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domingo, 4 de octubre de 2015

Supervivencia, revuelta y lucha Trans-antagonista

Por Eduardo Nabal

SUPERVIVENCIA, REVUELTA Y LUCHA TRANS-ANTAGONISTA

 STONEWALL. REALIDADES Y FICCIONES.
 Sylvia Rivera y Marsha P. Johson.
El Octubre Trans no es ninguna fiesta ni reivindicación sectaria es un día, en torno al 15 de Octubre, en que la comunidad LGTB, que, hasta hace poco sabía bastante de intervenciones médicas y abusos psicológicos selectivos reclama el que se deje de considerar la transexualidad como enfermedad en el dichosos DSM, con mas seguidores que la Biblia. 
Pues bien las mujeres saben algo de que se legisle sobre sus cuerpos cuando se habla de La Ley del Aborto las personas trans piden el final del “diagnóstico de género” en nuestras sociedades de ramalazos arcaizantes. La edición del libro de bolsillo “S.T.A.R. 
Street Travestie  Action Revolutionaries” (“Acción Travesti Calljera Revolucionara”) no es solo una ya una apuesta valiente y de precio mínimo (4 EUROS) de una pequeña editorial independiente sino un testimonio necesario en estos tiempos  de fracturas y también nuevos desafíos y esperanzas de cambio en el seno de la todavía maltratada comunidad LGTBQ, sujeta a nuevos recortes que llevaron a luchas continuadas contra la violencia policial, la desatención médica o el oprobio de la entonces llamada “mayoría moral”. 

Lejos de la nostalgia o el documento aséptico ese libro hoy cobra la vigencia de un testimonio sangrante y una proclama a seguir adelante, a pesar del desprecio de sectores sociales que se han apartado de la línea de las autoras, bien sea la comunidad gay capitalina más capitalista, bien sea izquierda, todavía, en cierta medida, heterosexista y ombliguista o bien sea un movimiento racial todavía excluyente en cuestiones de género y diversidad sexual.  
El inminente estreno de la versión del colosalista Roland Emmerich (“Indepence Day, “Anonymous”) de los sucesos de aquella época, precedida por el más que digno filme “Stonewall” de Nigel Finch (2000)  y del libro testimonial  de Martin Duberman (1993), viene rodeada de una polémica renovada: ¿Quiénes fueron las auténticas protagonistas de las revueltas de Junio de 1969, quienes se beneficiaron de ellas y cuál fue el desarrollo multilateral de todo aquello? ¿Cuales las ilusiones depositadas y qué propósitos se quedaron en el camino de la negociación acomodaticia de libertades para pocos? ¿Quién quiere aprovecharse ahora? 

Hoy día cuando definimos ciudades como Burgos o Palencia como pre-stonewall quiere decir o queremos decir que no ha saltado esa chispa revolucionaria que lleva a considerar el 28 de junio de cualquier año como una fecha de lucha o posibilidad, como una fecha a apuntar en el calendario activista. O, en el mejor de los casos y para quién pueda costárselo, unos días para festejarlo en Madrid. 
Pero la pregunta incómoda que nos lanza este libro que da voz a las malogradas Marsha P.Johnson y Sylvia Rivera es que aquello no fue casi nunca una fiesta, sino un acto valiente de plantar cara no solo a la policía y el conservadurismo de la sociedad estadounidense sino también un grito de la trans latinas y las travestis callejeras contra el acoso y la corrupción de las llamadas “fuerzas de seguridad”. 
Es aquí donde la voz de Jennicet Gutiérrez interpelando a un feliz presidente Obama, orondo por sus concesiones nupciales a la comunidad  LGTB que él alcanza a ver y ajeno a realidades de “la otra América” cobra un sentido de urgencia, de lucha por la vida y la dignidad, en plano real y simbólico, más allá de los dispositivos integracionistas o normalizadores que hace gala el Estado o las empresas o espectros comunitarios más oportunistas.
Su lucha, que costó la salud o la vida a mas de una de ellas (incluyendo a las autoras de este libro diminuto pero excepcional), hoy se ha visto disuelta en la memoria de un reformismo alarmante, una comunidad acrítica que, a su manera, empieza a reproducir los esquemas de exclusión por raza, corporalidad o clase social a un gran número de personas. 
Aquí y en los EEUU de Obama donde la trans indocumentadas, sin recursos nadan entre la precariedad, el acoso vecinal y la posibilidad del internamiento en centros especiales, que no son sino centros de tortura de permanencia indefinida, después de largos años esperando obtener la nacionalidad allí donde residen. 
La brecha por la libertad abierta por Stonewall por estas mujeres trans o gays sin techo puede reflejarse más o menos bien en los filmes pero falta algo, las voces subjetivas, irónicas y desgarradas que recoge esta pequeña recopilación de entrevistas, diálogos airados, experiencias y manifiestos la Editorial Imperdible. 

