Por Burgos Dijital
Es agotador el bombardeo de noticias de corrupción que hay en España, dado que ésta se encuentra a todos los niveles y salpica a todos los partidos que han gobernado la nación, diputaciones, ayuntamientos, autonomías, etc... Uno abre un periódico y parece que de sus páginas solo cae basura, llegará un momento en que iremos a leerlo al bar y el de la barra nos exhortará a salir fuera del establecimiento si abrimos las páginas debido al mal olor. Afortunadamente nuestros cuerpos de seguridad, agentes de aduanas, agentes policiales, agentes anticorrupción, han estudiado mucho y deben de estar muy sembrados en la materia de sociología y teoría de la comunicación porque intentan que todas estas noticias nos sean del todo digeribles y ¿por qué no? amenas, añadiendo toques de humor escatológico y alusiones infantiles al estilo de Muchachada nui. A la vista está.
Es agotador el bombardeo de noticias de corrupción que hay en España, dado que ésta se encuentra a todos los niveles y salpica a todos los partidos que han gobernado la nación, diputaciones, ayuntamientos, autonomías, etc... Uno abre un periódico y parece que de sus páginas solo cae basura, llegará un momento en que iremos a leerlo al bar y el de la barra nos exhortará a salir fuera del establecimiento si abrimos las páginas debido al mal olor. Afortunadamente nuestros cuerpos de seguridad, agentes de aduanas, agentes policiales, agentes anticorrupción, han estudiado mucho y deben de estar muy sembrados en la materia de sociología y teoría de la comunicación porque intentan que todas estas noticias nos sean del todo digeribles y ¿por qué no? amenas, añadiendo toques de humor escatológico y alusiones infantiles al estilo de Muchachada nui. A la vista está.
Uno no recordaría aquella operación tan importante y tan seria, ideológicamente unida a la guerra del terrorismo de los Estados Unidos, en 2001, en la que se desmanteló una trama dedicada a reclutar terroristas en España para el famoso Bin Laden, si no fuera porque alguna mente pensante (de los cuerpos de seguridad) bautizó la operación con el nombre de: “Operación Dátil”. Un nombre como éste, más apropiado para una redada en algún bar de Elche que para el terrorismo, fue el que bautizó tan noble misión de atrapar terroristas islamistas para enviarlos a Guantánamo.
Sin embargo la cosa no queda ahí porque este nombre se queda pequeño si lo comparamos con la gallega “Operación Pikachu”, una operación en la que se investigaba las tramas de corrupción que salpicaron en A Coruña a dos concejales, asesores, altos cargos, funcionarios y buena cantidad de esa trajeada gente de bien. Por si fuera poco uno de los responsables de la investigación estuvo a punto de cambiarle el nombre porque quería cambiar la saga y llamarla “Operación Doraemon”.
Si tenemos en cuenta que esta operación es una extensión de otra donde se investigaba la corrupción que llegó hasta el alcalde popular de Ourense, consejeros de urbanismo de Santiago de Compostela, el alcalde de Boqueixón y otros tantos políticos, y que contaba con el nombre de “Operación Pokémon”, es para decir: ¡Señores, por favor! ¡un poco de seriedad! Ya nos hemos dado cuenta de que cuando no investigan se dedican ustedes a ver el canal de dibujos pero ¡coño! ¡que la corrupción es un asunto muy serio! esto parece ya cachondeo y que nos roben no tiene ni puñetera gracia. ¿Qué tienen ustedes investigadores y cuerpos de seguridad en la cabeza? ¿Son ustedes conscientes de la imagen que están dando? o ¿es una estratagema para que nos tomemos todos estos robos a los contribuyentes a cachondeo? Por favor... que Gil y Gil lleva ya años muerto, ya está bien de corrupción edulcorada con comedia, ¡parece esto un tebeo de Mortadelo y Filemón!
A la izquierda los personajes de la serie Pokémon con Pikachu en el centro.
A la derecha el protagonista de Doraemon, el gato cósmico.
A la derecha el protagonista de Doraemon, el gato cósmico.
Pues a falta de ingenio la susodicha Operación Pokemón derivó en la “Operación Manga” y ya por lo menos de los dibujos animados conseguimos cambiar de género y pasar al cómic japonés, algo es algo. El caso Manga investigaba una presunta trama de sobornos y adjudicaciones públicas irregulares por lo que podemos pensar que el término “Manga” puede referirse al dicho “manga ancha”, si fuese así se salvarían. Después de ésta llega la “Operación Carioca” relacionada por un testaferro y empresario de farmacia, Jorge Dorribo, presunto cerebro de la trama de subvenciones y cohecho y ¿presunto? cliente del puticlub Queen´s que es donde se desarrolla la trama de prostitución que investiga esta operación. Se trata de una trama en la que un proxeneta recibía favores de la Administración y donde fueron testigos decenas de mujeres sudamericanas de origen muy pobre y con malogradas vidas a sus espaldas. Un asunto demasiado serio para andarse con nombrecitos y cachondeo.
Pero si creíamos que ya lo habíamos visto y oído todo aún quedaba la guinda del pastel, porque el señor Dorribo en sus declaraciones implicó ni más ni menos que al ex-ministro de Fomento Pepiño Blanco y al secretario general de Convergència Democràtica de Catalunya Oriol Pujol en esta trama de compraventa de sexo en dicho burdel de Lugo. Como era de esperar los señores investigadores se esforzaron un poco más y bautizaron esta nueva operación con el nombre de “Operación Campeón”. Hay que reconocerles el mérito de que por lo menos lo han intentado. Si el asunto no fuese tan grave y afectase a esas pobres mujeres, deberíamos decir que con este nombre han dado casi en el clavo, porque es para coger a esos señores políticos y decirles: ¡muy bien campeón, de puta madre contigo!, ¡te hemos pillado campeón!.
En fin, a veces viendo estos asuntos y cómo los tratan tanto las fuerzas de seguridad como la prensa "seria" uno ríe por no llorar. Mientras otros muchos dirían que este país es así, que si algo caracteriza a los españoles es que nos reímos de nosotros mismos, yo pienso que si analizamos los crímenes, las mujeres explotadas, el dinero robado, el cachondeo general que se resuelve pagando una fianza y que nadie va la cárcel... qué quieren que les diga, no tiene ni puta gracia.
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