El día 9 de Octubre, miércoles, el grupo de Burgos de Amnistía Internacional, recogerá firmas y mensajes de voz dirigidos al Presidente del Gobierno para exigir que no se recorten los derechos humanos con motivo de la crisis.
Será en la Plaza del Cid entre las 18.30 y las 20.30 horas.
Queremos con este acto recordar que la protección del derecho a la salud, a la vivienda o al trabajo debe ser una prioridad, y que las obligaciones de los Estados, ni se atenúan ni se extinguen en tiempos de crisis.
La realidad nos muestra que los recortes están profundizando las violaciones de derechos humanos.
Por ello convocamos a los burgaleses, para que, por medio de su mensaje de voz, o de su firma, se sumen a estas peticiones al Gobierno de España.
Esto es lo que oyen nuestros gobernantes cuando les pedimos, una y otra vez, que no recorten los derechos humanos con la excusa de la crisis.
Esto es lo que oyen cuando les recordamos que deben proteger el derecho a la salud, el derecho a la vivienda y el derecho a manifestarnos pacíficamente.
La crisis económica no puede convertirse en una crisis de derechos humanos.
Las obligaciones de los Estados ni se extinguen ni se atenúan en tiempos de crisis.
Naciones Unidas ha exigido a España que revise las reformas adoptadas. Que las medidas de austeridad garanticen la protección de los derechos humanos.
Las personas deben ser primero.
Sin embargo, los recortes siguen profundizando las violaciones de derechos humanos.
La reforma sanitaria ha dejado sin atención gratuita a 873.000 personas. Personas con enfermedades crónicas, como el cáncer o la diabetes, no tienen acceso a asistencia sanitaria.
La vivienda adecuada sigue siendo un derecho negado a muchas personas. Cientos de miles de personas hacen frente a ejecuciones hipotecarias. Nadie que no cuente por sus propios medios con una vivienda alternativa debe quedar en la calle.
No es admisible que las fuerzas de seguridad hagan un uso excesivo de la fuerza cuando la gente se manifiesta pacíficamente. Ni que estos abusos permanezcan ocultos bajo un manto de impunidad.
Las crisis tienden a exacerbar las desigualdades de género. Sin embargo, el gobierno no ha evaluado el impacto de las medidas adoptadas sobre los derechos de las mujeres.
El gobierno debe:
· garantizar el acceso y disfrute del derecho a la salud sin discriminación;
· Garantizar que los desalojos se llevan a cabo sólo como último recurso y con pleno respeto a las garantías exigidas por el derecho internacional y adoptar y aplicar legislación que prohíba los desalojos forzosos;
· cesar la estigmatización de movimientos sociales que defienden derechos y
· garantizar que las respuestas de las fuerzas de seguridad a las protestas respetan los derechos humanos.
En un contexto de crisis económica, más que nunca, el Estado debe proteger a las personas.
¡Y hasta que nos escuchen, nos van a oír!
LA CRISIS ECONÓMICA NO DEBE CONVERTIRSE EN UNA CRISIS DE DERECHOS HUMANOS.
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