La
mañana se caracterizó por una gran afluencia de medios de
comunicación y una total ausencia de las máquinas de las empresas
constructoras del Bulevar.
La
jornada comenzaba con una tranquila y nocturna calle Vitoria, a
excepción de la policía dedicada a identificar de manera un tanto
brusca a los pocos vecinos que comenzaban a concentrarse en el punto
de encuentro. Unas señoras desde la otra acera gritaban: ¡No
detengáis a los chavales, que no han hecho nada! Tras los trámites,
la policía procedía a retirarse a sus labores de vigilancia en el
otro extremo de la calle.
Los/as
vecinos/as fueron llegando hasta formar un grupo de entre 150 y 200
personas. Rondaban las siete de la mañana, una hora temprana y
fresca para concentrarse en la “zona cero” de las obras para
hacer frente a unas máquinas que no llegaron. Los
medios de comunicación también visitaron el lugar, algunos de ellos
muy cautelosos y preguntando por la seguridad de los periodistas a
los lugareños, especialmente profesionales que venían de Salamanca
e incluso un medio procedente de Berlín que aseguraba que su
agencia estaba bastante interesada en el acontecer del conflicto. A
medida que avanzaba la mañana, los convocados aumentaron en número
y también los medios de comunicación nacionales que entrevistaron a
algunos vecinos de Gamonal entre gritos de : ¡Televisión
manipulación! con avisos de los concentrados hacia la ética
periodística de los grandes medios. Los vecinos repartieron café y chocolate caliente, barras de pan y cerveza sin alcohol. Desde los balcones de una vivienda sonaba el himno a Burgos.
Este asunto se prolongó durante
toda la mañana y se llegó a discutir con el periodista de Radio
Nacional por haber asegurado entre los manifestantes, cuando grababa
su crónica, que existían comercios destruidos. Fue corregido de
inmediato por uno de los vecinos para que rectificase en sus
declaraciones y cambiase la palabra "comercios" por "sucursales
bancarias". Los convocados continuaron con sus toques de atención a
la prensa, especialmente cuando un medio de comunicación soltó un
DRON con cámara incorporada ante la perplejidad de los vecinos que
estaban siendo grabados.
Fue
finalmente dicho cachivache volador el único artefacto mecánico que
apareció en toda la mañana porque de las máquinas no se tuvo
noticia alguna, algo que se asumió como un éxito vecinal y de un
barrio
unido. En
la asamblea los manifestantes aseguraban
que no se moverán del lugar para impedir la entrada de las máquinas
y que seguirán así, turnándose entre ellos, a lo largo de la
semana.
Os decía que soy un burgalés viviendo fuera y estoy siguiendo con mucho interés todo lo que pasa y, frente a otras personas, me siento orgulloso de lo concienciada y valiente que se está mostrando la vecindad de Gamonal. Por fin puedo explicar a la gente quién es Méndez Pozo y cómo los burgaleses no transigen con lo que saben que es una injusticia.
ResponderEliminarMucho apoyo y ánimo.
Todo el mundo debe saber quién es Mendez Pozo, el cacique de Burgos que se cree el dueño de la ciudad, y con libertad para robar, engañar y manipular todo.
ResponderEliminarAlguno de sus trabajadores, los mas pelotas y rastreros dicen que Promecal es La Biblia. Entonces su dueño dios, claro
Esto ya no es una protesta vecinal por un barrio, es la chispa que le faltaba al pueblo para reaccionar y salir a la calle a defender su forma de vida, esa que nos están robando paso a paso con la disculpa de la crisis, Quieren dejar un Pais de incultos, alpargatas y boina como en los pasados tiempos. Así que el estallido Social esta servido.
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