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miércoles, 24 de diciembre de 2014

¡Salud y felicidad!

El equipo de Burgosdijital les desea salud y felicidad en este final de 2014.  Ha sido un año intenso, emocionante y esperanzador.  Hemos vivido la victoria de los vecinos de Gamonal, las impresionantes Marchas de la Dignidad en Madrid, y cómo el miedo va cambiando de bando gracias a la mayor conciencia de la gente.  
Desde Burgosdijital queremos recordar y mandar un caluroso abrazo muy especialmente a toda la gente que no ha podido estar con nosotras.  Sabemos que habéis sido muchos y muchas las que habéis sido obligadas a marchar a otros lugares. Os echamos de menos. Os necesitamos. 
Hasta pronto.



martes, 23 de septiembre de 2014

Historias del exilio: 2008-2014

Por Arturo Blanco-White

Soleada mañana de agosto. Sopla una ligera brisa sobre la Bahía de Santander. El tiempo se detiene y se densa en ese no lugar -como lo definiría el filósofo francés Marc Augé- que es la sala de un aeropuerto previa al embarque. De pronto, por los motivos más azarosos, entre los que probablemente destaquen el aburrimiento y la ansiedad surge una conversación, el relato resumido de decisiones tomadas, alguien que ha decidido abandonar su propio terruño que no le ofrece alternativas, para probar suerte en Reading, próximo a Londres, donde le espera un familiar al que parece no faltarle empleo. Veinte y siete años y con los horizontes al otro lado del mar. Adiós a Maliaño, acaso para siempre.

Ryanair es una compañía que favorece los contactos físicos y fomenta la sociabilidad humana, de este modo una madre logroñesa cuenta entre satisfacción y pesar como su hijo sobrevive entre los escualos de Canary Wharf. No se pueden alojar con él, porque sólo dispone de un pequeño cuarto enmoquetado, menos mal, que unos amigos españoles también les han dejado un piso libre, mientras están asoleándose en sus originarias ubres repartidas por todos los rincones de la península.

Hora punta en la Central Line, de repente formamos parte de un emparedado de lechuga y lo que para nosotros sería jamón york reblandecido, regados por una mahonesa pegajosa, el vagón embutido forma parte de las delicias del lugar, al igual que en otras metrópolis. Un rostro enjuto, joven, pero pelón habla como si por entre sus labios se expresaran toda la amalgama de cuerpos retorcidos que se arquean dentro del vagón. “Al menos aquí tengo trabajo, llegué en el 2011 y sólo me ha faltado curre durante cuatro meses. Eso sí sobre las condiciones habría mucho sobre lo que hablar”. Barcelona le queda lejos, aunque destila algo de amargura cuando en su retina se forman las sombras de las Ramblas, parece ser que abandonó algo más que una ciudad. Pero la metrópolis lo escupe en la siguiente parada y lo engulle la corriente hacia alguna parte.

Viernes por la tarde en la City. Entrechocan las pintas rebosantes de espumosas cervezas y algunos más cool tintinean copas enrojecidas por vinos franceses de moda. Los jóvenes aprendices de tiburones financieros llegados de todos los rincones del globo, se solazan en los pubs, a los pies de los mismos centros donde se decide el precio del mijo en Mali, del arroz en Camboya, o sobre los bonos de la deuda griega. Flojas las corbatas, arremangadas las camisas, brillando el carmín, relatando las hazañas de la semana y los planes para el fin de semana, ocupan buena parte de la acera, de forma desenfadada, ocupados en sí mismos. De tal forma, que aun no han visto a Rubén, lleva ocho meses recogiendo sus copas, limpiando las mesas y barriendo las colillas que arrojan fuera de los ceniceros. Desde Linares a la City. Confiesa que no es el único que procede de España, hay alguno más, pero pertenece al otro grupo, a los cachorros de las corporaciones. Evita contactar con ellos, suelen ser de los más fanfarrones, y algunos, le consta, no superan la función de pisapapeles en sus oficinas.

