquierda con el vandalismo o el terrorismo, sustraen el significado político de las protestas o lo desvían.

Pero la represión política la padecen también las mujeres, l@s compañer@s LGTB que han sufrido agresiones homófobas por parte de fascistas; la represión se palpa en el aparato escolar, que reproduce la ideología dominante sometiendo a l@s alumn@s a reglas autoritarias que califican la fuerza de trabajo según las necesidades de la economía y no del conocimiento. La censura también alcanza a aquellos discursos silenciados, sexualidades no normativas y formas de vida alternativas, desplazadas a círculos underground.

Cuántas veces he escuchado que lo mejor es callarse, tragar, interiorizando el miedo y la frustración como si fuera algo natural. Los burgueses se pasean por El Espolón, y distinguen su clase con altanería, desprecio y soberbia; nos miran mal, estamos maldit@s y resacos@s, somos abertxandals… y al final, quienes bajaron la cabeza fueron ell@s, recuerdas, cuando el barrio lo hizo.

Sobre la confrontación con los aparatos represivos: el enemigo es el burgués.

Es fundamental identificar al enemigo de clase. El burgués se apropia de la plusvalía y es quien, en definitiva, utiliza a los cuerpos represores según sus intereses, defender la propiedad privada y las relaciones dominantes, a cualquier precio.

La confrontación con la policía carece de sentido, en la mayoría de ocasiones. Sólo si las condiciones materiales desembocan en una estrategia revolucionaria con una hoja de ruta, esto es, con objetivos surgidos de la movilización contra la clase dominante (y no contra la policía), y dicha estrategia es respaldada. El derecho de rebelión es reconocido en la Declaración Universal de Derechos Humanos, que lo califica en su preámbulo como “recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión”. En los momentos en que la lucha de clases y la opresión económica se acentúan, en situaciones de sometimiento a la autoridad o estallidos revolucionarios, la confrontación con los cuerpos represores parece inevitable.

 La función social de la policía es contrarrestar precisamente esa “ira” de la clase proletaria, que advierte a las fuerzas de la autoridad como enemigos directos cuando no lo son. Es este punto el conflicto es desviado hacia la policía, que se interpone como “cuerpo de choque” entre las relaciones antagonistas de la sociedad, entre los intereses de la burguesía y las demandas de la clase trabajadora.


Intereses de la burguesía -> Fuerzas de la autoridad <- Intereses de clase trabajadora.

En este sencillo esquema advertimos que los cuerpos policiales son insertados en el engranaje de la lucha de clases como una pieza que contrarresta los antagonismos y contradicciones mediante distintos instrumentos de represión y control. La sociedad disciplinaria ha sido hegemonizada por las ideas dominantes y, en última instancia, por preceptos autoritarios que perpetúan la sociedad clasista. La instalación de cámaras de vigilancia, una campaña impulsada desde el Diario de Burgos y la derecha burgalesa, supone un ejemplo del aumento del control social.

Las protestas de Gamonal acertaron señalando al verdadero enemigo, significado en la famosa pancarta de Méndez Pozo que rezaba: Ser rico me ha costado lo vuestro. Estas luchas han servido para desentrañar las relaciones oligárquicas de la ciudad, sustentadas de forma no democrática. Cabría preguntarse quién ha entregado Burgos a Méndez Pozo, Arranz Acinas o José María Arribas. La respuesta es que siempre ha sido suyo, a menos que la clase trabajadora se implicara en una lucha, apoyándola de forma determinante, consiguiendo victorias como la del Bulevar.

La legislación represiva.


Foto de archivo: Plaza Mayor de Burgos    Movimiento 15M- 2011
El 15M planteó formas de protesta hasta entonces poco conocidas, escraches y acciones de desobediencia civil que empoderaban políticamente a sus participantes. La Ley Mordaza representa la adaptación última del poder a las nuevas formas de protesta; el miedo es parte fundamental en dicha mezcla, la nueva legislación represiva se entiende en imponer grandes multas y castigos a unos pocos activistas, ateniendo a un posible efecto contagio de desmoralización y miedo.

El poder se blinda por todos los frentes; nueva legislación represiva, acompañada de la privatización de la justicia y campañas de desmovilización como multas y detenciones arbitrarias, uso de las tecnologías de control, vigilancia a través de la red e intercepción de comunicaciones, infiltración en manifestaciones e inversión en antidisturbios y material represivo.


Foto de archivo :Movimiento 15M en la Plaza Mayor de Burgos: "La ciudadanía no es mercancía"

En Burgos, el 15M también sufrió la represión de los cuerpos policiales. Produciéndose identificaciones arbitrarias en los accesos a la Plaza Mayor, donde fue levantada una acampada que llegó a contar con centenares de activistas, que plantearon iniciativas de ocupación, autogestión y empoderamiento. Un mes más tarde, la acampada fue levantada dejando paso a una caseta informativa con carácter permanente, que fue levantada por orden del ayuntamiento sin dialogar ni comunicarlo. Durante la investidura del gobierno municipal, dos compañer@s fueron detenid@s, llegando la policía a personarse en el domicilio de una tercera persona.

