Recientemente, la Real Academia de la Historia ha publicado los primeros volúmenes del Diccionario Biográfico Español, en el que se incluye una entrada de Francisco Franco de claros tintes apologéticos. El texto ha sido realizado por un autor de clara tendencia franquista, y en él no se reflejan muchos aspectos que ya se habían escrito por otros autores. Veamos.
El Diccionario dice que en junio de 1936 Franco se adhirió al proyecto de alzamiento militar contra la República. Lo que ya se había escrito es que los meses anteriores se había mostrado ambiguo, dubitativo, falto de decisión y extremadamente prudente a ojos de los conspiradores que, sin saberlo, le prepararon el camino.
El Diccionario dice que el golpe militar se convirtió en guerra civil. Lo que ya se había escrito es que el golpe fracasó parcialmente y provocó una escisión territorial que derivó en la guerra.
El Diccionario dice que República contaba con “fuerzas superiores” y que la hostilidad de Francia y Rusia le llevaron a una alianza con Italia y Alemania. Lo que ya se había escrito es que una de sus primeras decisiones fue procurarse el apoyo de la Alemania nazi y la Italia fascista, que dieron créditos y participaron directamente. Mientras, la República careció de tales ayudas y sufrió la inhibición de los regímenes democráticos europeos.
El Diccionario dice que la zona republicana “a sí misma se llamaba roja”. Lo que ya se había escrito es que se trataba de un territorio que había conseguido mantener la fidelidad a un régimen democrático que había admitido la presencia de diferentes colores políticos en su seno, no solo del rojo.
El Diccionario dice que, cuando en 1940 Francia cae en manos alemanas y Franco pasa del estado de neutralidad al de “no beligerancia” (más agradable a ojos alemanes), sólo pretendía ganar tiempo a favor de los franceses y en contra de un excesivo avance alemán. Lo que ya se había escrito es que, dado el avance alemán, Franco se mostró cada vez más favorable al régimen nazi, con objeto de obtener compensaciones territoriales.
El Diccionario dice que Franco quiso “evitar que se impusieran en el Movimiento los partidarios de Alemania”, es decir pro-nazis. Lo que ya se había escrito es que, de hecho, nombró a su cuñado Serrano Suñer, germanófilo, como ministro de Exteriores.
El Diccionario dice que “en Hendaya no consiguió Hitler un compromiso” de Franco para participar en la Segunda Guerra Mundial. Se da a entender que Franco en ningún caso quiso participar. Lo que ya se había escrito es que quizás Franco hubiera entrado en la guerra de haber consentido Hitler la creación de un imperio español en el norte de África.
El Diccionario dice que el envío de voluntarios al frente soviético, la División Azul, permitía compensar a Alemania y además “alejar a algunos de los más ardorosos partidarios del Reich”. Lo que ya se había escrito es que por entonces, entre 1940 y 1943, el régimen se mostrada entregado a satisfacer a una Alemania que se perfilaba como vencedora. Es a partir de 1942, cuando la situación alemana empieza a deteriorarse, cuando Franco comienza a distanciarse de los nazis. Al mismo tiempo, intenta una aproximación a Estados Unidos, Francia e Inglaterra, que comenzaban a perfilarse como vencedores.
El Diccionario dice que Franco acogió a “fugitivos procedentes de Europa, incluyendo judíos” que huían del nazismo. Lo que ya se había escrito, y que omite el Diccionario, es la extrema crueldad represiva para con los republicanos perseguidos por el franquismo.
El Diccionario dice que Estados Unidos deseaba “una evolución hacia la democracia” del régimen franquista por el “camino lento” y con una “transformación desde dentro”. También dice que Franco respondió a ello declarando la “democracia orgánica”. Lo que ya se había escrito es que el máximo deseo del gobierno estadounidense era frenar el avance del comunismo. Para ello el régimen franquista era un aliado seguro, y por eso la prestó su apoyo, no por una cosmética democrática que nadie se creía.
El Diccionario dice que en 1950 la ONU reconoce la legitimidad del régimen español. Lo que ya se había escrito es que tal régimen se había impuesto por la fuerza a otro verdaderamente legítimo refrendado en la soberanía nacional, y no en la fuerza militar.
El Diccionario dice que con el Concordato con el Vaticano de 1953 Franco consiguió “una tolerancia religiosa más amplia hacia judíos y protestantes”. Lo que ya se había escrito es que el clero afianzó sus privilegios, que y la influencia del catolicismo en la vida del país se institucionalizó.
El Diccionario dice que el ascenso de Carrero Blanco propiciado por Franco marcaba el camino a una “democracia social y representativa, sin partidos políticos, en que la familia, el municipio y el sindicato fuesen los canales para la selección de procuradores en Cortes”. Lo que ya se había escrito, y que omite el Diccionario, es que tal “democracia” se basaba en: la censura; la prohibición de sindicatos obreros; el control de Franco de unas Cortes meramente consultivas; cargos de gobierno no electivos, etc.
El Diccionario dice que desde 1958 Franco cedió poder “dejando a sus ministros la libre iniciativa”. Lo que ya se había escrito es que en todo momento procuró conservar la concentración del poder político en su persona mientras viviera.
El Diccionario dice que en 1959 inauguró el Valle de los Caídos, “en que esperaba se albergasen cenizas de los muertos en uno y otro bando”. Lo que ya se ha escrito es que se trata de un monumento a la victoria de unos sobre otros. Esta idea de equidad no parece desprenderse de la obra.
El Diccionario dice que en 1959 el presidente Eisenhower se reunió con Franco con “un grado tal de intimidad” entre ambos, que supondría el refrendo estadounidense del la elección de Juan Carlos, y no su padre, como rey. Lo que ya se había escrito es que su objetivo principal era pactar el establecimiento de bases militares en el país. Por cierto, el Diccionario no aclara lo de las “intimidades” entre ambos mandatarios.
El Diccionario dice que en todo momento Franco tuvo por objeto restaurar la Monarquía. Para ello, esquivó continuamente las pretensiones totalitarias de Falange. También dice que muchos falangistas eran contrarios a la evolución del régimen. Lo que ya se había escrito es que se valió del recuerdo del fundador de Falange para afianzar ideológicamente el régimen.
Muchas cosas se habían escrito sobre Franco, que el Diccionario ha omitido y tergiversado deliberadamente.