Desde luego Islington no es uno de los barrios que aparecen en las guías turísticas londinenses, pero allí vive Pedro, originario de San Pedro de Sula, Honduras, probablemente una de las ciudades más violentas del planeta, por tanto su nuevo hogar le parece de lo más apacible. Pedro, lleva en la ciudad poco más de un año, ha conseguido trabajo como fregaplatos en un restaurante, y también limpia una tienda de hispanos a primera hora de la mañana, está contento, puede mandar dinero a su mujer y a sus tres hijos, que residen en el barrio de San Lorenzo, Segovia. Ha vivido en España durante trece años, se ganó bien la vida como camarero, pero el trabajo comenzó a escasear y optó por una segunda emigración. Con nacionalidad española y un par de hijos nacidos en Segovia, no quiere obligar a su familia a pasar por un nuevo desarraigo, además opina el colegio y los médicos son mejores en España, y la vida en el barrio también parece más segura y tranquila. Sin embargo, sus labios y las arrugas de su frente se preguntan con dolor si a sus hijos, les tocará emigrar de su recién estrenada patria, si esta como parece no es capaz de cuidar a su gente y menos a sus jóvenes.

Aunque un cortés joven rubicundo me ha explicado por tercera vez las instrucciones a seguir, y me he retirado asintiendo, lo cierto es que no he entendido a penas nada. Estoy vacilando en medio del pasillo con una llave que no sé que puerta abre cuando sale en mi ayuda la moza de la limpieza. Me explica con seca claridad y en castellano lo que necesito saber, que ha escuchado mientras fregaba las baldosas del único vestíbulo no enmoquetado que me encontrado hasta el momento. De la angustia paso al agradecimiento, e inmediatamente quiero entablar una conversación con mi anónima bienhechora. Sólo me reconoce su procedencia ibérica, y me rehuye dándome la espalda y evitando preguntas impertinentes. Veo como arrastra su cubo y su mocho, con un peto verde en el que aparece el nombre de la empresa de limpieza para la que trabaja y un número de teléfono.

Canterbury tiene mucho cuento, como lo tienen todos los lugares cuajados de historia, en los que parece que se detuvo el tiempo. Las naves de su espectacular catedral, tan aéreas ellas, trasladan a otro espacio, y a otras reflexiones. Sin embargo cada uno lanza sus señales, que son interpretadas por aquellos que pueden responder a las mismas. Así una camiseta de la marea verde en defensa de la enseñanza pública, atrae a cuatro personas que en un santiamén compartían pesares y sentimientos. Dos profesoras mallorquinas, un asturiano y una más de Zaragoza. Maestros exiliados. ¿Por qué pueden enriquecer y educar a los jóvenes británicos y se les niega el pan y la sal en la piel de toro? Las plegarias y la maldiciones se alzan y escapan por los altos ventanales del gótico inglés. El poder intenta acallar a quien es molesto, como ya hizo con Thomas Becket. A pesar de ello la resistencia toma otro color, y pasa del verde a la marea granate del exilio.

Los sevillanos tienen guasa. La necesitan más que nunca. La sanidad pública británica carece de humor, o quizá sea ese humor inglés tan irreverente él como socarrones los buenos mozos de la ribera del Guadalquivir. Son jóvenes y probablemente excelentes enfermeros, adiestrados a extraer sangre a todo tipo de pieles, pálidas sajonas, pecosas de antiguos britanos, negras antillanas, bronceadas de la India o Pakistán, e incluso alguna morena mediterránea, que de repente les pone un nudo en la garganta, y por un segundo se olvidan de su guasa, justo cuando más la necesitan.