La lucha de Gamonal: Claves de la victoria.

A continuación daremos algunos apuntes para entender la victoria de Gamonal, que no sólo supone haber doblegado los poderosos intereses de la clase dominante, sino también un modelo para futuras movilizaciones y un conjunto de lecciones que pueden ser leídas tanto por la izquierda, como por los movimientos sociales, sindicatos alternativos y, en definitiva, por el tejido social, tanto como por la derecha, desde la perspectiva de la derrota.

Entre las lecciones que podríamos mencionar:

Las formas de organización: La auto-gestión de l@s vecin@s, cristalizada en la decisión colectiva de que el Bulevar no se construiría, desbordó por completo a toda aquella forma de organización que no permitiera su empoderamiento, esto es, tanto la plataforma de asociaciones vecinales, como partidos y demás organizaciones, fueron desbordadas por la movilización de l@s vecin@s.

El movimiento asambleario y horizontal permitió agregar las demandas colectivas; defendiendo la necesidad material de aparcamiento, se consiguió paralizar el Bulevar (es visible puesto que están tapando la zanja). Construyendo espacios liberados, comunes, se podrá organizar la vida social del barrio.
Los espacios liberados permiten el empoderamiento de l@s vecin@s. La posibilidad de organizar su formación y su ocio, su lucha, no se sujeta a las normas y estructuras de organizaciones como partidos u otras organizaciones, sino que parte de su propia libertad, puesta en común en las asambleas y grupos de trabajo de forma que la práctica sea definida por l@s vecin@s y no por una dirección, así como la ausencia de disciplina que, en definitiva, es una idea dominante.


La disputa de la hegemonía: La hegemonía comenzó a disputarse en la propia composición de las protestas, secundadas por la juventud oprimida pero también por personas mayores y de mediana edad, en su inmensa mayoría de clase trabajadora, con la acción subsidiaria del pequeño comercio de Gamonal, que defendió a l@s vecin@s de la manipulación. En este sentido, debemos aplaudir la convocatoria de huelga estudiantil durante las movilizaciones, uniendo las luchas de obrer@s y estudiantes.

Señalaremos que la toma de la hegemonía fue posible gracias a la superación de los conflictos entre vecin@s. Los intereses corporativos de las asociaciones vecinales y de las peñas, cuya manipulación por parte del ayuntamiento quedó demostrada posteriormente, quedaron desbordados y diluidos. Así mismo, fueron superadas las distinciones generacionales. El liderazgo, en este caso de mediana edad,  además de acertar leyendo los tiempos de la protesta, se preocupó por los cauces de comunicación entre las diferentes propuestas y formas de entender las protestas, intentado extraer elementos comunes y compatibles.

En los momentos en los que la hegemonía oscilaba del lado de l@s vecin@s, el aparato represivo incrementaba el empleo de la violencia. Las “virtudes” que los aparatos ideológicos asignan a los distintos roles sociales; para l@s obrer@s de Gamonal, sumisión, modestia y resignación, cambiaron en el momento en que la hegemonía se disputaba, l@s vecin@s de Gamonal respondieron según “las auténticas virtudes” de su clase; esto es, lucha, dignidad, rebeldía.


Foto de archivo: manifestaciones  contra la construcción del bulevar de Gamonal

La solidaridad: La extensión de las luchas por todo el Estado español, supuso el refuerzo del discurso de l@s vecin@s, elevando la repercusión del movimiento.

La identidad (el barrio): Partiendo de que la identidad de pertenencia a un barrio obrero, se halla relacionada con la conciencia de clase de forma evidente, la capacidad de agregación con la que cuenta Gamonal se entiende en movilizaciones como las del Bulevar, de un seguimiento masivo por parte del barrio, o de al menos de ciertos sectores del mismo, quedando patente en la manifestación que reunió a más de 10.000 personas.

Esta capacidad de agregación se sustenta por una parte en la interpelación; cuando una movilización recibe el apoyo de la masa, “el barrio llama a la lucha”, esto es, todas las personas que viven allí son interpeladas como sujetos a “la voluntad del barrio”, a sus necesidades materiales de aparcamiento y de servicios públicos. Cuando los grupos de jóvenes eran perseguidos, hostigados y apaleados por los cuerpos represivos, esto suponía un efecto llamada al resto de grupos juveniles de Gamonal.

Aquí se advierte ya un tejido social, porque la identidad se construye sobre lo común y, los espacios de auto-gestión y participación del barrio, los grupos de amigos y la música rap, las bibliotecas liberadas y el deporte, en definitiva los campos políticos donde se desarrollan las relaciones cotidianas, resultan fundamentales para entender la identidad; qué defenderíamos, si no tuviéramos nada en común.