Un libro pequeño pero brutal y bien documentado  en su descripción de la pervivencia de la transfobia y el clasismo en una sociedad opulenta que solo da oportunidades vitales y sociales a una minoría blanca, casada y domesticada, dejando a gentes trans-fronterizas, combativas, críticas en la cuneta de los derechos humanos, que siempre han sido negociables bajo los esquemas del heteropatriarcado capitalista y reblandecedor de realidades sangrantes e ideas de cambio real. 
En pocas páginas pero con testimonios lúcidos y estremecedores la Editorial Imperdible nos acerca a esas calles donde se libraron y, aún más silenciosamente, se siguen librando batallas cotidianas contra la precariedad, la exclusión laboral, el miedo a salir del armario o la necesidad de organizarse en una comunidad diversa alejada de imágenes únicas y ejemplarizantes, consumistas o en presupuestos sociales asimilacionistas, dictadas por los de siempre.

Antes de estrenarse la película “Stonewall” del colosalista y algo oportunista Ronald Emmerich ha suscitado controversia. Desde su tráiler parece un remake del correcto filme de Nigel Finch, con más presupuesto y glamour. 
Es en esta desactivación memorialista, tal vez bienintencionada, donde cobra importancia la voz de estas dos protagonistas que murieron viendo una comunidad gay inane e inocua para el capitalismo y el heteropatriarcado, donde las trans sin papeles o en la precariedad siguen sin figurar en ningún álbum de fotos a la moda. Desde luego el riesgo de Emmerich (que en principio tiene en sí un equipo moderadamente aceptable) es convertir “Stonewall” en una lucha cerrada y bendecida por las leyes oportunistas de Obama, en un gran acontecimiento como “La llegada a la Luna” o “El hundimiento del Titanic” olvidando que para mucha gente no fue y sigue sin ser una lucha glamumorosa ni la odisea de un chico rubio y joven del pueblo a la luminosa aunque todavía y LGTBfóba  represiva New York y otros muchos lugares de EEUU, particularmente en el sur racista y lleno de fanatismo religioso, con personajes de comedia negra como el Sr Donald Trump. “La señorita Libertad Mentía” le dice La Miranda al protagonista en la versión, más modesta que honesta de Nigel Finch.


Otro debate que se abre es como el mundo anglosajón y mas concreto EEUU se auto-presentan como paladines de los derechos civiles. El hecho de que el 1 de Mayo, el 8 de Marzo y el 28 de junio sean fiestas estadounidenses no les quita valor pero no fueron el origen de tanto como se piensa, al menos no tan origen. 
Las luchas por la libertad sexual, la emancipación de las mujeres y la mejora de las condiciones laborales no tienen una fecha de salida y ninguna película o ley de parejas o matrimonios les va a poner fecha de llegada. 
Basta con ver la homofobia renovada en Francia, el racismo en nuestras costas, las trans en los Centros de Internamiento para Extranjeros o el recorte en derechos sanitarios, sindicales, informativos y educativos. No está mal recordar todo esto pero no hay mucho que celebrar comparando con todo lo que hay que conquistar o reconquistar.



OTRAS PELÍCULAS Y DOCUMENTALES SOBRE STONEWALL

-Before Stonewall (Jeffrey Friedman y Rob Epstein)
-Stonewall (de Nigel Finch)

ENSAYOS

-Stonewall (de Martin Duberman)
-Malditas: una estirpe transfeminista (de Itziar Ziga)
-La frontera (Gloria Anzaldúa)
-Zami (Audre Lorde)
-La invención de la heterosexualidad (de Jonathan Katz)
-Intersecciones: cuerpos y sexualidades en la encrucijada (Raquel Platero eds.)