El mismo agosto en Bristol, cubierto de nubes, suave brisa que procede del puerto. Tania ha llorado, aunque ahora trata de sonreír. Se esfuerza tanto, como el sol inglés en abrirse un hueco entre las nubes. Finalmente lo consiguen ambos. Una mañana, hace un año y medio, le llamó su jefe al despacho y le dijo que dejara el coche de la empresa en el parque empresarial de Sabadell. Se quedó extrañada. Lo segundo que le dijo fue que ya le llegaría el finiquito, por teléfono, y que no tendría que volver más. De sopetón, tras cinco años ilusionada, dejándose la piel en un “proyecto empresarial de equipo”. A partir de ese segundo, todo se deshizo como un azucarillo. En Bristol ha logrado olvidar, hasta que la visita de su ex-novio, le ha devuelto al pasado. No hay demasiado tiempo para emociones, Ryanair no espera.

                                                     

domingo, 6 de julio de 2014

Burgaleses exiliados, burgaleses ausentes.

Aeropuerto de Dubai 
 Por Lucas Mallada

A veces parece que en Burgos, tierra generosa, según los quereres y los himnos, no cabemos todos. Al menos esto se reconoce oficialmente en esta jornada que se dedica a los que se van, a los que emigran, a los que no se deja aire, porque sienten que se arrancian.

Aunque pueda tener el corazón partío, he ejercido de burgalés, sobre todo, fuera de..., cuanto más lejos más apegado al terruño; afecto que se desinfla en los periodos como el actual en los que me estoy enraizando en un lugar al que quiero propio, que a veces siento extraño. En el que a veces siento que no quepo.

Así recuerdo, cuando con mi abuelo, me acercaba a las campas de Fuentes Blancas a celebrar la que consideraba un poquito mi fiesta. Celebración por otra parte, que entona homenajes a octogenarios que en su día tuvieron que buscarse el pan, probablemente allende los mares. Pero también los hubo que necesitaban otros cielos, y otras tierras en las que poder florecer en libertad. No quiero desaprovechar la ocasión para recordar a un anciano burgalés que conocí en Sao Paulo (Brasil), viejo inquieto, que salido tarifando de un Burgos angustioso, cerril, que se hubiera bebido su sangre a la menor oportunidad. Recordaba con viveza y cierta sornar el miedo, y los silencios de una ciudad ocupada por el espeso manto de la cobardía y un Poder que quería conformar a sus habitantes en dóciles súbditos. Me alegro por haber tenido la suerte de haber conocido testimonios que han completado el recuerdo de una intrahistoria oficial que pretende continuamente desvirtuar o borrar directamente lo que no concuerda con su ideario.

Asimismo, en la actualidad, los burgaleses ausentes, son otros, muchos de ellos, También exiliados económicos, exiliados seguramente en busca de mejores oportunidades, de oportunidades que no se florecen en su tierra, a buen seguro porque la élite extractiva heredera (ideológicamente), de la que se aprovechó de las botas militares y las sacristías, sigue acaparando la tarta para sus vástagos, extrayendo los recursos, que se evaporan sin rendir cuentas (¿que ha pasado con las cajas de ahorros?, ¿quién está detrás del sobrecoste de las obras públicas, en concreto del hospital? ¿qué pasa con la deuda de los consorcios?, etc...), y todo ello a los ojos del resto de burgaleses. Con las instituciones atadas de pies y manos, al menos para una década más, dado que han dejado muchas facturas pendientes de pagar. Por tanto no se podrán iniciar otros proyectos que creen expectativas para todos. Por la avaricia de unos pocos, igual que antaño, en Burgos no cabemos todos.

Aeropuerto de Helsinki - El norte de Europa es un destino
laboral para muchos jóvenes españoles
Quisiera recordar a algunos amigos ausentes recientes de la ciudad, nuevos exiliados, que aportaran sus saberes allá donde residan, vaya ahí mi pequeño homenaje:

Hace unos días hablaba con Paola y Raúl, profesores de literatura en una universidad de Georgia (EE.UU.), cuando acabe el verano regresarán como las golondrinas al otro lado del mar; me escribo mucho con Gema, trabajando en Noruega en una granja; mi vecino Lucho, ecuatoriano, tras quince años en Burgos trabajando en la construcción, ha retornado porque en su país le ofrecían un puesto de maestro (su profesión) muy bien remunerado llevándose, a pesar de los lloros a sus hijos, burgaleses de nacimiento; David, no está teniendo mucha suerte, pero lo está intentado en Alemania, o si no en otro sitio, ha dicho que a España no regresa; Ana y su marido Ian, que tras intentarlo en Burgos, se marcharon a Australia con sus hijas y están allá estupendamente; César un prometedor arquitecto anda también por Noruega y sólo se queja de la falta de sol; y aunque no esté tan lejos porque no mencionar a Pachi, trabajando en Barcelona, aunque este verano esté sufriendo un ERE temporal...

Ellos buscan su futuro, mientras tanto, en Burgos, se nos escapa lentamente, al son de su marcha, dejando venerables ancianos que se merecen descanso pero que no tienen ya correa para tirar de una ciudad en peligro de acartonamiento..., y lo digo por los efectivos humanos que vamos quedando.

Creo recordar que a la Concejalía de la Juventud no se le ocurrió otra iniciativa que proponer un encuentro, creo con la Embajada de Canadá para mostrar el camino a los jóvenes burgaleses, digo yo que será para encontrar más motivos para celebra la fiesta de hoy, si no no se entiende el afán por regalar de balde lo mejorcito de nuestra sociedad... ¿será que los jóvenes molestan a algunos?


martes, 29 de abril de 2014

Castilla no es país para jóvenes

Por Carolina R. Tenaz.
Escudo del Instituto Español de Emigración
Castilla no es país para jóvenes.   La situación no es nueva ni consecuencia exclusiva de la crisis. Desde hace ya unas cuantas generaciones, cuando los jóvenes acaban el bachillerato o la universidad deben ir pensando en hacer las maletas.  Según el INE (Instituto Nacional de Estadística)  Castilla y León tendrá menos población en 2023, en plena era digital que en 1857, cuando aún no se conocía el telégrafo.  Se trata de una hecatombe demográfica que no tiene parangón en España ni quizás en Europa.  Al menos desde 1950, año en el que se alcanzó el máximo de población en Burgos y en la región, millones de jóvenes se han visto obligados a buscar otros horizontes para poder tener una vida digna y realizar sus sueños.  La tendencia que empezó con Franco no ha variado tras treinta años de estatuto de autonomía y más de 25 años de gobiernos del PP.  Es más, no sólo no han revertido la situación sino que agravan una enfermedad al convertirla en crónica.


Separación de padre e hijo  antes de partir al exilio económico
A pesar de habernos acostumbrado al exilio masivo de amigas o familiares y contar con un pasaporte que de momento nos pone a salvo de vallas con concertinas estamos ante un drama humano, familiar  que ha sido promovido o al menos aprovechado por la derecha autóctona para mantenerse más fácilmente en el poder.  Las migraciones no son sólo movimientos más o menos espontáneos de población.  Son, además, entre otras cosas, un arma política.  Normalmente son aprovechadas por el poder.  Franco las promovió como válvula de escape al no ser capaz de acoger la industria de Cataluña y el País Vasco toda la gente que era expulsada de la agricultura.  Era mejor que se fueran con las maletas de cartón a Suiza, Francia, o Bélgica  y de paso trajeran dinero a la familia.  Si se quedaban el régimen corría el riesgo de que exigieran una vida digna que Franco no estaba dispuesto a darles.  Siempre que un país emigra es porque está gobernado por parásitos.   En Castilla se condena al exilio a la juventud sin que las instituciones hagan lo más mínimo para impedirlo porque la juventud en Castilla molesta al poder.    La energía de la juventud, su inquietud y efervescencia genera desconfianza en unas instituciones que prefieren la quietud de la senectud y la postración.  La élite casposa y feudal de esta tierra lleva un siglo facilitando el centrifugado de la esperanza de regeneración que son aprovechados por otras ciudades, otros territorios, otros países:  Bilbao, Madrid, Barcelona, Alemania, Nueva York o Argentina.  Es un exilio económico pero también político.  Se exilia a la gente sospechosa de querer mejorar las cosas.  El exilio de cerebros, manos, brazos y corazones  jóvenes  es de lo que se nutre a la clase extractiva de Castilla y León.   Se sirve de la condena al destierro de los jóvenes  para  mantenerse en el poder y proseguir con la carcoma del edificio.  Importa poco un decorado institucional, que ha cambiado para que en el fondo nada cambiara.
Blog no nos vamos nos echan