La politización de la juventud: La juventud es el objetivo primordial de la autoridad, y para liberarse debe tomar conciencia, enfrentándose a sus propias contradicciones. 
L@s jóvenes suelen politizarse a partir de su ocio y el poder se ha preocupado, siempre, en sustraer el significado político de este. Si las Llanas o Bernardillas suponen espacios artificiales donde el sexo es cosificado, habiendo sido convertido en mercancía, el entrenamiento organizado de forma no democrática, orientado hacia las técnicas contra- limitativas, se vacía de significados.

El movimiento antifascista ha politizado un deporte tan importante para la clase obrera como el fútbol. En El Plantío pueden escucharse los cánticos habituales, pero también consignas en contra de la burguesía, representada por Méndez Pozo. Otro de los campos de socialización política se encuentra en los institutos.

Concluyendo, las protestas de Gamonal han supuesto la politización de jóvenes que se han acercado por vez primera a los movimientos sociales, y la represión se ha centrado precisamente en este perfil.

domingo, 9 de marzo de 2014

Bulevar de Gamonal: Apoyo a las personas detenidas y sancionadas en Gamonal

Representantes de asociaciones, sindicatos y
medios de comunicación alternativos
En la mañana del 8 de marzo se ha registrado en la Subdelegación del Gobierno en Burgos escrito respaldado por diferentes asociaciones, sindicatos y medios de comunicación alternativos, rechazando la actuación policial y de la Subdelegación del Gobierno en la lucha mantenida en el barrio de Gamonal de Burgos contra la construcción del famoso bulevar, dicho escrito es el siguiente:

"Las asociaciones, sindicatos y agrupaciones abajo firmantes de Burgos queremos mostrar nuestro más absoluto rechazo a la intervención policial producida en el conflicto generado por el intento de imposición de la obra del bulevar al barrio de Gamonal.  También queremos denunciar las filtraciones interesadas a la prensa que desde esta subdelegación y otras instancias del Ministerio del Interior se han producido para criminalizar a diferentes colectivos en función de su ideología y actividad política así como la utilización arbitraria de medios de grabación de los manifestantes, sin las necesarias autorizaciones legales.

El gobierno central y sus instancias regionales y locales deben entender que las duras condiciones de vida impuestas desde la creación del barrio han generado desde hace más de treinta años reivindicaciones, estrategias y asociacionismo  por parte del vecindario. En aquellos años, como ahora, la respuesta de los poderes se ha expresado de forma represiva hacia las vecinas y vecinos que exigían mejoras en servicios y dotaciones, mejoras en calles y edificios, mejoras en su calidad de vida. En esta ocasión tenemos que lamentar que en tres días la policía ha detenido a 46 personas, algunas de ellas menores de edad, y ha mantenido durante muchos días más un auténtico estado de sitio en el barrio.

De forma paralela, se ha urdido un plan de criminalización del vecindario.  El Ministerio de Interior y el alcalde de Burgos coinciden en señalar que los responsables de los altercados son alborotadores itinerantes venidos de otras ciudades.  Sin embargo, los hechos hablan por sí solos. Todos los detenidos son jóvenes y vecinos/as de Burgos. Conforme van transcurriendo los días, informes policiales filtran a medios de comunicación nombres de colectivos de Burgos señalándolos como responsables de las movilizaciones y los altercados. Esto es ejemplo una vez más del intento de desviar la atención de la opinión pública de las verdaderas razones y motivaciones del malestar vecinal y sus reivindicaciones.

Representantes de asociaciones, sindicatos y medios de comunicación alternativos ante todo ello, en pleno siglo XXI, nos vemos obligados a hacer un alegato en defensa de los derechos civiles y políticos frente al estado. Recordamos al gobierno español que toda persona tiene derecho a tener la ideología que más oportuna considere, y a actuar como le dicte la conciencia, incluyendo, por supuesto, el derecho a protestar como crea legítimo. También debería resultar obvio que cualquier persona puede considerar que existen otros sistemas políticos y/o económicos más deseables que el actual, que nos toca padecer. Entiéndanlo. No somos súbditos, sino seres humanos, y tenemos el derecho de luchar por un barrio, y por un mundo, mejor. Por eso nos oponemos ahora, y lo haremos siempre, a que se reprima a personas por participar en protestas legítimas o por tener y expresar opiniones diferentes al pensamiento único.

