El Financial Times, se hace eco de la barbaridad cometida contra los Titiriteros contratados por el Ayuntamiento de Madrid, encarcelados por un juez cuyo historial franquista está lleno de despropósitos, por una sátira en la que se mencionaba a ETA.
El ministro del Interior, proclama el terror que supondría que el PSOE y Podemos formarán Gobierno y tomaran, de esta suerte, decisiones favorables a la banda terrorista. También, la desdichada y rencorosa Esperanza Aguirre, pregona contra todo lo que se mueve en el Consistorio de Madrid su abyecta y canallesca diatriba: a la historiadora Mirta Nuñez, por ejemplo; a la concejala de cultura Celia Mayer, y todo lo que suene a Podemos.
Desde la emisora Intereconomía, con deudas a Hacienda multimillonarias, vierte a diario una ponzoña deleznable contra todo progreso o actitud democrática que suponga la intención de formar Gobierno, y que no contenga a la organización criminal que se cobija bajo las sigas del PP. Esto, unido a la basura diaria del "cojo de Teruel", la que vocea desde Libertad Digital, medio sufragado por el PP, y que no dudaría en disparar su "lupara" en cuanto pase por su vera un coletas o un muchacho tocado con rastas de Podemos, claro. O los artículos emponzoñados en los medios como La Razón, ABC, y otros de provincias en los que colaboran los plumillas a sueldo del grupo Promecal, Diario de Burgos entre ellos, manejados por ex-presos como Méndez Pozo, pongo por caso, hacen de este país un lugar en donde el miedo comienza a surtir efectos letales.
Ya no es la Ley Mordaza, las multas enormes a las que puede un ciudadano enfrentarse en cuanto ejerza su derecho a manifestarse, u opine del saqueo que el Gobierno lleva a cabo dejando a los ciudadanos en la calle, en la miseria. Es el hálito de pánico que vierten todos estos ladrones que se han adueñado del país desde su más que segura derrota. Las empresas y medios capitalistas les ayudan en este carnaval del terror cuyas máscaras fabrican en los bancos y en la bolsa. Temen perder lo único que les queda, su dinero, ( la dignidad y la honra la dejaron en el Congreso, en las acciones que llevaron a cabo para saquear el país ). Pero el daño ya está hecho. Ahora tratan de eclipsarlo con asuntos como el de los Titiriteros, o la inquina contra Carmena, Ahora Madrid, Podemos, etc. Nos quieren entretener con estas nimiedades de cabalgatas y títeres, o con la Ley de la Memoria Histórica que han abrasado sistemáticamente para vergüenza del mundo y que trata de aplicar Carmena.
Como dice en un magnífico artículo en este medio titulado Titiriteros escrito por Lola Robles, la pusilanimidad y cobardía de la alcaldesa nos puede llevar al desastre y a la vuelta de la caverna. El miedo de Carmena a estos canallas le juega malas pasadas como denunciar a estos creadores. Estoy de acuerdo con todo lo que expresa en este trabajo Lola Robles. Léanlo, no tiene desperdicio. Los que somos vecinos de Madrid lo entendemos muy bien. No podemos dejarnos amedrentar.
En cuanto la Fiscalía ha visto cómo las redes sociales concitaban manifestaciones para hoy, mañana y pasado mañana día 13, aquí en Madrid, y en otros puntos del país, que la prensa europea nos describe como atapuerquizados individuos, ha decretado libertad para los amigos titiriteros. Pero una libertad condicional llena de cárcel, de presiones, de condiciones leoninas: otro castigo injusto. Por eso debemos alentar la unión entre fuerzas de izquierdas, porque la máscara es reversible y nos embauca con su sonrisa de hiel. De hecho la llevan puesta y no lo notamos. En su reverso, si no está la lupara de Losantos, está la pistola de Hellín.
El dantesco espectáculo de las Audiencias de Madrid y Palma de Mallorca, por donde se pasean hijos de Reyes y dirigentes políticos por sus estafas, robos y enriquecimiento ilícito, es la ciénaga por donde el miedo se nutre y disfraza. Su máscara es tan sutil que no la detectamos hasta que muerde nuestra actitud dejándonos impasibles, inmovilizados. En cuanto derrama sobre las leyes su deletéreo aliento, sentimos cómo el paisaje humano se desazona, se manifiesta, grita incluso su dolor. Una y otra vez el aliento del diablo palpitando en la nuca de nuestros sueños...pero los de la infamia urden nuevas ingenierías para proseguir su fin que no es otro que la codicia y el poder. Tienen por norma la destrucción del ser humano, su alienación, el sometimiento a la dictadura del fascismo que llevan implícito en su ADN.
En tanto que esto acaece, el Presidente del Gobierno en Funciones sigue con su excrementicia retahíla de mentiras. Blinda a una desvergonzada Rita Barberá en el Senado a sabiendas que es carne de cárcel; todo esto después de afirmar ante sus secuaces que hasta aquí hemos llegado. Mientras, su ministro del Interior arroja hiel entre actos, actitudes e infamias.
Un miércoles de ceniza que abre la cuaresma de España: un calvario que llevamos sufriendo los que somos abuelos y hemos conocido cómo se las gasta el franquismo. Sobre todo con aquellos que dieron su vida por la libertad y que ahora tratamos de encontrar por esas tierras en donde estos asesinos trataron de ocultar sus crímenes. Pero el miedo no nos va a amilanar. Se concertarán las ideas y los programas. Colaboraremos desde nuestros humildes barbechos con la reja, el pincel o la pluma. Como tantas veces. Y les quitaremos la máscara, esa que infunde la hipócrita leyenda de que aquí nunca pasa nada.
Como los Titiriteros desde abajo, que desde la prisión siguen en libertad por mucho que su muñecos estén rotos, mudos o presos; aunque jueces cavernarios insuflen miedos desde leyes arbitrarias, caprichosas e injustas.
YO TAMBIÉN SOY TÍTERES DESDE ABAJO, como mi compañero Basilio el Bagauda.
Titiriteros
No dejarán títeres con cabeza