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miércoles, 12 de noviembre de 2014

La ciudadanía del barrio de Gamonal


Por Juan Vallejo


La inmoral actitud que el Ayuntamiento de Burgos suele tener con el barrio de Gamonal, no es otra cosa que el designio dibujado por una calaña de ediles que ha ido trasvasando su prepotencia y caciquismo, cuando no su incultura, sobre sus sucesores desde hace decenios. Por esto de la memoria y su disipación tantas veces deliberada y llevada a cabo por el periódico centenario, Diario de Burgos, en manos de una pléyade de indecentes periodistas, conviene exponer las acciones de venganza sobre el barrio, que lleva a cabo este Concejo de vividores en donde se enquista y prevalece la idiocia y la maldad. No cabe otra lectura por la desfachatez con que las obras de la Plaza de Toros han sido asignadas a la más contaminada de las opciones.
Por los extremos de mi vida, camino solitario y da gusto coincidir, hablar con los vecinos del barrio de Gamonal, en los que encuentro una solidaridad ejemplar, por entre las casas derruidas del pueblo donde nací y por donde estuvieron enterrados mis abuelos, en un cementerio donde ahora se eleva un espantoso edificio, en la zona este del pueblo: tras la iglesia. Sobre sus piedras, el liquen, el musgo, desafiaban los aires del norte, con ellos tapizábamos los belenes de nuestra infancia; también el que se exponía en la Real y Antigua con trozos de cortezas arrancados a los árboles del Huerto del Cura lindante, con cuatro nogalas que relataban a los cielos las estaciones tan marcadas entonces. Ni un solo hito conmemorativo de estos creadores de la riqueza de Burgos se halla en el entorno, en los restos del pueblo: el reflejo del desprecio de Burgos a Gamonal. Prefieren llenar de escombros el alto de la iglesia con las cristinadas. 


La lucha por los derechos humanos de Gamonal, desbaratados impunemente por las corrupciones del Ayuntamiento, Caja Burgos, Bankia, Cámara de Comercio, y otras entidades no menos indignas, debe estar siempre en los libros de ética de la ciudad. Están los vecinos en las puertas de las entidades bancarias que desahucian sin piedad, en las cadenas formadas por los defensores de una sanidad pública; en donde se alzan las voces contra la corrupción, la especulación; es decir: no es un capricho, una animadversión contra el mafioso de la ciudad y su familia; más bien se trata de una actitud, de una forma de ser congruente con su anatomía moral, lo que desbarata cualquier intento de manipular la personalidad de estos vecinos cuya decencia para sí la quisieran los partidos políticos que denigran la alcaldía burgalesa. Una intención demagógica de asignarles intenciones políticas o espurias .


Conozco a muchos de estos luchadores, su precaria situación, el esfuerzo denodado con el que derraman sobre las horas y los días su afán por construir un mundo mejor. Seguro que muchos de ustedes están poniendo imagen y palabras sobre estas que escribo. No hay una obsesión contra Méndez y sus secuaces; simplemente se trata de derivar esos millones que se lleva el avaro a cotas imprescindibles para las necesidades perentorias: comer, un techo, una guardería, una dignidad que se les ha sustraído.

En otro sentido, da pena contemplar a centros, consejos de barrio y peñas, asociaciones de vecinos nutridos por “Pan y Toros”, tan numerosas en Gamonal, que en vez de luchar por estos derechos de los vecinos, en su mayor parte en paro y en pobreza, rebozan con la adulación y el servilismo a los Ibáñez, Cristinos y Lacalles, al mismo constructor delictivo al que imponen el tito de oro los cofrades de San Antón para vergüenza de dicha cofradía que se ha cubierto de gloria con este galardón al dañino cacique; al filántropo hipócrita de turno con tal de mantener el abrevadero donde se ceban y que impregna de chabacanería e incultura todo el circo que urde el Ayuntamiento. 
Modelados por el infausto alcalde Peña, trasvasan su hipotecado futuro a hijos y nietos, dejando una imagen de pobreza y miseria cultural que ha hecho de Gamonal un festival de ruidos y fealdad en los eventos que propone y mantiene el Ayuntamiento con el dinero de todos. Es el exponente de lo que usan los personajes que habitan el edilato: la incultura, la soberbia, la vulgaridad. Lógicamente, todos estos lacayos, adoran al dios Méndez y sus obras, vertidas en su codicia por el alcalde más desgraciado que ha tenido la ciudad: Javier Lacalle. Pan y circo: una alienación que eclipsa la verdad de un barrio pobre, utilizado por estos canallas para su provecho, sin parar mientes en la realidad que asola a las familias que anudan su pena y sufrimiento con la de sus abuelos, auténticos héroes oscuros de este escarnio, de esta mofa ¿Para cuándo un monumento a esta ternura, a esta generosidad?


La gran tarjeta negra que el ayuntamiento de Burgos entregó el Jefe Méndez, es la epidemia que se cierne sobre Gamonal año tras año. Si ayer fue el bulevar, es hoy la plaza de Toros la que monta su cajero automático en el cual no hace falta resguardo que justifique este derroche que sigue ensuciando el buen nombre del pueblo de Gamonal, que antaño entregó gratis et amore, eras, campos, ríos, veredas, árboledas e historias de gentes que han sido ennegrecidas por una estirpe de fascistoides e ignaros alcaldes. Este tenebrismo, envasado en el dogma y la avaricia tiene su exponente en la crueldad con la que ha sido tratado el antiguo pueblo de Gamonal de Río Pico, su iglesia, su entorno. 