En consideración de lo cual, expresamos lo siguiente: Que en Gamonal hay un clamor vecinal  por mejorar las condiciones de vida, clamor desoído por los distintos representantes municipales a lo largo de muchos años. El resultado del actual estado de cosas responde objetivamente a décadas de relaciones más que cuestionables entre constructores y representantes municipales. Exigimos que deje de culpar de los incidentes a los vecinos/as del barrio y a los colectivos sociales, sindicales y políticos que se oponen a sus políticas independientemente de su ideología.  Nuestro más absoluto apoyo y solidaridad a todas y todos las personas detenidas, a sus familiares y amigos. Entendemos que todas ellas deben quedar en libertad sin cargos, incluidas aquellas que en otras localidades se han manifestado solidariamente con este barrio. Por ello pedimos a la Subdelegación del Gobierno que cese en su actuar represivo.  Denunciamos los abusos policiales y el patrón represivo empleado que a pesar de todo no ha servido para acallar la protesta social. Mucho nos tememos que Gamonal ha servido de “laboratorio” o justificación de cara a la nueva ley de seguridad ciudadana que el gobierno del PP quiere imponer. Esperemos que esta Subdelegación tome nota del descontento ciudadano y traslade al gobierno central el malestar del barrio con estas actuaciones.

Le requerimos además para que explique públicamente y con absoluta claridad las causas por las que se han utilizado medios de grabación en las manifestaciones,  qué uso se han hecho de las imágenes, el destino de las mismas, y dónde se encuentran y bajo la custodia de quién, y en todo con la certificación de la destrucción de las mismas si se ha producido."
A/A d. José María Arribas Andrés, Subdelegado del Gobierno en Burgos
  
Firmantes:

Asociación Iniciativa Solidaria Internacionalista, Ateneo Popular "Los otros", Blog "Sombras en la Ciudad", Confederación General del Trabajo, Confederación Nacional del Trabajo, Ecologistas en Acción, Grupo "El Perdigón", Juventud Obrera Católica de España, Web "Diario de Vurgos", Hypatia y Radio Onda Expansiva.




sábado, 11 de enero de 2014

Lacalle no entiende a Gamonal.

Por Nicanor Candelas 

Lacalle y el PP no entienden a Gamonal, o peor aún, no quieren entenderlo.  No entienden que, aunque ganen algunas elecciones, no pueden actuar en Gamonal como lo harían en otro barrio de Burgos.  Gamonal no acepta el ordeno y mando.  Es diferente.  Todo el mundo parece saberlo menos el alcalde y no me estoy refiriendo a las caricaturas malintencionadas de pijo quieroynopuedo que tanta gracia causan en algunos ambientes del "centro". 

Gamonal tiene un corazón inquieto y rebelde producto de una desconfianza hacia unas instituciones que la han maltratado:   Unas veces condenándole al ostracismo;  otras, poniéndola al servicio de intereses ajenos.  Gamonal es una aberración urbanística que ha sobrevivido a pesar del ayuntamiento.  Hoy el barrio que fuera concebido como almacén de mano de obra barata para el polo de desarrollo, es el hogar de personas con una conciencia ciudadana y de barrio importante.  Gamonal se ha hecho a sí mismo,  es un islote demográfico y sociológico en el páramo de Castilla y es también lo que salva a Burgos de convertirse en una ciudad como Ávila o Soria. 

Es la segunda vez que Lacalle se ve implicado en un conflicto con el barrio. Ambas ocasiones guardan similitudes,  tanto en los protagonistas,  como en la génesis y el desenlace.  Entonces, en Eladio Perlado sólo dio su brazo a torcer cuando ya era demasiado tarde.  Una vez que la policía municipal ya había golpeado y cargado contra los convecinos.  Cuando promovió que se condenara a vecinos de Gamonal a los que posteriormente, por la fuerza de los hechos, tuvo que dar la razón.  ¿No hubiera sido más sencillo tratar a los vecinos con dignidad?  Pues bien, no parece que Lacalle e Ibáñez aprendieran absolutamente nada porque han repetido paso por paso todos los errores.  A ellos, a los que tanto les  gusta eso del impacto mediático, lo han conseguido con creces.  Han conseguido que un barrio de Burgos tranquilo pero no sumiso aparezca en todos los informativos por disturbios creados por otros pero promovidos por una forma de hacer política arrogante y profundamente autoritaria.  

Gamonal is different, y en este caso no es cuestión de si mejor o peor que cualquier otro barrio de la ciudad.  En Gamonal, aún hay gente que recuerda como algo meritorio el que vecinos del barrio pararan unos autocares de aficionados del Athletic de Bilbao cuando venían de jugar una final de la Copa del Rey allá por los años 80.  Cuentan que algunos aficionados a  bilbaínos, a la ida,  habían tirado trozos de pan y pesetas a su paso por la Calle Vitoria, mientras llamaban peseteros y muertos de hambre a los de Gamonal.   Cuentan que a la vuelta, a la altura de los antiguos cines, vecinos del barrio pararon algunos de los autocares y les pidieron explicaciones por lo hecho en el viaje de ida.   Esta historia que corría de boca en boca en los recreos de los colegios de Gamonal en los 80 era contada con admiración por la chiquillería.  Los que habían cortado la calle Vitoria y habían parado los autocares eran unos héroes porque habían salvado el orgullo de Gamonal y de Burgos. Porque en Gamonal somos de clase trabajadora, la mayoría de la gente se gana el pan honradamente con el esfuerzo del trabajo.  No somos ni pedigüeños ni estafadores.  No sé si la historia pasó tal cual la cuento pero lo que sí puedo atestiguar es que la historia era contada, creída, y valorada.  Hay que tener respeto por la gente de Gamonal y el alcalde parece olvidarlo.