EL MOVIMIENTO EN EL ESTADO ESPAÑOL

-Deseo y resistencia (de Gracia Trujillo)
-Masculinidades en la transición (de Rafael Mérida y Jorge Luis Peralta eds)
-Teoría torcida (de Ricardo Llamas)
-De Sodoma a Chueca (de Alberto Mira)
-Los placeres ocultos (filme) (Eloy de la Iglesia)
-Ocaña, retrato intermitente (de Ventura Pons)

-El camino de Moisés (de Cecilia Barriga)

sábado, 3 de octubre de 2015

Ahora en Común: Un "Imagina Burgos" para las nacionales



Por Burgos Dijital

Esta mañana ha tenido lugar la Asamblea Constituyente de Ahora en Común Burgos, un punto de encuentro que quiere llevar el trabajo de la Unidad Popular de las candidaturas como Imagina Burgos, Ahora Madrid o Zaragoza en Común a las elecciones nacionales, sin estar aún cerrado el nombre de la candidatura resultante del proceso.

Tras varias reuniones y diálogo la mañana de hoy ha comenzado con la creación de grupos abiertos de trabajo que se coordinarán a nivel provincial y llevarán su voz al ámbito estatal. Se ha estado elaborando un primer borrador de programa que queda abierto y se ha avanzado para decidir qué pasos se van a dar para el proceso de primarias, asunto que ha quedado aplazado para lo más tarde posible para poder garantizar la mayor participación de la gente de la provincia de Burgos que aún no conoce la plataforma y para llegar al mayor número de ciudadanas posibles.

Fotos: Ahora en Común Burgos
En la Asamblea se ha hecho un balance de la actividad de los grupos de trabajo del llamado "Nodo de Burgos" constituido por el grupo de Comunicación, Ejes programáticos, provincia / Código ético, Grupo de primarias y Organización y extensión. Los moderadores de la Asamblea han sido gente ya conocida por pertenecer a Imagina Burgos incluyendo a los miembros fundadores y fundadoras , protagonistas del llamamiento que rompió con la "guerra de egos" y consiguió llegar a la creación de la candidatura municipal de izquierdas (a la cual finalmente terminó adhiriéndose Podemos). Ahora en Común Burgos según han descrito es un punto de encuentro para llegar a una confluencia de personas, organizaciones y movimientos sociales que garantice un funcionamiento de agrupación electoral, una Asamblea soberana y un proceso transparente de primarias abiertas (la fórmula de Imagina). Se ha reconocido que aún queda mucho por hacer a diferencia de otras regiones y ciudades pero que el proceso es imparable y se va a comenzar a trabajar por llegar a toda la provincia. 

Ya ha habido reuniones en Miranda y ya están planeadas futuras asambleas en Belorado y Briviesca. En los últimos momentos de la asamblea ha habido un tiempo final para el debate acerca de la reunión que se mantuvo con el partido político Podemos y se ha hablado de las condiciones que dicha formación ha establecido para que se diese una confluencia con su participación. Especialmente, tras las conversaciones con el coordinador de Organización de Podemos Castilla y León, la formación morada ha dejado claro que no va a a participar en las primarias de Ahora en Común pero se ha mostrado partidaria de una posible inclusión de los candidatos de Ahora en Común en su lista (algo con lo que muchos de los presentes en la Asamblea Constituyente no han estado de acuerdo).
Según las personas que mantuvieron esas conversaciones, la formación de Pablo Iglesias ha marcado como línea roja también que el nombre principal de la candidatura de la confluencia empiece por sus siglas.
Para leer más:


Presentación
Ahora en Común

¿y ahora ? 
¡En común!


Consecuencias del sacrificio griego: Las entrañas huelen mal

CONSECUENCIAS DEL SACRIFICIO GRIEGO: LAS ENTRAÑAS HUELEN MAL
Por Juan Argelina

Tsipras ha sacrificado las energías utópicas del pueblo griego. En un momento en que, con todas las adversidades de frente, el pueblo griego se volcaba con Syriza, dándole un apoyo del 62% en el referéndum convocado para dotar de legitimidad democrática a su oposición a las políticas de asfixia económica impuestas por la UE, Tsipras ha sacrificado a su pueblo, y le ha desarmado, y junto a él, a todos nosotros. 

