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jueves, 31 de julio de 2014

Méndez Pozo, los huesos de Atapuerca y los asesinados en el monte de Estépar

Méndez Pozo mirando unos huesos descubiertos en Atapuerca
con los directores Arsuaga y Bermúdez
Por Juan Vallejo
Hiere ver a Méndez Pozo, delincuente del Caso de la Construcción, cacique por excelencia de Burgos: el Jefe  (así le apodan todos los que saben de sus tropelías), encarcelado y amnistiado, tocado con un casco de obra, en las páginas de su diario, con gran profusión de datos y fotografías, rodeado de los tres directores de Atapuerca, manejando los huesos de la prehistoria como jefe de la excavación. Esta vergüenza, impregnada del oropel que sobre ella vierte el gobierno, la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de Burgos y un montón de instituciones como la misma Diputación burgalesa, patinando las osamentas de bruñido oro que deslumbra por doquier, atapuerquizándolo todo, es un insulto para los ciudadanos que pagan con sus impuestos estas satrapías.  Estos vividores de Atapuerca, de los tres artefactos ubicados en el mejor solar de la ciudad, no son otra cosa que el exponente más preclaro de la miserabilidad que suele la Prima Voce et Fide.

El Méndez y su tropa, ya no tienen jefatura en donde hincar su desvergüenza: Cámara de Comercio, Abadía de Silos ( flaco favor a los monjes benedictinos hace este elemento, que han aceptado su presidencia como Jefe de los amigos de la abadía ) y tantas instituciones que creen que con la presencia de este codicioso personaje, van a encontrar las prebendas necesarias para formar parte del club de los despreciables con mitra, báculo o título de Príncipe de Asturias sí viene al caso.


Al lado del muermario burgalés, en sus páginas, los huesos de los asesinados en Estépar. Fotografías de los niños mayores despertando las miradas de los fusilados ( que bello despertar el de estos demócratas acribillados por el franquismo vil, al encontrarse con la ternura y la luz circular de los ojos de estos chavales de Aranzadi ). Qué admiración destilan Paco Etxeberría, su compañera antropóloga Lourdes Herrasti, el director de la excavación Juan Montero, los componentes de Espacio Tangente, los criberos de los adminículos aparecidos entre los restos.  
Tantos compañeros que, sin cobrar un duro, han padecido el sol de justicia de estos diez días; la maravilla de encontrar un paisaje humano comprometido con la libertad, la justicia, la reparación después de la noche eterna. Igual que los vividores de Atapuerca que trincan todo lo que se menea. Un solo fragmento de estos asesinados nos dice sin tanta parafernalia y laboratorio y publicaciones mundiales, cómo somos, de dónde venimos, lo que somos capaces de hacer: herencias criminales de un dictador asesino, rodeado de generales asesinos cuyos hijos todavía pregonan sus crímenes como necesarios para la vida de ciudades como esta Prima Voce et Fide, donde ni una sola oración de los herederos que sacaron bajo palio al genocida generalísimo del refugio de estos hechiceros. Ni una visita de los responsables institucionales de la Camera Regia a Estépar, ni un euro para los gastos: pareciera que son hijos de los fusiladores. Con su silencio corroboran la masacre. Entretenidos en extirpar las morcillas de las sinecuras e inaugurar chatarra bronceril por cualquier esquina, desprecian la Democracia obnubilados con la tarea de poner a sus familias en los pesebres municipales y en la indigna Diputación.

Pero el arte es largo y la vida corta; el oficio tan difícil...y el relevo de los asesinados en Estépar ya está en las sienes de los jóvenes de Tangente, de Gamonal, de la Universidad, de las asociaciones, de tantos hombres y mujeres, que entienden que la mafia de Burgos ya está en el desolladero.



Las personas eran asesinadas con arma de fuego y  algunas presentan el cráneo destrozado 

Fueron asesinados. Este crimen no prescribe nunca. Nunca les encontraremos a todos. En el momento que aparece un camarada ya sabemos de la vileza de su muerte, con qué bala le fusilaron, que tipo de individuo le mató, su edad, cómo le ejecutaron y remataron a culatazos, cómo la misión de todo asesinato de estas características es hacer desaparecer el cadáver. Por ello no les visitan, porque son hijos de los asesinos. A ellos la cal viva les delata como cómplices de tanta desolladura.


Emergen con el sueño fresco de una República fascinante en estas fosas de Estépar que a tantos nos indica que el ser humano puede mejorar la vida. Entre estas jóvenes encinas brotadas desde sus restos, cuyo dendros relata la edad interminable de la democracia, la metamorfosis del viento, del verde viento que aroma este deletéreo paisaje de sangre y tenebrismo por el que la razón expresa su locura y la función clorofilica hace posible nuestra-suya respiración.


Gracias incontables gente de Aranzadi, de Espacio Tangente, gamonaleros y componentes de la Memoria histórica, periodistas de este medio "dijital" que con tanta diligencia mostráis la información adecuada al tiempo que nos toca vivir. Y a tantos visitantes familiares de los fusilados, cuyo olvido y perdón, jamás formarán parte de vuestra-nuestra libertad.


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6 comentarios:

  1. Me ha encantado. El discurso de la ceremonia de clausura fue tremendo, sobrecogedor.
    Gracias por contar la verdad. No calléis nunca.

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  2. Gracias a todos aquellos que colaboran para que el dolor de lo incomprensible sea reparado.

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  3. ¿Cuándo va a dejar este tipo, que va de artista comprometido y no lo conoce ni el Tato, de hacer el ridículo, de vampirizar obras ajenas, de atribuirse méritos, de erigirse en protagonista de todo? Vallejo y su guerracivilismo... Cambie de discurso. Y de oratoria, por favor. Aburre hasta a los muertos.

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    Respuestas
    1. no son huesos, los huesos son los de Atapuerca, que de un hueso del dedo pequeño viven 3-4 años, varios listos vividores, con dinero de todos, los cadaveres de Estepar merecen un respeto, mucho más que el Miguelón ése, que no le conocía el Tato.

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  4. Ya veo que hasta el medio que se erige en adalid de las libertades censura comentarios... Qué asco...

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