 Pero también es el barrio donde diferentes colectivos  han desarrollado labores educativas emancipadoras desde hace décadas.  Señor Lacalle, no se confunda e independientemente de lo que ocurra, hable con los vecinos, escuche y no sólo a los que dicen lo mismo que usted.  Tenga en cuenta que casi nadie en Gamonal es como Cristino o Ibáñez. Muchos vecinos de Gamonal  tienen más capacidad, más orgullo y más dignidad que la mayoría de sus concejales. 

Familias con niños en actitud pacífica frente a la policía nacional y local

La mayoría de los vecinos adoptaron en todo momento una actitud tranquila. 


Los desperfectos fueron provocados sólo después de las cargas policiales.  Aquí se ve llegar un camión de bomberos

Ambiente de la calle Vitoria hacia las 22h30
El inicio de las obras facilitó la creación de barricadas entre la orensana y los antiguos cines

Mucha vecinos permanecieron a la expectativa.  Al final volvieron a producirse cargas mientras los vecinos desde sus casas improvisaban una cacerolada en forma de protesta. 

También se produjeron desperfectos en algunas calles aledañas


sábado, 4 de enero de 2014

Manifestación contra el bulevar de Gamonal 7 de enero.



Tras multitudinarias manifestaciones, bicicletadas y otros actos reivindicativos las espadas siguen en todo lo alto.  El ayuntamiento ha contraatacado mediante vídeos absurdos y propaganda pagada con el dinero de todos los vecinos.  La batalla continúa y la Plataforma nos cita para el próximo 7 de enero a las 20h00 en la Antigua de Gamonal.

viernes, 3 de enero de 2014

Los Pecaditos y los cuentos de Calleja

En primer término María Dolores Calleja
Hace aproximadamente un mes la cadena de bares  "Pecaditos" y "La Sirenita" volvía de estar de boca en boca, pero esta vez no por el asombro de su rápida proliferación.  "Pecaditos" es una empresa de éxito en plena crisis, al que se le suele poner como ejemplo de emprendimiento, y casi un emblema de la capital española de gastronomía.  Hace un mes la prensa comentaba que uno de los hosteleros más ricos de la ciudad había recibido un trato de favor por parte de la concejala de licencias Dolores Calleja.   
Raúl Salinero, concejal de IU, acusó a la concejala de dejar caducar expedientes sancionadores por obras sin licencias en uno de los locales.  El prolífico hostelero, para quien las ordenanzas municipales parecen tener la importancia de la propaganda de supermercado, también fue "cazado" por infringir la de terrazas en dos de sus locales.  María Dolores Calleja, concejala de licencias,  presionó a los trabajadores del ayuntamiento para que rebajaran la sanción al mínimo ahorrándole al empresario infractor y reincidente, miles de euros.  

Sirva el párrafo anterior para poner en antecedentes al lector/a sobre el asunto, pero no era mi intención en este artículo hablar sobre hosteleros VIP, trato de favor a empresas de amigos, concejales tocados y hundidos del gobierno Lacalle, ni la extendido desparpajo con el que se gestionan los dineros de todos para favorecer a las amistades.  Dicen que Dios, si existe, lo hace en los detalles así que mi intención es la de comentar el escupitajo moral en forma de justificación que dio la concejala para no dimitir.  La todavía edil del PP dijo que lo iba a hacer (dimitir), pero al final se retractó para que la gente no creyera que el concejal comunista, Raúl Salinero se "la había llevado por delante". La señora Calleja después de no ser capaz de dar ni una explicación de lo ocurrido a la ciudad de Burgos,  sólo sabe hacer el ridículo al confundir el honor con la soberbia.  


Calleja en una muestra de egoísmo  e irresponsabilidad notable regala a la Burgos y por arrobas lo que ya nadie soporta de los políticos:  trapicheos, amiguismo, secretos y vanidad de quicallero.  Calleja mientras semanas antes se oponía con vehemencia a que  el ayuntamiento ayudara a los desahuciados de la ciudad evitándoles el pago de las plusvalías conseguía que una de las personas más ricas de la ciudad se ahorrara unos miles de euros.  ¡Sonríe es Burgos! 

