Soy leyenda.
Richard Matheson, 1954. Presuponiéndoos buena vista, he estado tentada de
acompañar esta reseña con la foto de la contraportada del libro, para que leáis
el resumen de la novela y así evitarme tener que destriparla. A mí no me
hubiera gustado que me contasen nada de esta historia, que consigue su efecto
por el ritmo que impone y que no puedes
sentir si estas pensando: Ay! Espera
que creo que ahora es cuando pasa esto... no, uno tiene derecho a leerla sin
que le prevengan ni adelanten nada.
El libro trata sobre la Vida; la excusa, una ciudad norteamericana después de una pandemia bacteriológica que ha dejado el resultado de un solo hombre vivo acosado por sus nuevos vecinos, vampiros que lo aterrorizan en la noche e intentan acabar con él. El hombre, el vampiro, dos cosmologías que se enfrentan, cada una cargada de razones que defienden su supervivencia y pugnan por convertirse en “lo establecido”. Y el resto no es más que un cuento tradicional del futuro, una explicación mítica sobre el pasado del futuro, sobre las razones que los que queden.
Blancanieves perdió la inocencia al morder la manzana que le ofrecía la madrastra, Neville, el protagonista, la perderá en el camino que va de sus razones a las razones de los demás.
El libro trata sobre la Vida; la excusa, una ciudad norteamericana después de una pandemia bacteriológica que ha dejado el resultado de un solo hombre vivo acosado por sus nuevos vecinos, vampiros que lo aterrorizan en la noche e intentan acabar con él. El hombre, el vampiro, dos cosmologías que se enfrentan, cada una cargada de razones que defienden su supervivencia y pugnan por convertirse en “lo establecido”. Y el resto no es más que un cuento tradicional del futuro, una explicación mítica sobre el pasado del futuro, sobre las razones que los que queden.
Blancanieves perdió la inocencia al morder la manzana que le ofrecía la madrastra, Neville, el protagonista, la perderá en el camino que va de sus razones a las razones de los demás.
Esta historia me
hace pensar en los personajes como las madrastras, las brujas, las chicas
seductoras que hacen caer en la tentación que acaba con la inocencia, y me recuerdan
a los limitaneus, habitantes de las fronteras de las antiguas regiones griegas,
los que vivían en las lindes que separaban su mundo del mundo de unos vecinos
desconocidos. De los limitaneus echaban mano cuando querían comerciar o
entablar relaciones con los otros, pues por proximidad los entendían y eran
capaces de traducir dos mundos diferentes entre sí. Pues bien, todas esas tentadoras de los cuentos
tradicionales me parecen limitaneus, habitantes de las lindes de los
protagonistas que traducen un mundo a otro y les llevan a comprender. Neville
tuvo suerte de contar con una porque, aunque yo no digo que la vida sea muy
puta, de lo que no cabe duda es de que no va a serte siempre fiel.
disculpad mi atrevimiento,por qué cree el autor de este artículo, que el libro se titula "soy leyenda",para mí leyenda es otra cosa,yo no encontré explicación alguna, aún entrando en el mundo de las metáforas.Gracias.
ResponderEliminar