La imagen del templo, único ejemplo del más puro gótico alemán, ha sido rodeada por una deposición de hormigón que alude al Tao de san Antón, en su hastial este, con pretensiones de monumento por el cual los peregrinos se estampan y no salen del asombro cuando se dan de bruces con aquel excremento desmesurado. 

Por el oeste con una horrorosa mugre de chatarra: un armatoste que es paradigma del feísmo, del orín, que insulta a los donantes de sangre a los que va dedicado, a la vez que obstruye cualquier perspectiva de la avenida Eladio Perlado. Ni que decir tiene que ambos adefesios son obra del concejal que lleva viviendo a costa del erario público quince años, metamorfoseando su chaqueteril concejalía al aire que sople. Les remito al impecable trabajo que sobre este asunto y en estas páginas escribió Carolina R. Tenaz.

La policía municipal, acosa a los vecinos de Gamonal con su obsesión por multar. Pareciera que tienen comisión. Su prepotencia y chulería es fácilmente detectable; ellos mismos con su arrogancia se delatan. Las calles de la barriada Juan XXIII han sido marcadas por bandas quebradas para disuadir los aparcamientos. En una vileza insólita, el alcalde Lacalle, quiere marcharse de Burgos con su farsa, su rencor hacia unas gentes que desvelaron su dependencia del Jefe Méndez, su pusilánime personalidad, su habitual incultura. Quedó en evidencia en toda España como un edil quebrado, insulso y mentiroso. Ahora pretende poner aparcamientos por doquier para embaucar a los comerciantes, cuya ruina es preclara. Quiere cobrar por aparcar a un barrio en total ruina. De este modo, con estas obras abona el peaje que el PP marcó a Méndez Pozo en su época de preso y condenado. Su mentor, el exalcalde Peña, ya cobró lo suyo de Bárcenas. ¿ Y éste?

Cabe pensar la inoperancia del PSOE, de IU y UP y D para que todo esto tenga lugar, más en un escenario que apellida a España como la democracia más miserable de Europa, lo que les hace más impresentables. 
Da la sensación de que viven de puta madre en ese antro en que se ha convertido el ayuntamiento burgalés. Un telón de fondo por el que la Junta de Castilla y León ha vertido sobre los hospitales de Burgos la más vergonzosa de las acciones: el saqueo. Veremos con el solar de las trescientas camas quien efectúa la primera dentellada. Las nóminas socialistas desveladas recientemente en Valladolid y León, tienen continuidad en Burgos. Son insultantes cuando no reveladoras de que la política sigue convertida en un matraz de indecencia por donde obra el delito la mentira y la demagogia. Lo mismo da que sean sindicalistas que mineros: todos a robar.
Esta abotargada letargia de políticos y vividores responsables del daño infligido a los vecinos de Gamonal, tiene solución de continuidad en Burgos. Este medio ha diseccionado perfectamente todos los episodios que han llevado a cabo desde tiempo inmemorial las familias anidadas en el concejo de Burgos. Desde la expropiación por los generales Yagüe, Queipo de Llano y fascistas por el estilo de tierras y solares, donde se asienta la Academia de Ingenieros, por ejemplo, ( estaban sembradas las tierras cuando se las robaron a los vecinos de Gamonal ), la Barriada Illera, el solar donde se ubica la plaza de toros, el Dos de Mayo, la Ciudad Deportiva; todo el pueblo de Gamonal con el Monte de Villafría, etc, hasta estas acciones que se regodean en lo ya expropiado por encima y por debajo, poniendo sombreros o ahondando los cimientos de avenidas y viales para sembrar su codicia impune.

Ya no cabe mayor insulto a la inteligencia humana.

La admirable voluntad de los vecinos de Gamonal en esta contumaz lucha, es un símbolo a estudiar por el que nuestros hijos y nietos leerán cómo la democracia se hace cada día. Llegará el día, más pronto que tarde, en que esos monumentos a la fealdad ubicados en Gamonal, erijan la belleza de unas gentes por cuyos labios España se pronunció limpia de bandidos.


viernes, 17 de octubre de 2014

"Otoño"

"Monte de Estépar" de Juan Vallejo

Por Juan Vallejo
A los compañeros de la Memoria Histórica de Burgos



Entra la vida deslizándose por el envés de las hojas de los robles. Despeja sombras y varadas partículas de polvo que el verano ha depositado sigilosamente. Cual si un silencio anudara otro silencio y ambos confabularan un saludo. Los verdes del Veronés han cuajado un mortecino matiz que funde deslavados cadmios sobre las costuras de los árboles que surten de hiel al Monte de Estépar.