Pero volvamos a la frase:  Sabemos por qué no dimitió, pero sería muy interesante conocer las  razones que llevaron a la concejala a plantearse la posibilidad de hacerlo: ¿Acaso por una cuestión de salud pública?, ¿Por decencia?, ¿Por responsabilidad?, ¿Para salvaguardar la honorabilidad de la política, de los que cobran de la política?  ¿Para crear un buen ejemplo en el ayuntamiento?, ¿Por haber sido incapaz de dar una explicación plausible a las evidentes irregularidades?, ¿Porque había cometido un error en su gestión?.  Acaso lo hizo ¿Por haber promovido, como en Cuba, el intervencionismo institucional e impedir así la libre competencia?  Todo hace pensar que algún pábulo daría Calleja a las críticas de la oposición cuando decidió dimitir el 1 de enero ¿Cuál?  Es un secreto.  Lo que está claro es que todos los valores públicos que hubieran sido salvaguardados resultaron ser canjeados por el ataque de soberbia charanguera de la concejala.

Imagino como pronunciaría esas palabras.  Las ínfulas con las que vocalizaría esa frase; Masticando cada  sílaba.    Con un toque a parte de guerra y a ejército cautivo. Con altanería de saldo, sonando a "no sabe usted con quien está hablando", a "quien se ha creído que es" y a "ahora me van a conocer".  Pero, sobre todo, la explicación huele, a "tener más cuento que Calleja", a excusa de mal estudiante, a argumento de oropel,  a apego a la poltrona, a pose de tonadillera caduca y despechada.    Huele a arrogancia absurda de zapato roto y  a carcoma.  Huele chulería barata con el pobre y a mansedumbre y condescendencia con el poderoso.  A enroque violento de pillada in fraganti y a trapicheo de rastro.  ¿A quién importa quién se  lleve por delante a la edil Calleja? El problema para la credibilidad de las ordenanzas municipales de Burgos lo ha creado la concejala, no quien ha descubierto como se favorece a un empresario sobre todos los demás con costes económicos y morales para la ciudad.  Un representante público digno debe tener  firmeza y rigor con quienes incumplen las normas y más respeto por los que trabajan honradamente. Resulta apestoso y pueril echar la culpa primero a los funcionarios y luego a quien desveló su catadura.   La concejala Calleja no debe buscar fuera lo que es responsabilidad suya.  Su peor enemigo es su incapacidad para dar una explicación verosímil por el trato diferenciado y privilegiado a un hostelero, esquivando las normas que ella, más que ninguna otra persona, debe hacer cumplir.  
Señora Calleja,  haga un favor a Burgos, a la institución que la gobierna y de paso   hágaselo  a usted misma, déjelo. Todo pecadito tiene su penitencia y en este caso, la suya, es la dimisión.  


Carolina R.Tenaz

sábado, 28 de diciembre de 2013

Congo Airlines adquiere el Aeropuerto de Burgos

Por Burgos Dijital

Momento del acuerdo de compra del Aeropuerto de Burgos - Angel Ibañez rezando para que el presidente del Congo, Joseph Kabila, no se echara atrás en el negocio
Tras un intenso viaje de negocios del Alcalde Javier Lacalle y del Vicealcalde Ángel Ibáñez, a Kinshasa, metrópoli del África Ecuatorial, y tras reuniones con múltiples empresarios locales, hoy 28 de diciembre se ha llegado a un acuerdo, en el que nuestros representantes políticos han conseguido colocar el “muerto” de Villafría-Burgos.

Nuestro corresponsal en la zona, en relación con medios locales adelanta que el acuerdo implica la venta de esta infraestructura tan querida por algunos en nuestra ciudad, por el simbólico precio de 100 francos congoleños (3,5 € más o menos). Parece ser que Ibáñez estuvo peleando que la moneda de pago, fuese al menos el euro, pero se impusieron finalmente los deseos de los locales. El objetivo de nuestros representantes siempre fue recuperar inversiones, ahora que estamos aplicando una política de recortes, según declaraciones propias.

En la rueda de prensa siguiente a los importantes acuerdos para el desarrollo de la provincia de Burgos, se pregunto al Alcalde Lacalle, el porqué se había aceptado la oferta de Congo Airlines, cuando la oferta de Uganda Airlines era el doble, habiendo trascendido estos secretísimos datos de las conversaciones. A lo que respondió que este acuerdo implica otra serie de mejoras para algunos emprendedores de la ciudad, desgranando las mismas con una sonrisa de orgullo y soberbia. A saber, transcribimos directamente las palabras de nuestro Alcalde:

Congo Airlines es una entidad seria, que se compromete a lo siguiente:
En primer lugar, no sólo al mantenimiento y uso de las infraestructuras, si no al soterramiento de las misma, para que el Aeropuerto de Burgos, se convierta en el primer aeropuerto subterráneo del mundo, además sus propietarios podrán beneficiarse con las subvenciones de la PAC, por el terreno liberado.

