Seguimos en Burgosdijital.net

Seguimos en Burgosdijital.net
Nos hemos trasladado a Burgosdijital.net

domingo, 19 de enero de 2014

Diario de Burgos: Una mentira de 120 años

Por Carolina R. Tenaz

En Burgos hay una gran mentira que se repite día a día desde hace demasiado tiempo.  Es una mentira que pasa desapercibida como el papel con el que se decoran las paredes de un museo.  En Burgos se ve en los quioscos, en los mostradores de los bares, en las bibliotecas, en las salas de profesores de colegios que ya no tienen dinero para libros.  Se mimetiza de verdad incuestionable en porterías, y  hogares de la tercera edad.  Se esconde como el buen veneno.  A veces se intuye bajo el brazo de padres y madres que lo llevan a sus casas.  Se induce a su manipulación en colegios en el nombre de la libertad de expresión, entendida como licencia para mentir a sueldo.  Esa mentira es el texto de la cabecera de uno de los periódicos de la ciudad:  “Diario de Burgos”.   

La preposición de tiene muchas significados.  En el caso que nos ocupa  debería denotar el origen, al igual que lo utilizamos para identificar la proveniencia de una persona, “Paquito de Soria”.   Así debió ser al principio  pero, con el paso de los años, han conseguido que la mayoría de la gente entienda  ese de como posesión, y que en consecuencia muchos burgaleses y burgalesas crean que ese Diario “pertenezca” a Burgos y  en consecuencia que ése sea “su” diario.  De esta forma, en el imaginario de muchos burgaleses Diario de Burgos forma parte de uno de los activos de la ciudad, como los monumentos, la gastronomía o las tradiciones; algo que se venera y no se cuestiona.  Esta mentira suele ser aderezada y reforzada con la utilización del artículo determinado “El” que al contrario que en otros casos no aparece en la cabecera.   Probablemente esa utilización empezó a gestarse en uno de los periodos en los que Diario de Burgos era el único rotativo de la ciudad, pero se sigue utilizando ahora que no lo es.  Diario de Burgos es conocido como “El Diario de Burgos” equiparándose así completamente a otros símbolos unívocos con los que muchos burgaleses se identifican, como  la morcilla de Burgos, o la misma Catedral. DE Burgos.

Esa gran mentira nos ha costado caro. Evidentemente, Diario de Burgos no es el diario de la ciudadanía de Burgos, esa es la gran mentira que acaban de revelar los vecinos cuando se manifestaban frente a la sede de PROMECAL.  Lo que ha quedado en evidencia es que Diario de Burgos es, en realidad, el Diario de Méndez Pozo, de su familia, de su casta de clase extractiva, y de los políticos que para ella trabajan.  Es un instrumento de poder para supeditar siempre el supuesto servicio público a los intereses contantes y sonantes de sus dueños.  No dudan en insultar con el objeto de destruir partes y colectivos de la ciudad a la que dicen representar y servir, si los intereses particulares así lo exigen.  Esa es la gran mentira de Burgos en los últimos 120 años:  El diario no ha sido de Burgos, sino Burgos del Diario y, a través de él, de los dueños del mismo.  Un sector importante de la ciudad ha gritado ¡Basta Ya!   Nunca antes tantos vecinos se habían opuesto a que los profesionales de la mentira les cantaran las bienaventuranzas y les explicaran  lo que pasa en SU ciudad.  Las consecuencias se verán en los años venideros. 

Diario de Burgos ha sido el tirano del imaginario de la ciudad.  Nada existía en la capital del Arlanzón si no aparecía en las hojas del periódico.  Ha pasado de ser la hoja parroquial a la portavocía de la patronal sin escrúpulos.  Siendo siempre juez y parte ha condenado a la hoguera y repartido absoluciones a discreción.  Burgos ha sido y aún es víctima de un maltrato psicológico.  Maltratada, como todas, por quien más presume de amarla.  Huelga decir que el responsable alega haberlo hecho por su bien.  Le han dicho tantas veces que era tonta, pacata e idiota, que ha acabado por creérselo.  Le han dicho tantas veces que le iba bien el gris...Hasta ha acabado por acostumbrarse a su complejo de inferioridad.  Le han indicado tantas veces que no se juntara con malas compañías que a veces se ha quedado sola y muerta de aburrimiento.  Siempre controlada por los:  “No te pongas la falda roja",  los "¿qué van a decir de ti?”,  “No digas eso ¿No ves que la gente se ríe?”,  “No vayas con Mengana que es un putón”.  Pero Burgos ya no es lo que era.  Hoy se ha puesto la falda, se ha atusado el pelo, se ha mirado al espejo.  Se ha gustado.  Ha decidido que estaba mejor sin maquillaje. Ha salido a la calle, y siente  que el viento del Norte juega con sus cabellos y  le acaricia la cara.   Por primera vez en mucho tiempo se siente libre.


Los vecinos de Gamonal frente a la sede PROMECAL editora de Diario de Burgos

5 comentarios:

  1. Este tipo de artículo, mejor, este artículo, con ligeeras variaciones para no cansar, debería publicarse cada semana en Burgos durante muchos meses de bastantes años, ........ y es posible que así, la gente abriría los ojos, aunque lo dudo.

    Por otro lado, hasta ahora tampoco ha habido otras formas escritas del devenir cotidiano de la ciudad, y cuando las hubo ya se encargó el Jefe de tirar a dar sin descanso hasta que cerraron..

    Un gran saludo a la autora del escrito, lúcido y cierto.

    PORQUE TAMPOCO SERÍA TAN GRAVE SI CONSERVARAMOS LA LUCIDEZ

    ResponderEliminar
  2. El Diario, se lee pero no se compra...más que nada por curiosidad.

    ResponderEliminar
  3. Sencillo, no lo leas, no lo compres, nadie te obliga y tienes otros innumerables medios de comunicación en la ciudad.

    ResponderEliminar
  4. innumerables medios locales ?....cada vez que un medio ha querido nacer o pervivir.....ya ha sido ahogado por el Diario.Claro que nadie me obliga....de hecho no lo compro, pero que diga la verdad....aparte de decirlo en las esquelas y en los anuncios de contactos que ya empiezo a dudar....

    ResponderEliminar
  5. hartodemanipulacion20 de enero de 2014, 13:43

    Boicot al diario, no lo compreis y pedid alli donde tomais cafe,cerveza,etc que no lo compren

    ResponderEliminar