No todos los jóvenes tienen que emigrar. No están condenados las nuevas camadas del PP.  Estos jóvenes de DNI y de espíritu senil tienen muchas posibilidades de ocupar puestos de responsabilidad pública y poseer una carrera tan beneficiosa para ellos mismos como calamitosa para todos los demás.  Gracias a las redes clientelares, las camadas del PP se colocan en los puestos de confianza como asesores de cualquier cosa,  monopolizan las fundaciones y empresas públicas sin currículum, y sin inteligencia.  Suelen presentar como único mérito el sacar diligentemente la lengua y morder cuando el amo lo exije.  También encontraron acomodo en las Cajas de Ahorros y Obras Sociales hasta que acabaron con ellas. La Universidad de Burgos tampoco ha escapado a su acción parasitario.   Los idiotas de carné son tan astutos para el bien propio como letales para el público y son el banquillo de otros de más relumbrón.  Entre estos últimos en Burgos se encuentra la "Generación Baeza":  Javier Lacalle Ángel Mariano Ibáñez, gran alquimista de las cuentas públicas, el inefable Eduardo Villanueva,  María José Abajo,  Malvido, o María Jesús Lope, la gerente del aeromuerto de Burgos.  Eso por citar sólo a algunos de los más conocidos. Nada de lo que tocan funciona.  ¿Cuánta gente de Burgos se encuentra desempeñando con éxito puestos de responsabilidad en medio mundo?  Los viejos-jóvenes sin escrúpulos vieron en el carné del PP la forma de condenar al exilio a parte de la juventud que más vale para que ellos, los mediocres, ocuparan su puesto.  En gran parte Burgos y Castilla se mueren porque aquí mandan los peores: los parásitos  
Exiliada en Montréal

El otro grupo de jóvenes que jamás tiene que emigrar es el de los que heredan la empresa de papá.  Hoy en día hay quien al heredar lo llama emprender.  Da igual los resultados académicos que tengan, o que no sepan ni un idioma.  Personas que no pasarían el primer
proceso de selección de ningún empresa pasan a dirigir la de papá.  A pesar de lo mucho que vociferan algunos empresarios de la ciudad para el único puesto para el que no existe competencia ni se exige es para el puesto de jefe.  ¿Cómo van a funcionar bien esas empresas?  En la nueva generación de empresarios burgaleses hay pocos apellidos frescos, y muchos de segunda y tercera generación.  No pertenecen al tipo de individuo de hombre hecho a sí mismo que tanto veneran sino que presentan como único mérito haber heredado de papá.   Sin embargo, como todo el mundo sabe, las empresas se heredan pero el talento no.  
Publicación en internet de la marea granate.  Exiliados organizados

Es necesario que los y las exiliadas de Burgos y Castilla sigan manteniendo el vínculo con la tierra de la que fueron desterrados por los mediocres y los corruptos.  Es necesario que transmitan sus conocimientos y sus experiencias.  Que vean y que cuenten a sus padres, madres, abuelas y amistades que en otros lugares las cosas funcionan de otra manera.  Que en otros sitios, la gente joven tiene oportunidades.  Que en otras tierras y otros países les tratan mejor que aquí.  En definitiva que en otros lugares se da oportunidades al mérito, la inteligencia, y la capacidad de trabajo.  No al tener un apellido de rancio abolengo o el carné del PP.  Os queremos.  Os esperamos.  Os necesitamos.