Pero además solicitaré a mi amigo Margallo, a la sazón ministro de Exteriores, que modifique la legislación y permita que los viajeros que procedan del Congo, no tengan que pasar la aduana, y no se les pida visado de entrada, como mi amiga Espe planteaba con Adelson en Eurovegas...

Y las autoridades del Congo, no sé si los oficiales o los rebeldes del Kivu, se han comprometido a un fluido y enriquecedor intercambio de productos de la tierra, por ejemplo, nosotros podremos colocar rica morcilla de Cardeña, de mi amigo Roberto Da Silva, y ellos nos entregarán a cambio placas de coltán y algún que otro pedacito de diamante, que tengo que regalar a mi amigo Jesús Arranz o a ...

Es evidente que ganamos todos....”

Como no podía ser de otra forma la oposicición socialista valora negativamente este acuerdo, acusando al Alcalde de oportunismo y de vender humo. Por el contrario proponen para el Aeromuerto de Burgos, la creación de una “plataforma de reflexión tántrica”, Luis Escribano, siempre pegado a la realidad, cree que podría convertirse en un clavijero mundial de estudios espirituales: yoga, ayurveda, constelaciones, terapia gestáltica, eneagrama y toda la pléyade de búsquedas individuales de salvación. Apuesta por las pistas ya creadas como prometedores espacios de conexión con las estrellas.

El representante de UpyD, Roberto Alonso, irritado ha dicho que no tiene nada que ver con la imputación por haber sido consejero de Caja Bugos...., evidentemente no ha escuchado la pregunta....

Y Raúl Salinero está estudiando concienzudamente el expediente, todavía está enredado con las licencias de Calleja (la del cuento...)

sábado, 23 de noviembre de 2013

Vídeo: Gamonal dijo " No al bulevar "


Vídeo de la manifestación contra el Bulevar de Lacalle.  Miles de vecinos del Barrio de Gamonal, salieron a la calle para decir no al proyecto personal del alcalde.  Un proyecto que levanta desconfianza y suspicacias.  Se hace sin escuchar al barrio y para favorecer los intereses de empresas constructoras y  electoralistas de Javier Lacalle.  




Gamonal dijo " No al Bulevar "



Unos 4.000 vecinos dijeron el viernes por la noche que no quieren oír hablar del bulevar de Lacalle.  Gamonal está en contra de una obra que consideran caprichosa y frívola.  La gente preguntaba en carteles quién iba a pagar la obra, qué tasa o impuesto subirían, qué puestos de trabajo recortarián.  La pancarta que abría la manifestación no niega que se hagan inversiones en un barrio con tantas necesidades sino que se haga de otra forma. Los vecinos de Gamonal desconfían de los poderes locales.  Es un barrio que ha sobrevivido y sobrevive a pesar de ellos, por eso quiere que si ayuntamiento mete la mano en el barrio lo haga escuchando y pensando en los vecinos, no poniendo los intereses de Gamonal al servicio propio de Lacalle y de la familia Arranz-Acinas.  

Eso es lo que manifestaron los vecinos ayer tanto en los lemas coreados como en las preguntas que este medio hizo a algunos de ellos.  Resonó con fuerza el lema de "La calle es de Burgos, no Burgos de Lacalle", y el rechazo explícito a la obra "Gamonal, no quiere el bulevar".  Algunas personas coincidían en señalar que la manifestación era un éxito aunque también otros estaban convencidos de que el autoritario gobierno del PP haría oídos sordos.  Todos coincidían en señalar que tras la construcción del bulevar se esconde, en realidad, el favorecer un negocio redondo a una de las empresas constructoras que más ha maltratado al barrio en los últimos diez años.

Precisamente como se prevé la nula reacción del ayuntamiento la Plataforma ya ha programado otra asamblea para el día 4 de diciembre y otra manifestación para el 13 de diciembre.







domingo, 17 de noviembre de 2013

Javier Lacalle: el alcalde Nini

por Carolina Rueda Tenaz

Francisco Javier Lacalle es un alcalde  Nini:  Ni ideas, ni dinero.  No tiene  ideas para adecuar la política a la cruda realidad de la crisis en la ciudad, y no tiene dinero para seguir realizando la política que nos ha llevado a ser una de las ciudades más endeudadas de España.  Los cerca de 500 millones de euros de deuda hablan de una ciudad que corre el riesgo de seguir los pasos de Marbella o Detroit.  La cosa tiene tintes de tragedia griega, de las clásicas o de las contemporáneas elijan la que quieran, pero al final quien va a pagar los platos rotos no va a ser el principal muñidor de la política de la ciudad en el siglo XXI sino toda la ciudadanía.