Vierte la amanecida escarchas antiguas licuadas de un bermellón insistente que todo lo impregna. De tal modo se acrisola este enfrentamiento de liquen y memoria, que las dentadas hojas optan por desprenderse. Las acompaña una incipiente rosada que escarcha el humus que cuaja la tierra. Una tierra de sienas y tostados que emulsionan cárdenos vetustos, como si las raíces de los árboles se hubieran confabulado con la sangre de los mártires que allí fusiló el rojo y gualda. Leves matices violáceos se vislumbran por los troncos de estos árboles sagrados, despertando en las costuras de sus cortezas llagas efervescentes por donde el ruido y la furia van relatando gritos y disparos, cual si un Faulkner cualquiera dibujara la no muerte; un incruento sacrificio de palabras amordazadas concebidas en el dendros, en el amnios de estos árboles de sangre y noche: verbalizan la vida por el aire de este monte inmortal. 
De tal suerte se instala la imposible muerte con esta naturaleza, que el yodo efectúa una imprimación sobre la cal: hebra en las osamentas un diálogo con las hojas caídas, recientes, opacas y quebradizas. Se fuga la palabra. Por ello el lenguaje lo pronuncia el viento, lo distribuye por el universo, lo propala en una circular y trasversal metáfora pergeñando un diccionario blanco de mudas oraciones. Los silencios son desvelados, la muerte rompe la muerte. El blanco consuma la cal. La sílaba muda queda aliada con la ira. Estépar sorbe el otoño en haces de adobe y espigas: labra el libro de los sueños rotos. El facistol del monte sujeta el cantoral de la estación desnudadora de la sangre. Coros de fusilados enuncian del cosmos la nueva estación. La insuerte esta echada.


Pisa el tapiz de esta consunción de verdes el silencio. Un amanecer tras otro dispone de este diálogo fúnebre. Lo fracciona en las presencias de muchachos muy jóvenes que liberan el plomo y el dolor. Pronuncian la anatomía del verbo de la libertad. ¡Cómo lo enuncian! Pareciera que unce el monte la noche con la noche anterior; queda tiznado el paisaje de amianto, de silencios hilvanados con rotas frases; detonaciones retumbando las cosechas: es el siena y la pólvora que licúa la libertad en una complicidad matérica.


Por el horizonte, blande, tremola el ocaso una franja de violetas e índigos que siegan del rojo de la libertad: escaldaduras de endrinos. Robados de la mies de las veredas, de las cunetas donde yace la vida que no fuimos, que no supimos amar, trazan un sendero de jaldes y amarillos. Los dioses se muestran satisfechos por esta savia relatora. Obra la inmemoria hachazos de hiel y desvela olor a pan, como si el trigo compareciera en el refractario hogar con la lumbre de las tumbas de tierra. 
Se enredan en las zarzas los últimos diálogos de las sacas. De ahí les desaloja este milagro. Ellos hicieron aquella sembradura y se trasvasa un silencio que descifra su reverso. Las lee, las pronuncia con vez queda, amatoria. En tanto que este portento acaece, los niños mayores que hurgan entre la muerte, hablan un insólito idioma capaz de dar razón de los sentidos allí desparramados. Un lenguaje bellísimo que habla de amor, de libertad, de solidaridad. Palabras que viajan entreveradas con ecos lejanos, a veces cercanos, muy próximos, como si la vida palpitara en las hojas desprendidas.

Mueve el viento este verbo por el paraje de Estépar. El otoño le recibe y a su vez le concibe.


lunes, 6 de octubre de 2014

"La democracia más miserable de Europa, es la democracia española"

A políticos y banqueros : "No llueve, son éstos que te mean en la cara". 22-05-2011 Archivo Burgos Dijital 



Por Juan Vallejo

Hace unos meses, en el Auditorio Pablo Iglesias de la UGT, en Madrid, en una charla coloquio que sostuvimos los miembros de la Memoria Histórica, el hispanista y escritor irlandés Ian Gibson, autor entre otras biografías de la de Lorca y Machado, comenzó su disertación de este modo: "La democracia más miserable de Europa, es la democracia Española". Nacionalizado español, Gibson seguidamente, apostilló: "un país que tiene en sus cunetas y montes miles de fusilados de la Guerra Civil, no es un país democrático ni decente".

En el escenario actual de esta España irredenta, en la que el Presidente del Gobierno miente descaradamente en el Congreso, alegando que él no ha hablado ni apoyado al delincuente Bárcenas, procurador y conseguidor de cientos de millones a través de mordidas e impuestos a los constructores de grandes obras para llenar de podredumbre las arcas del PP, cuando la realidad manifiesta es que le respaldó en sus delitos dignos de la más alta escuela mafiosa, en la que aprendieron sátrapas y sinvergüenzas como los Pujol y los sindicalistas y dirigentes andaluces, prebostes de la UGT y de la Junta de Andalucía, entre otros miles de ladrones que pueblan Ayuntamientos y comunidades de este país en donde Al Capone sería un pobre ladrón.

Y viene esto a cuento de las mordidas de Aparicio, Peña San Martín, relatadas en las listas de Bárcenas, al cual le han dejado como un apestado en la estacada. Cómo no iba a seguir trincando el defenestrado alcalde Peña, si por los años ochenta actuó prevaricando contra los intereses de Burgos en favor de otro pájaro de cuidado, el Jefe Méndez. Aún recuerdo las marchas de ciudadanos burgaleses a la Audiencia de Madrid, encabezadas por el canónigo Murugarren y otros estómagos agradecidos del delincuente, para pedir el indulto de semejante individuo, en tanto que el concejal Cristino recogía firmas para librar de la cárcel al hombre que más desprestigio ha causado a la ciudad de Burgos, dejando el estigma de una de las ciudades pioneras en esto de la corrupción, de la que salieron como hongos miles de alumnos que ahora se devanean por los juzgados de España.