Históricamente, no es la primera vez que ocurre. El poder es un campo minado. Es el terreno de Mefistófeles. Se firma el contrato con sangre, y, sin leer la letra pequeña, nos damos cuenta de que al final del camino está la entrega de tu alma. 

Varoufakis dimitió tras haberse creído Teseo contra ese Minotauro, comedor de carne humana, que identificaba con el gran monstruo del mercado financiero internacional, representado por la Troika, mensajera de los dioses de Bruselas y Berlín. Pero la Troika no murió. 
El hilo de Ariadna se rompió, y el pobre ministro de economía griego se quedó enredado en él dentro del laberinto de la Comisión Europea. Él también hubo de ser sacrificado. No había tiempo para más teatro.

Desde que Syriza ganara las primeras elecciones de enero de 2015, la posición del gobierno griego parecía heroica. 
Todos los que habíamos seguido el problema de la situación económica griega desde su entrada en la UE, allá por 1981, sabíamos que todo era una ficción, al igual que el famoso milagro español. La burbuja inmobiliaria y la corrupción campaban por sus respetos, mientras nadie se preguntaba por la extraña facilidad con que circulaba el dinero. 
Cada visita a Grecia era para mí una constatación de la realidad incómoda de lo que vendría. Ambos casos, el griego y el español, compartían similitudes, aun cuando sus niveles de renta y productividad fueran bastante desiguales. El imaginario cuerno de la abundancia acostumbró a la población a mirar por su interés a costa del bien común, destruyendo el sentido comunitario de la vida ciudadana. Políticos corruptos, animados por la banca extranjera, creaban la ilusión de un clima de confianza y crecimiento, cuando la verdad era que la deuda aumentaba a un ritmo galopante. 
Hoy, en España, las infraestructuras millonarias, convertidas en ruinas arqueológicas, deben venderse a precio de saldo (véase el caso del aeropuerto de Ciudad Real, adjudicado a una empresa china por ¡¡¡10.000 €!!!), y en Grecia el mismo Tsipras, antes combativo contra la austeridad, y dispuesto a mantener la dignidad del pisoteado pueblo griego, debe ahora seguir los dictados europeos, y realizar un plan de privatizaciones sin precedentes. 
El diario digital Ekathimerini nos ilustra: Antes de las elecciones de enero se estaba construyendo un puerto deportivo por valor de siete mil millones de euros. Tras la victoria de Syriza, la construcción se detuvo. Sin embargo, "ahora, en un intento de conseguir un tercer rescate europeo, y evitar el hundimiento de la economía griega, el gobierno ha dado un giro de 180º al solicitar que se acelere el proyecto, además de vender activos públicos, y permitir que las constructoras privadas sean las que edifiquen viviendas de protección oficial con el objetivo de obtener dinero y contribuir así a reducir los 320.000 millones de euros de deuda pública, y a devolver el dinero que le han prestado los países europeos para reflotar los bancos en dificultades". Bancos en dificultades no sólo griegos, sino también franceses y alemanes. Pero se trata de un préstamo imposible. 
Muchos creerán que los derechos de los acreedores son legítimos, pero sin duda alguna, se trata de un auténtico robo.