Nadie ha defendido como él los intereses de las grandes empresas constructoras de la ciudad durante la burbuja inmobiliaria.   Durante el periodo dorado de la fiebre del ladrillo, 2003-2008,  mientras el dinero corría a raudales entre los Aragón Izquierdo, Arranz-Acinas,  Tubitos, y  Mendez-Pozos, miles de burgaleses eran encadenados  a hipotecas vitalicias, Lacalle, entonces concejal de “fomento” y alcalde de facto en las largas ausencias de Aparicio, se había propuesto transformar la ciudad a base de excavadora y hormigonera.  Entre sus debes se encuentra el haber sido uno de los principales promotores de  grandes fiascos como el aeropuerto de Burgos, que compite con el de Castellón, Huesca o Albacete, como paradigma de la locura y la irracionalidad en la construcción de infraestructuras innecesarias.  

Lacalle es también uno de los principales responsables del tsunami financiero que amenaza a la ciudad como consecuencia de la construcción de lo que se conoce como bulevar ferroviario.  Lacalle  fue a por lana y la ciudad ha salido trasquilada.  El alcalde quiso subirse a la ola de la especulación con esta obra y aceptó que el ayuntamiento pagara el desvío del tren a cambio de los terrenos liberados por RENFE.  Con el precio de los terrenos y las viviendas subiendo dos dígitos anuales la operación parecía suculenta.  Sin embargo, la pertinaz crisis hizo su aparición, y los terrenos prometidos ya no valían nada porque a nadie interesan.  El balance del primer bulevar de Lacalle nos ha supuesto más de 100 millones de euros de deuda.  Y el bulevar sin terminar.

Lacalle, en lugar de enmendarse, no quiso ser consciente de los nuevos tiempos y en plena  oleada de recortes siguió tirando de crédito para empezar obras no siempre deseadas por los vecinos, o al menos controvertidas, como la Isla, o la transformación de la Plaza del Rey San Fernando.  Estas obras costaron cerca de 8 millones de euros y se realizaron en 2011 siendo terminadas justo antes de las elecciones municipales.   Javier Lacalle se hacía de esta manera un regalito a sí mismo pagado con intereses por todos los burgaleses.   Sin embargo, a pesar de las obras realizadas, y del desplome generalizado del PSOE,  Lacalle perdió apoyos con respecto a las candidaturas de Aparicio. 

Cuando ya se ha esfumado la mitad de una legislatura caracterizada por los recortes en personal, la subida de tasas e impuestos municipales y por las dimisiones de concejales sospechosos de corrupción Lacalle pretende poner en marcha lo que considera sus dos grandes obras de legislatura, el  Burgos Arena, y el Bulevar de la Calle Vitoria.

 ¿A qué se debe esta tozudez?  ¿Es lo que más necesita la ciudad? ¿A qué viene insistir en una política suicida que tan malos resultados ha dado?  ¿Por qué hacer obras cuando incluso los vecinos muestran una nada velada hostilidad a las mismas?  Las explicaciones pueden ser varias y van desde la sicología patológica a la realpolitik municipal.

 En primer lugar, cabe decir que, ni al propio alcalde se le escapa que, en el mejor de los casos, es un político mediocre  y un malísimo candidato.  Entre sus huestes no levanta las simpatías de Aparicio y a pesar de que hay quien dice que un mono liderando la lista del PP en Burgos saldría de alcalde, es muy posible que a Lacalle se le esté empezando a aparecer con frecuencia el espectro de Ariznavarreta.  Lacalle es un alcalde acomplejado, necesita presentar algo palpable: obras, carcasas, continentes sin contenido,  no importa que sean tan espectaculares como absurdas e ineficaces.  La falta de carisma y de encanto de Lacalle le hace buscar estas obras, aunque ahora ya casi nadie se las pida.  Lo paradójico del caso es que una parte creciente de la ciudad empieza a mostrar un rechazo  a esas obras, porque las toman como megalómanas y contradictorias con  la letanía de austeridad a ultranza.  Sin embargo, la principal razón del creciente rechazo es que, al no poder acudir al crédito, los ciudadanos empiezan a establecer una relación directa entre las obras frivolas del alcalde y las numerosas subidas de tasas e impuestos de estos últimos años.


Es cierto que probablemente Lacalle no tenga desarrollado el pensamiento abstracto aplicado a lo público, y por eso no conciba otra política que la que se plasma en el espacio tridimensional.  Sería injusto, sin embargo no reconocerle alguna virtud.  El alcalde está siendo fiel hasta el final al lobby de las empresas constructoras, incluso ahora, que no son ni sombra de lo que fueron.  Empresarios que, lejos de crear riqueza, están dejando cicatrices en el rostro de la ciudad que quiere ser Patrimonio de la Humanidad.   Acaso para saber el porqué de una fidelidad a una política tan absurda y tan injusta haya que remontarse a esos viajes que el hoy alcalde hizo a la Costa Azul en 2006 acompañado de algunos de los constructores de la ciudad.  Lacalle o lacayo, lo dicho:  un alcalde  Nini.  Ni ideas, ni dinero…ni vergüenza.