La miserabilidad de nuestra democracia, no sólo está nutrida por el exterminio y holocausto de los demócratas republicanos, desperdigados por los páramos y montes de Estépar, la Pedraja, la Andaya, etc. sino por estos ladrones por los que la codicia se enseñorea y por donde políticos, alcaldes y concejales, clerigalla y raleas por el estilo se pelean por acercar sus lavativas y palanganas a la vera de estos mangantes. Lo triste de este espectáculo, que en Europa tiene la marca España, es que el daño causado es irreversible. Esta empatía de corrupciones, es una peste inexorable que cunde como la maldad y pervierte la realidad de los jóvenes, que ya no se fían de esta casta tan peligrosa como mortal. 


Las redes de familias colocadas en los abrevaderos oficiales: léase Ayuntamientos, Juntas, Diputaciones, etc, no son otra cosa que un cáncer en ciudades como Burgos en donde todo lo que concierne a la salud social, a priori, está dañado. Recuerden Galicia; repasen las sinecuras de cualquier municipio español. No se salva nadie. Es un país democráticamente miserable. Por muchos motivos devenidos de la Guerra Civil y del enquistamiento en el poder de las dos joyas políticas que alternan la corrupción, PP y PSOE. Desde sur a norte pasando por Levante, el hedor es insoportable. Queda un solar cuajado de servicios y servidores de los que Europa se abastece para sus cosechas; miren si no a algunos de sus representantes tipo Cañete, que con su machismo indecente tiene parangón con otro alcalde castellano repugnante, el de Valladolid.


Recuerdo un artículo de Javier Marías, en el que comentaba el espectáculo de ratas que, bajo su ventana ( vive al lado de la Plaza Mayor de Madrid ), se paseaban por el granito de las aceras y alcantarillas, en tanto que riadas de turistas pululaban por los restaurantes aledaños. O la inefable Botella haciendo el ridículo por Europa vendiendo un café con leche en la Plaza Mayor.
Si la democracia más miserable de Europa es la de España, no le va a la zaga Burgos con sus ayuntamientos y prensa licuados desde una corrupción que ha hecho paradigma en el país.
Un breve ejercicio mnemotécnico les dará a ustedes idea de la dentellada mortal que Franco infligió a España desde Capitanía General, trayendo como emblema al General Yagüe. Lean si no, el magnífico libro de Villaplana, Doy fe, donde relata la terrible muerte por fusilamiento de nuestro paisano, el músico Antonio José y de su hermano. O el documentado libro de Luis Castro, Burgos Capital de la Cruzada. O pulsen los testimonios y experiencias de los compañeros de la Prisión Central (la Universidad de Burgos) de miles de presos fusilados por los parajes de Burgos, dejando la provincia sembrada de demócratas asesinados vilmente, un crimen que no prescribe jamás y que está pasando una factura contumaz a la cultura de Burgos que no puede levantar cabeza ya que los prebostes, en su mayor parte, vienen siendo hijos, nietos, parientes de los asesinos. Segovia.

En un artículo de Carolina R. Tenaz, a raíz de los sucesos de enero acaecidos en Burgos, editado en Burgos Dijital, hacía un cabal estudio del daño irreversible que el Diario de Burgos vertía sobre la ciudad y su paisaje humano. La alternativa es la no cultura. Funde la megalomanía de los alcaldes y Cajas de Ahorros, hasta ahora cuevas de Alí Babá, con la involución más abyecta. La Fernán González, por ejemplo: un muermario del medioevo que tiene, como la Diputación, todas sus sesiones presididas por un enorme crucifijo, a estas alturas, lo que dice mucho de los diputados y académicos que mamonean de la entidad todo lo que se mueve. No queda un escritor o artista que se precie por estos lares. La diáspora es inmensa. Permanecen, eso sí, los del botafumeiro y el aguamanil, capaces de pulir las coronillas y artejos de sus mentores, a los que pagamos todos los burgaleses. ¡Cuántos profesionales excelentes han abandonado Burgos! También honestos funcionarios que no aguantaban más el reflejo denigrador de  algunas administraciones.
Tan infausto escenario, por el que circula esta ralea, desanima a los jóvenes, a los que tienen alguna inquietud y que no ven otra alternativa que entrar en la escolástica de Méndez Pozo o en el botafumeiro de la secta del Opus Dei, sustitutos de los seminarios y cuarteles que antaño sembraban Burgos, la comunidad castellana que más sufre el destierro de su juventud. Mas no se preocupen ustedes por esta seudodemocracia provinciana, instalada cual muñeca rusa dentro de otra tan ruin como la que evocaba el amigo Gibson, porque en su entraña, otra germina. Ya lo está haciendo, su letargia es tan sutil que apenas se percibe en el ambiente, no da ruido.

Duele Burgos. Uno tiene aquí a sus muertos y aunque uno lleve muchos años fuera, seguir observando este panorama, no deja de ser el fracaso de uno mismo que, de forma inexorable, observa cómo algo de su vida se ha esfumado sin dejar rastro.

Otros artículos:
En qué manos está la ciudad de Burgos!
Instituto Municipal de Cultura de Burgos versus cultura
Méndez Pozo, los huesos de Atapuerca y los asesinados en el monte de Estépar

lunes, 15 de septiembre de 2014

¡ En qué manos está la ciudad de Burgos !