Volvamos al caso del puerto deportivo para comprender con un ejemplo la naturaleza del problema: Se estaba financiando con dinero público como parte de la celebración de las olimpiadas del 2004, aunque luego no se volvió a utilizar. 
Ahora hay muchos inversores, árabes y chinos, que lo quieren comprar (¿no recuerda esto algo sobre nuestras infraestructuras en saldo?), y al final el gobierno griego va a percibir cerca de novecientos millones de euros por un arrendamiento de 99 años. 
Esto ha provocado lógicas reacciones: el gobierno griego está vendiendo activos por debajo de su precio de mercado, y es seguro que su privatización no sólo hará disminuir la seguridad laboral, sino que transferirá la riqueza a una élite adinerada. 
Justamente lo que ocurría antes de la llegada de Syriza. 
El gasto y la deuda son siempre para la ciudadanía, mientras que los beneficios lo son para los bancos y los inversores. Así es como se hacen las transferencias de riqueza. Se invierte con dinero público y se vende a inversores privados a precio de risa, mientras los ciudadanos ven como sus deudas aumentan día a día, ante la pasividad general. 
Y si esto sigue así, ¿para qué ha servido el referéndum? Hagan lo que hagan, vendan lo que vendan, nunca será suficiente para pagar su deuda, y mientras el rescate obtenido no les deja respirar, y el sufrimiento del pueblo no deja de aumentar, en un futuro próximo parecerá inevitable lo que Tsipras había intentado impedir: la salida de Grecia de la zona euro. Si hubiera actuado con coherencia y hubiese dimitido antes de asumir las condiciones europeas, corresponsabilizándose con su pueblo, una vez que viera inevitable su derrota ante la Comisión, no nos hubiera dejado la amargura de presenciar estas"tristes" últimas elecciones, como las definió Varoufakis, en las que volvió a ganar, pero ya sin la esperanza puesta en solución alguna que no pasara por el autosacrificio de sus votantes. 
Pienso que no podemos justificar a Tsipras y al mismo tiempo criticar a Zapatero cuando emprendió sus medidas de austeridad y modificó, junto al PP, la Constitución, saltándose las mínimas premisas democráticas. 
No sé si es peor siquiera animar la confianza de todo un pueblo y presentarse ante él como un nuevo Prometeo, para después encogerse como un insecto ante el fuego, y olvidarse de las causas que le llevaron a dirigir el poder. 
Un poder ahora tan menguado, que más parece un virrey colonial que un auténtico representante del pueblo. Pablo Iglesias le calificaba de "león", mientras le apoyaba en los mítines de la campaña electoral. ¿Es esto lo que nos espera?

No me siento bien hablando de Grecia. Me duele y me quema por dentro. Los Estados ahogados por las deudas han certificado el fin de la democracia, y como decía Susan George en su Informe Lugano, "si la democracia es la primera de las ficciones, el concepto de "derechos humanos" es la segunda". 
A partir de ahora ¿quién se tomara en serio el artículo 25.1, que dice que "toda persona tiene el derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez u otros casos de pérdida de sus medios"? Las necesidades primarias se han convertido en utopías, y ahora que los refugiados llaman a nuestras puertas, estamos obligados a replantearnos la realidad en la que vivimos. 


El sacrificio del pueblo griego se ha consumado, y la lectura de sus entrañas no es nada favorable para el futuro. Mientras algunas de sus islas se inundan de refugiados, otras son vendidas a multimillonarios: Warren Buffett compró la de Agios Thomas por quince millones de euros, y Johnny Depp la de Strongylo, por 4,2 millones. Lo peor de todo es que todo esto no servirá de nada para aportar liquidez a la maltrecha economía griega. Y mientras tanto, el país se deshace de todos sus activos, repartidos entre campechanos y sonrientes magnates, los mismos que (Goldman Sachs a la cabeza) falsearon sus cuentas y animaron a los griegos a seguir una política suicida. Seguramente veremos en el futuro cómo se vende también la Acrópolis a precio de saldo, y así caerá el último símbolo del origen de nuestra democracia.

Aún así seguiremos cuestionando el fin de la historia. Los alardes de fuerza del neoliberalismo se estancan en la ausencia de una auténtica reconstrucción social, lo que derivará en la ineficacia de su propio modelo. 
La concentración de la riqueza en un número cada vez más reducido de multimillonarios y el aumento consiguiente de las desigualdades a nivel planetario, solo puede suponer el crecimiento de las tensiones globales y el colapso económico. Nos encontramos ante la misma opción que Neo ante Matrix: si toma la píldora roja que Morfeo le ofrece, se quedará en la alucinación del País de las Maravillas. Si toma la azul, despertará y comprenderá la realidad que se esconde tras esa alucinación. 
Por desgracia, ya nos hemos tragado demasiadas píldoras rojas. El esfuerzo que supone abrirse al pensamiento crítico parece lento y arduo pero necesario, ya que implica no aceptar el discurso del poder, asumir la amarga verdad, y desenmascarar las mentiras de nuestros dirigentes. Sólo así podremos avanzar hacia un cambio real.


