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Por la tarde se fueron concentrando vecinos de Gamonal de forma pacífica. Aquí vemos familias con niños frente a los policías |
En la confusión reciente es complicado tratar de poner orden en las ideas, pero he querido
empezar con los dos titulares dominantes en la prensa burgalesa, eso sí en interrogación.
La simpleza de los mismos está siendo superada claramente por los acontecimientos, y es que más que realidades, los titulares esconden de forma traviesa los deseos de sus editores, los amos del perro que ordena las dichosas obras del segundo bulevar de la ciudad cuando todavía no está pagada ni la mitad del primero.
El día de hoy ha sido tenso en Gamonal con multitud de pequeños actos semiespontáneos de protesta ciudadana, que no han concluido a las 23: 30 de la noche y que han desembocado en una tumultuosa concentración de ciudadanos jóvenes, más atrevidos, que se ha disuelto a golpe de porra, provocando el caos en el barrio.
¿Cómo se ha llegado hasta esto? Y lo que venga..., pues porque probablemente la democracia representativa tiene sus límites, y en Burgos, las intervenciones propuestas en el barrio de Gamonal, por su especial idiosincrasia, la carga original de un diseño urbanístico cargado de corrupción y en el que se formaron algunas de las grandes fortunas de los constructores de la ciudad ( entre ellas, casualmente, o no tanto: Arranz Acinas... y otros, -los Moliner-, etc...), chocan con la tozudez de sus vecinos que no están dispuestos a que otros, -casualmente, como digo se repiten algunos de los años 60-, se sigan llenando los bolsillos a su costa, porque las obras son a escote (las pagamos todos los burgaleses, más deuda a la buchaca).
Como decía, la democracia representativa, representada, valga la redundancia, en personas como Lacalle o el gamonalero Ibáñez, sólo escucha cuando ve viento a favor, y considera la participación el paso por una exposición de proyectos, todos iguales, en el que las variaciones eran el orden del carril bus, izquierda o derecha. Amén de cómo se hicieron las concesiones, ejem, ejem, la habitual transparencia de esta ciudad en la que el señor Mena Cerdá, a la sazón Fiscal Jefe de la ciudad nunca ve indicios de delito. Personas incapaces de ponerse en la piel de vecinos del barrio preocupados por asuntos tan prosaicos como el paso de la ambulancia, el aparcamiento o algo tan de sentido común como la necesidad de la obra en estos momentos.
Los vecinos formaron Comunidad, o como se dice ahora, una Plataforma, que con bastante esfuerzo personal de muchos de ellos han llevado adelante actos reivindicativos y de protesta con nulo resultado y menos escucha, porque la decisión estaba ya tomada. Efectivamente la protesta se iba desinflando porque no veían salida por la vía democrática y de la negociación ciudadana, y al mismo tiempo cundía la desesperación y la frustración. Y cuando las vías del diálogo se acaban, sólo queda la resistencia. Y esa es la opción que hoy han tomado muchos vecinos del barrio, sobre todo los más jóvenes. Nos comunicaban precisamente que hoy mismo la Plataforma contra el Bulevar parece que había tomado la decisión de terminar su existencia. Significativo hecho, cuando desaparecen los posibles canales de comunicación, sólo dejan salida a soluciones irracionales, y es fácil culpar al que lanza la piedra, pero en este caso, y ha quedado claro, sólo es el último actor de un drama que comenzó a parirse en los despachos de la Alcaldía y de la Vicealcaldía, probablemente atendiendo a las necesidades de los pagadores de la campaña electoral, como se barrunta por los mentideros de la capital.
¿Y también acudirá Ivonne Reyes a inaugurar la finalización de las obras o prefiere el rollito -noche de los Jefes en versión gamonalera, que pone más y es más real que la recreación histórica silense?
Tristán Acuña