Periodismo y vergüenza
Por Juan Vallejo


Los que hemos tenido el privilegio de formar parte de algún Consejo editorial a lo largo de la vida, hemos pulsado la cotidianeidad de excelentes periodistas ( me estoy refiriendo al desaparecido Diario 16 Burgos ) como los Escolar, Estrada, Esther Bajo, César-Javier Palacios, que, aparte de su dignidad como directores de un diario, creaban suplementos culturales, con el ánimo de dar acogida a la inquietud artística, literaria, de una ciudad insulsa en donde nada cultural germina, anclada en la Edad Media, con un diario fascistoide, trufado con la mitra del arzobispado burgalés y sus homilias cavernarias. Esta alternativa asumida por el desaparecido Diario 16 que tuvo con sus denuncias el honor de meter al Jefe de Burgos, Antonio Miguel Méndez Pozo, en la cárcel desde un periodismo contumaz e insobornable, tiene ahora su continuidad en este medio, Burgos Dijital.

La venganza, el rencor del dueño del Diario de Burgos, Méndez Pozo, trasvasados a sus seudoperiodistas y directores al dictado desde que lo comprara, que componen uno de los medios más corrompidos del periodismo nacional, hace un daño a los lectores, a la ciudad,  irreversible. La desinformación, la manipulación, el manejo de datos y prebendas desde sus páginas, hace insoportable el hedor que destila este medio. Les voy a poner un ejemplo:

Diario 16 Burgos, denunció en su día, hace veinte años, la destrucción de la Catedral de Burgos por la abulia y el desinterés del Cabildo, la Junta, el Ayuntamiento, etc. Dicha descomposición del emblemático gótico burgalés, fue denunciado personalmente ante UNESCO con informes demoledores que tuvieron eco en la prensa, radio y televisión nacionales en 1993. El Diario de Burgos no escribió ni una sola línea sobre esta documentada denuncia que dio como resultado una carta por parte de UNESCO al Cabildo amenazando con retirarle a la Catedral el título de Patrimonio de la Humanidad si no se ponía manos a la obra y llevar a cabo un Plan Director, que llevase como meta la consolidación y restauración del templo. Sin embargo, UNESCO escribió una felicitación inolvidable a través de una carta, a los que sostuvimos esta tenaz denuncia. El arquitecto de la basílica, Marcos Rico, declaraba por activa y por pasiva, que gozaba de extraordinaria salud la maravilla burgalesa, incluso ante los escombros de san Lorenzo. La Seo era una caverna oscura cuyas capillas y luminarias, gárgolas y picotas estaban ennegrecidas y anuladas cuando no descompuestas. Cerrada a cal y canto. La denuncia de esta dejadez por parte del Cabildo en los micrófonos de Antena 3 en el año 1993, por parte del que esto suscribe, dio como resultado una amenaza de denuncia por parte de Ramón del Hoyo, a la sazón presidente del Cabildo catedralicio si no se retiraba el título de "El Cáncer de la catedral es el Cabildo" con el que encabecé la denuncia. No se retiró el título y sí se abundó sobre el tema, apoyado con denuncias en los medios nacionales que veían, día tras día, cómo la Catedral se descomponía irremisiblemente.


El "suicidio" de san Lorenzo el mismo día de su festividad, en la misma puerta del Perdón, después de la salida de una boda, un sábado, que pudo causar una gran desgracia, vino a darnos la razón del abandono de la Catedral de Burgos por parte de unos canónigos vividores que utilizaban el templo como un jardín privado al que no tenían la decencia de regar ( ahora la explotan con la misma indecencia de antaño, sacando suculentos sueldos para vivir como Dios, después de que el pueblo obrara la Catedral con su consabida generosidad; eso sí : una misa por los bienhechores del templo una vez al año ). Diario 16, en su edición nacional, publicó un trabajo que envié desde París a raíz de la denuncia ante UNESCO, en donde me hacía eco del informe-denuncia, donde se  consiguió su compromiso de vigilar las tropelías e incurias del Cabildo. En efecto: todos se movilizaron en torno a los cascotes del suicida de la parrilla; también ante la presencia de Carmen Alborch en el templo por una denuncia presentada en su ministerio de Cultura en donde nos hicimos eco de la presentada ante UNESCO y de la pasividad de las autoridades burgalesas y su propietario, el Arzobispado. La ministra logró poner de acuerdo a las entidades concernidas en la responsabilidad del desastre Catedral. Gobierno, Junta, Ayuntamiento, y cómo no, oportunistas y filantropías hipócritas, de bancos, cajas y otras estirpes abrasadoras de la sociedad, hicieron presencia con sus logos y primeros planos con mitra, báculo, cheque al portador, etc. En tanto que los canónigos nutrían sus arcas con suculentos dineros para urdir la "venta" de un templo, precisamente a aquellos que la erigieron: el pueblo de Burgos que tiene que pagar por entrar en su casa.



Y ahí aparece el Diario de Burgos con su impresentable propietario y sus periodistas, poco menos como los salvadores del desastre. Y el Cabildo echándole la culpa al tiempo y su erosión.

Se consiguió la restauración de la Catedral de Burgos, gracias a un periodismo de compromiso y de dignidad. Echen mano de las hemerotecas, ahora colgadas en internet, de Diario 16, medio en el cual, el pintor Vela Zanetti, el poeta Victoriano Crémer y un servidor formábamos parte de su Consejo editorial con su director, el desparecido e inolvidable José-Luis Estrada Liébana y su compañera, la redactora Jefe, Esther Bajo, creadora del suplemento cultural El Dorado de Castilla, atalaya incomparable de la cultura de entonces.