viernes, 2 de octubre de 2015

Cuando la seguridad ciudadana deja de servir a los ciudadanos



Por Carles Giménez

Es ya una vieja excusa conocida, un justificante del beneficio, una especie de concesión económica a la opinión pública (cuando las circunstancias son difícilmente justificables) el esgrimir por todo lo alto el llenazo hotelero de la ciudad que suponen eventos de todo tipo, incluso algunos molestos, o incluso algunos generados por la soberbia de un alcalde y la justificación de los actos de una mafia de la construcción en la imposición de obras faraónicas esencialmente cuando están pagadas por los contribuyentes. 
Sí, estoy hablando de aquél llenazo hotelero que se esgrimió desde las oscuras páginas del boletín de Promecal en el que se alabó la afluencia de antidisturbios que se necesitaron para… ¿cómo decirlo? imponer el orden y que bajo ese orden ya se pudiesen imponer también (no es cosa ya de los agentes) los abusos de poder por parte del consistorio sobre el barrio.

Además de estos beneficios económicos con los que se pretendió justificar una actuación de fuerza desmedida contra la propia población de Burgos (por cosas similares fuera de la OTAN y especialmente en Oriente Medio eres invadido por las fuerzas de Estados Unidos y el Mosad con gran rapidez) uno llega a preguntarse, ¿cuál es la delgada línea que separa la actuación de funcionarios de seguridad pagados por nosotras para proteger y mantener el orden entre eso y pasar a mantener el orden para que los intereses de un grupo cerrado de dirigentes se desenvuelvan bajo la permanencia de una desmedida apariencia de control e incluso del miedo?

Si analizamos que el uso del pánico y del miedo, sin hablar del término “terror” ya demasiado politizado e inocuo de su verdadero significado, cuando nos encontramos en una situación con un grupo armado con pistolas y escudos frente a civiles desarmados ¿qué diferencias encontramos cuando sirven para el mantenimiento de un orden social o cuando sirven a un orden que al mismo tiempo beneficia a la expansión de la corrupción urbanística?
¿Pueden los escudos, la apropiación sistemática de una bandera, los santos patrones, los estautos y mandatos sobre papeluchos dotar ya no de legalidad (no vamos a discutir la ley) pero sí de legitimar moralmente a un grupo armado sobre la población civil a estas alturas en España (mientras el ministro de Interior se reúne con criminales imputados)?

Porque si se tratase de otra circunstancia, en el caso del conflicto del barrio de Gamonal ¿qué llevó a los agentes a detener entre otros a personas inocentes que no formaban parte de la protesta? Unas detenciones sin control no ayudan a mantener un orden sino tal vez a expandir el miedo. 

Si la estrategia hubiese sido tal tampoco podríamos culpar al cuerpo entero de una posible actuación no profesional, sabemos que en este tipo de organizaciones prevalece una jerarquía de hierro y que al igual que en otro tipo de organizaciones con funcionariado existen “cargos políticos” en las antípodas de la tecnocracia que actúan de maneras que la ciudadanía desconoce. 

Es sabido que en un grupo u organización con escudo, colores o bandera, si es de tipo piramidal, prevalece una especie de fidelidad a la organización que si alguna vez puede llegar a ser cuestionada (por discrepancias con altos cargos) bien se sabe también que prevalece la fidelidad a un grupo cercano o finalmente a los compañeros más allegados. Los altos dirigentes, expertos en utilizar grupos (ya sean partidos, plataformas, funcionariado etc…), saben de sobras que hay una gran facilidad para dividir grupos y que es difícil que un funcionario politizado pueda comprender a los ciudadanos que le están pagando y pueda llegar a haber una sintonía o empatía entre una fuerza de seguridad y la gente del barrio, aunque incluso se haya dado la orden de extender el miedo.

La existencia de cargos políticos, de funcionarios cercanos a autoridades que a diferencia de compañeros suyos no les baste con la mera tarea de servir a los ciudadanos sino aspirar a algo más cerca de los poderosos nos lleva a plantearnos a qué tipo de puertas giratorias pueden aspirar las fuerzas de seguridad, a qué tipo de organizaciones de seguridad privada acceden funcionarios tras su labor para con los ciudadanos, qué tipo de requisitos son necesarios para pasar de ser agente a llegar tal vez al cni, u a otro tipo de organizaciones con mayor retribución. 

Si existen requisitos más allá de la valía, y en este país es bastante posible, en favor de las amistades o lazos con dirigentes de los “santos despachos” es muy probable que sea la base junto al poder económico de una red de funcionarios que en ocasiones trabajen para intereses más allá del deber común o habitual. 
Esto ya ocurre en diferentes áreas del funcionariado, sobre todo en regiones con tradición de mayorías absolutas como la nuestra.

En un mundo donde el imperio del beneficio es la norma ¿hasta dónde puede conducir la represión dentro del margen legal de actuación?
En países de habla hispana lejanos encontramos ejemplos que han demostrado que los agentes de seguridad lejos de actuar en el mantenimiento del orden movidos por sabe dios qué oscuros intereses han llegado a colaborar con cárteles del narcotráfico y relaciones directas con alcaldes y caciques locales. 

Podríamos hablar de la complicidad para entregar a más de 40 personas a la suerte de un cártel por parte de los agentes resultando más de cuarenta desaparecidos de por medio que luego se han encontrado asesinados y enterrados en fosas ocultas.
Claro está que este tipo de hechos que han consternado a la comunidad internacional son un ejemplo lejano y extremo pero no dejamos de describir una realidad en la que fuerzas de seguridad hacen utilización de su autoridad para servir a intereses más allá de su deber y poniendo en entredicho la ética y la moral, un espejo donde resultaría muy delicado reflejarse e inimaginable llegar cruzando la delgada línea entre el deber y el poder.

El día día prosigue en nuestra ciudad con un diario que sigue criminalizando e inflando cifras contra una protesta en la que se dijo “basta ya de corrupción con nuestro dinero” y el consistorio, con la complicidad de una fuerza que dice ser de izquierdas,, continúa el linchamiento contra el barrio colaborando con esa misma corrupción urbanística que tanto colaboracionista y adepto tiene en nuestra ciudad.

Siguen empeñados en convencernos de que la protesta es de criminales y gastarse más de 20 millones de euros de dinero público en bulevares y plazas de toros es de gente honrada y respetada, rodeada de premios, becerros de oro varios.
Burgos seguirá con su estación de tren fantasma, algún día nuestros nietos acabarán de pagar la deuda del bulevar ferroviario, el cielo amanecerá algún día con uno o dos caciques fallecidos a cuyo nombre destinarán una calle o unos distinguidos premios. Pero nosotros nunca nos cansaremos de contar la historia de un barrio agotado que indignado dijo basta y que hizo capital cultural a Burgos 2014-15.

jueves, 1 de octubre de 2015

"Juan Vicente Herrera nos pone enfermos"

Cartel cedido por CGT Burgos
Por Burgos Dijital

El 30 de septiembre se han llevado a cabo concentraciones en todos los centros hospitalarios y de Salud de Castilla y León.En la provincia de Burgos fueron muchas las personas trabajadoras que se concentraron, no pudiendo ser más por estar bajo mínimos asistenciales y en el hospital de Burgos se superaron las 300 personas.

Las concentraciones coincidían en el tiempo, a la misma hora se celebraba la negociación del Ejecutivo Autonómico y las diferentes centrales sindicales que forman parte de la Mesa de Negociación de los Empleados Públicos de Castilla y León:

- la devolución de la Paga Extra de Navidad de 2012 en tres plazos hasta el año 2017, a diferencia de los Empleados Públicos de la Administración General del Estado, AGE, que la percibirán en octubre de 2015. En Castilla y León será necesario que esperen 18 meses para recuperar lo "robado".

- la devolución de los días adquiridos por antigüedad en la Administración, los "canosos", no será posible de momento, mientras los Empleados de la AGE ya los están solicitando.

- en otra galaxia queda la recuperación de la jornada de 35 horas y del poder adquisitivo perdido durante todos estos años, la soberbia de los representantes del Gobierno de Castilla y León, insta a los sindicatos a hacer la reclamación al Gobierno Central.

Según el sindicato CGT Burgos, la actitud de la Junta de Castilla y León es de un pasotismo, intransigente y poca sensibilidad hacia sus empleados públicos.