A raíz de aquellos artículos y acciones, promovimos a Burgos ante UNESCO como ciudad Patrimonio, por lo que editamos un logotipo que encabezara todo lo concerniente a esta idea y varios trabajos para que no pudiera acaecer la misma desgracia que mordió inexorablemente a la Catedral. Se creó al efecto un listado e historia de los edificios proclives a dicho título y al entorno del templo gótico. Se unieron firmas a aquella declaración o pretensión encabezada por el Diario 16 Burgos, entre ellas las de arquitectos, poetas, etc. y el ministro Luis Atienza, burgalés en el equipo de Felipe González entonces en el Gobierno. Ni que decir tiene que el Diario de la corrupción no se hizo eco del asunto. Ni una sola letra sobre el tema.



Desaparecido el diario, y los alcaldes entonces vigentes, los Niño, Aparicio, Olivares, el Ayuntamiento actual retoma dicha pretensión de que Burgos logre el título de ciudad patrimonio. La miserabilidad del equipo de Cultura del concejal Fernando Gómez no ha tenido la decencia de mentar la idea del Diario 16, erigiéndose el Ayuntamiento como ideador del asunto. No han mirado en las hemerotecas las actuaciones que llevó a cabo el Diario 16 Burgos. Lógicamente, al no ser idea del Diario de Burgos, éste, con sus plumillas melifluos, ni lo ha recordado: no entra en su calaña plumífera eso de mencionar el origen de la información. 



Probablemente, el daño irreversible, infligido desde la presencia en las páginas de este nefasto medio a la ciudad, por los directores provenientes del periódico del Movimiento como Ruiz de Mencía  y estirpes falangistas al uso, como los Salgado y peleles actuales; los directores que siguen todavía al dictado los caprichos interesados del propietario de un medio desacreditado y panfletario llamado Diario de Burgos, erija a este medio como paradigma en la escuelas y facultades de periodismo de lo que no se debe de hacer en tanto que uno entienda que ser periodista es ser libre y decir lo que sucede. Todavía recuerdo la dignidad y bonhomía del inolvidable don Esteban Sáez Alvarado, director de Diario de Burgos durante la dictadura,  como medio hijo del Debate, diario nacional católico, hermano del Ya y muy lejos del Alcázar y la Voz de Castilla, periódico burgalés del Movimiento, donde abrevó el periodismo más infausto el que fuera, sin duda, el más nefasto director que ha tenido el  Diario de Burgos, Vicente Ruiz de Mencía. Fue el hazmerreír de los lectores. Un bufón manejado por Méndez Pozo, sin criterio ni personalidad alguna que dejó al medio a la altura las hojas parroquiales, que es como conocen a dicho medio los lectores. Después de haber ascendido a la presidencia de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad del Círculo Católico de Obreros de Burgos, desde su profesión de rapsoda y promotor de la más rancia y casposa Falange y Dios que lo fundó, ahora colabora con el muermario encantado de conocerse cada domingo.

¡Pobre ciudad! En qué manos está.

martes, 19 de agosto de 2014

Instituto Municipal de Cultura de Burgos versus Cultura

Arco de Santa María en cuyo interior se ubica la sala de exposiciones

Por Juan Vallejo

Un año más, si Dios no lo remedia, llegado diciembre, el Instituto Municipal de Cultura, IMC, perpetrará otro de sus vergonzosos eventos concediendo la sala emblemática de la ciudad, el Arco de Santa María, al pintor del Río. Este hecho, no tendría mayor significación si no hubiese adquirido carácter de eternidad a lo largo de los años, en que el organismo municipal cede anualmente, gratis et amore, la sala referida. Esta forma sistemática de prevaricar, agrede y desprecia a tantos y tantos creadores, jóvenes y no tan jóvenes, que luchan por exponer su obra en cualquiera de los espacios expositivos municipales que pagamos y mantenemos los contribuyentes. Es más: ni siquiera se contesta a sus intenciones de colgar o mostrar su obra,  sus instancias van directamente a la papelera. Este desprecio y esta desvergüenza, viene de muy lejos. 

El referido pintor monta cada Navidad su tienda de cuadros en el Arco de Santa María con el único afán de vender sus productos, lo cual, está prohibido según el Reglamento de las salas de exposiciones municipales. No se pueden vender cuadros en las salas de exposiciones municipales. Como prohibido está exponer dos años sucesivos en dichas salas.


Sí, el Reglamento contempla esto y que es a Criterio del Alcalde ceder la sala un año consecutivo. Lo que tendría explicación si la obra mereciera la pena o el evento así lo necesitara, una antología, una monográfica, etc. Pero da la casualidad de que año tras año, esta actitud repugnante del IMC, vierte su capricho sobre los bolsillos de los ciudadanos que pagan la luz, los empleados, los anuncios, etc, etc, a este pintor, alimentando estos circos que, bajo el signo del arte, tratan de satisfacer las bufonadas del personaje y sus correligionarios, dando a la ciudad un estigma seudocultural que nada tiene que ver con la seriedad que cualquier exposición requiere. Las obras se exponen recién pintadas, tiernas y sin el más mínimo criterio de seriedad.



El concejal de Cultura Fernando Gómez
Este agravio por parte de Ayuntamiento y su ínclito Concejal de Cultura, el siniestro Fernando Gómez, vertido sobre numerosos artistas, clama al cielo. No ya por el mero hecho de conculcar el Reglamento de las salas de exposiciones propiedad del Ayuntamiento, de sus vecinos, sino por las esperpénticas y siniestras muestras que se cuelgan en las paredes del Arco de Santa María, que nada tienen que ver con el arte y sí con el afán de comercializar dichos engendros que no resistirían ni una frase de cualquier ducho en pintura.
No es de extrañar pues, que la mayoría de las jóvenes y los muchachos creadores de Burgos, busquen cielos más propicios para enseñar su talento, pues quien debería volcarse con ellos, sólo lo hace con los bufones y palafreneros del Alcalde y sus secuaces; ya saben: los Cristino y compañía que inundan las plazas y paseos de chatarra, dejando Burgos hecho un adefesio que clama al cielo, pues los visitantes no dan crédito a lo que ven entre lecheras, armatostes, herreros, castañeras y quincalla sin fin.

Por cierto: este capricho de las "aparecidas" que, desde el alcalde Aparicio no tiene fin, ha propiciado un feísmo en la urbe digno de formar parte del museo de los horrores. Al lado de la Real y Antigua de Gamonal, dos artefactos del concejal pesebril, Cristino Diez, un personaje carrocero metido a ferrallista ( todo mi respeto a este gremio en donde se necesita talento y mucho oficio), muy bien descritos por este medio el 5 de agosto, que hieden. Sí, esa es la impresión que da ver las deposiciones de este individuo, que ha encontrado su forma de vivir de las arcas municipales después de nutrir la mafia del Méndez con los Peña y demás defenestrados del Concejo, aunque para ello tenga que dar vuelta a la chaqueta cada dos por tres; que presume de ir a dormir a los plenos municipales. Así durante once años: lo típico de elementos sin moral ni dignidad. Esta desfachatez, avalada por el Alcalde, no es otra cosa que el exponente más claro de la podredumbre de que está impregnado el Ayuntamiento de Burgos, cuyos concejales van alimentando, legislatura tras legislatura, la democracia más miserable de España, para deshonra de los burgaleses que con los elevadísimos impuestos que pone Lacalle a sus ciudadanos, pagan a esta caterva de vagos y vividores y los caprichos del IMC.


No contentos con el ridículo y el hazmerreír de la pretensión de Capital Europea de la Cultura, que dejó al jurado epatado con las infamias de los Cuevas, Cristinos, etc, siguen año sí y otro también, insultando al pueblo de Burgos y a sus creadores con la impresionante miserabilidad, que el Arco de Santa María exhibe con el nombre de exposición de pintura, cada Navidad.



No hay acto, festejo o movida, en donde no estén estos botafumeiros con la copa en la mano, disfrazados de artistas, llenando el ambiente de boutades y simplicidades o riéndole al Alcalde sus ocurrencias, eso sí: chupando el objetivo de las cámaras para su ego y el de su filántropo, el ex-preso Méndez Pozo, a quien tanto deben y veneran. Si no teníamos suficiente con la brutal especulación de este individuo, cuyos edificios cuartelarios deslumbran por su fealdad, hiriendo de muerte el paisaje urbano, ahora la ciudad muestra por rotondas y bulevares, los engendros del concejal Cristino. Pero no se le ocurra a usted describir este horror vacui, esta inmunda basura, porque el malabarista Lacalle le tildará de Cultureta.
El concejal Cristino Díez y su "sardina nuclear"

Qué diría el gran Maese Calvo si levantara la cabeza y viera la deposición hecha en homenaje a las víctimas del Yak 42 en la rotonda de Alcampo, o el testículo de Mahamut que pretende semejarse a una gota de sangre, en el monumento a los donantes burgaleses, embutido en un demencial sagrario en la confluencia de la calle Vitoria y Eladio Perlado.Y qué me dicen del espantoso busto que pretende ser Juan XXXIII a la vera de la Barriada que lleva su nombre.

Parece venido de ultratumba, como si le asustara el pedestal en donde le han castigado, el panorama que contempla. ¡Qué bien lo describe en estas páginas Carolina R. Tenaz! Un papa que asusta a los niños y a los adultos espanta. Cristino y sus cristinadas, intitulaba el artículo. 
Por no hablar de la inmundicia depositada en la iglesia de Gamonal, en su cabecera, único estilo gótico-alemán que existe en España, en donde este individuo ha descargado un aborto de hormigón que deja a los peregrinos sin habla. ¿No hay manera de parar estos delitos y atentados contra el paisaje y la cultura ? Alguien debe tomar cartas en el asunto y prohibir a este hombre seguir atentando contra la ciudad, sus plazas y sus calles. Y a quien se lo consiente, expulsarle de inmediato de sus competencias. ¡Ya está bien! ¿Dónde están los arquitectos, paisajistas urbanos, profesores de ética y estética, la Universidad;  estamentos que tenían que haber puesto el grito en el cielo ante este espantoso costumbrismo de llenar de fetos la ciudad? ¿O están todos vendidos a la mafia municipal? ¡Qué vergüenza! No esperen nada de la Fernán González. Ya saben: otro muermario nutrido a base de talentos.


Cabe preguntarse, qué delito han cometido los burgaleses, para que se insulte de esta manera a su inteligencia, después de vaciarles los bolsillos para pagar a estos indeseables. No se extrañen si un día aparecen Podemos, Queremos o el Sursum Corda y destierra toda esta corrupción al abismo de los engendros de donde nunca deberían haber salido.
El libro sobre los abortos que irrumpen en las calles y plazas de Burgos, está por escribir. Ardua labor le espera al que lo intente y un gran éxito comercial, pues todavía no estamos curados de espanto. El numen del concejal devenido a escultor, amenaza con otra defecación en otra rotonda; y el pintor del esperpento con abrir su tienda de cuadros de nuevo en el Arco de Santa María por Navidad. Eso sí, a costa nuestra. ¡Horreur! Avisados quedan.

jueves, 31 de julio de 2014

Méndez Pozo, los huesos de Atapuerca y los asesinados en el monte de Estépar

Méndez Pozo mirando unos huesos descubiertos en Atapuerca
con los directores Arsuaga y Bermúdez
Por Juan Vallejo
Hiere ver a Méndez Pozo, delincuente del Caso de la Construcción, cacique por excelencia de Burgos: el Jefe  (así le apodan todos los que saben de sus tropelías), encarcelado y amnistiado, tocado con un casco de obra, en las páginas de su diario, con gran profusión de datos y fotografías, rodeado de los tres directores de Atapuerca, manejando los huesos de la prehistoria como jefe de la excavación. Esta vergüenza, impregnada del oropel que sobre ella vierte el gobierno, la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de Burgos y un montón de instituciones como la misma Diputación burgalesa, patinando las osamentas de bruñido oro que deslumbra por doquier, atapuerquizándolo todo, es un insulto para los ciudadanos que pagan con sus impuestos estas satrapías.  Estos vividores de Atapuerca, de los tres artefactos ubicados en el mejor solar de la ciudad, no son otra cosa que el exponente más preclaro de la miserabilidad que suele la Prima Voce et Fide.

El Méndez y su tropa, ya no tienen jefatura en donde hincar su desvergüenza: Cámara de Comercio, Abadía de Silos ( flaco favor a los monjes benedictinos hace este elemento, que han aceptado su presidencia como Jefe de los amigos de la abadía ) y tantas instituciones que creen que con la presencia de este codicioso personaje, van a encontrar las prebendas necesarias para formar parte del club de los despreciables con mitra, báculo o título de Príncipe de Asturias sí viene al caso.


Al lado del muermario burgalés, en sus páginas, los huesos de los asesinados en Estépar. Fotografías de los niños mayores despertando las miradas de los fusilados ( que bello despertar el de estos demócratas acribillados por el franquismo vil, al encontrarse con la ternura y la luz circular de los ojos de estos chavales de Aranzadi ). Qué admiración destilan Paco Etxeberría, su compañera antropóloga Lourdes Herrasti, el director de la excavación Juan Montero, los componentes de Espacio Tangente, los criberos de los adminículos aparecidos entre los restos.  
Tantos compañeros que, sin cobrar un duro, han padecido el sol de justicia de estos diez días; la maravilla de encontrar un paisaje humano comprometido con la libertad, la justicia, la reparación después de la noche eterna. Igual que los vividores de Atapuerca que trincan todo lo que se menea. Un solo fragmento de estos asesinados nos dice sin tanta parafernalia y laboratorio y publicaciones mundiales, cómo somos, de dónde venimos, lo que somos capaces de hacer: herencias criminales de un dictador asesino, rodeado de generales asesinos cuyos hijos todavía pregonan sus crímenes como necesarios para la vida de ciudades como esta Prima Voce et Fide, donde ni una sola oración de los herederos que sacaron bajo palio al genocida generalísimo del refugio de estos hechiceros. Ni una visita de los responsables institucionales de la Camera Regia a Estépar, ni un euro para los gastos: pareciera que son hijos de los fusiladores. Con su silencio corroboran la masacre. Entretenidos en extirpar las morcillas de las sinecuras e inaugurar chatarra bronceril por cualquier esquina, desprecian la Democracia obnubilados con la tarea de poner a sus familias en los pesebres municipales y en la indigna Diputación.

Pero el arte es largo y la vida corta; el oficio tan difícil...y el relevo de los asesinados en Estépar ya está en las sienes de los jóvenes de Tangente, de Gamonal, de la Universidad, de las asociaciones, de tantos hombres y mujeres, que entienden que la mafia de Burgos ya está en el desolladero.



Las personas eran asesinadas con arma de fuego y  algunas presentan el cráneo destrozado 

Fueron asesinados. Este crimen no prescribe nunca. Nunca les encontraremos a todos. En el momento que aparece un camarada ya sabemos de la vileza de su muerte, con qué bala le fusilaron, que tipo de individuo le mató, su edad, cómo le ejecutaron y remataron a culatazos, cómo la misión de todo asesinato de estas características es hacer desaparecer el cadáver. Por ello no les visitan, porque son hijos de los asesinos. A ellos la cal viva les delata como cómplices de tanta desolladura.


Emergen con el sueño fresco de una República fascinante en estas fosas de Estépar que a tantos nos indica que el ser humano puede mejorar la vida. Entre estas jóvenes encinas brotadas desde sus restos, cuyo dendros relata la edad interminable de la democracia, la metamorfosis del viento, del verde viento que aroma este deletéreo paisaje de sangre y tenebrismo por el que la razón expresa su locura y la función clorofilica hace posible nuestra-suya respiración.


Gracias incontables gente de Aranzadi, de Espacio Tangente, gamonaleros y componentes de la Memoria histórica, periodistas de este medio "dijital" que con tanta diligencia mostráis la información adecuada al tiempo que nos toca vivir. Y a tantos visitantes familiares de los fusilados, cuyo olvido y perdón, jamás formarán parte de vuestra-nuestra libertad.


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