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sábado, 10 de octubre de 2015

Adiós a Chantal Akerman

Por Eduardo Nabal

La mirada secuestrada

Chantal Akerman, hija de  familiares judíos represaliados por el nazismo de los que sólo sobrevivió su madre nació  en Bruselas hace sesenta y dos años en Bélgica y se suicidó hoy en París donde ha ambientado algunos de sus trabajos más interesantes. 

Como otros autores a la vez pequeños y grandes, experimentales e intimistas  esta belga de corazón errabundo, mirada profunda  y alma feminista es una de las secuelas más perturbadoras y productivas de la “nouvelle vague”, una directora que se enamoró del cine viendo a Godard, pero que ha centrado su obra en el cuerpo, la sexualidad, las relaciones de pareja, sus eternas desavenencias y la consideración  de lo fílmico como prisión de la condición femenina, de la condición humana. 
Akerman parecía obsesionada por las arterias de la ciudad, por los espacios cerrados, por las paredes desnudas en las que las mujeres tratan de  dar sentido a sus vidas, de escapar a los prejuicios heredados y  a las construcciones de su cultura, a buscar el otro lado del otro lado…
Su obra comienza dentro del cine experimental y de vanguardia cercana a gente como Jonas Mekas , pero se ha dió a conocer gracias a obras aparentemente destinadas a un público más amplio aunque  igualmente descarnadas, irónicas y destructivas en su visión de las relaciones humanas. 
Historias de amor, sexo y desamor, de inclusión-reclusión femenina están presentes desde sus primeros cortos hasta sus últimos largometrajes. Entre ellas destaca “Jeanne Dielman 23 Quai du Comerce 1080 Bruxelles”, donde dos prostitutas combinan con desconcertante naturalidad la actividad de amas de casa con el ejercicio de su oficio en un pequeño apartamento. 
El filme fue rodado en 1975 y llamó la atención por su atrevido uso de los interiores y el fuera de campo, los pequeños ruidos y los grandes silencios.

 En el mar, con un grupo de muchachas en flor bañándose despreocupadamente,  comienza  el que resulta ser uno de los filmes franceses más extraños de los últimos tiempos: “La captive”, rodado por la directora en 1999. Y en un mar oscuro y devorador concluye esta inquietante fábula ¿moral? 
El voyeur es un varón de noble cuna que desde su posición activa/pasiva/agresiva  nos hace pensar en Hitchcock y también en el peeping tom de Michael Powell, intentando apresar esa forma femenina, matando lo que ama, o “El coleccionista” de William Wyler que con su alma de entomólogo y su personalidad psicótica secuestra a una joven para que se enamore de él  El síndrome de Estocolmo, La campana, el silencio, la ópera, el encierro, la mirada masculina, la resistencia a desaparecer y el silencio de las mujeres viendo cine hecho por una industria hasta hace poco bastante varonil. 
Una reflexión femenina y hasta cierto punto feminista sobre el cine como aparato fílmico, que originariamente se construye para el disfrute escopofílico del varón y del varón heterosexual, inquieto por la libertad de una mujer y por su capacidad de mirar a otras mujeres y sentir algo distinto por ellas


Las imágenes del comienzo, con la joven jugando en la playa junto a otras jóvenes,  están rodadas por un mirón que, a la manera del Scottie en “Vértigo” (De entre los muertos)  de Hitchcock  la  persigue con paciencia,  en coche y a pie, por las calles de París, como el héroe de Hitchcock seguía a “la mujer” por las calles de San Francisco … 
El protagonista vigila meticulosamente el trayecto exterior de una joven a la que, como luego descubriremos, mantiene cautiva en un lujoso palacete parisino. De nuevo la mujer en la cama. Simon (Stanislas Merhar), sospecha que su idolatrada y algo inane  Ariane ( la gélida e inconfundible Sylvie Testud) -una joven que, misteriosamente, se deja custodiar en esa alcoba en la que es una bella durmiente y una muerta viviente-  se siente atraída por otras mujeres. 
Esta mujer supone  para él un misterio y quiere tenerla controlada las veinticuatro horas del día. Una jaula de oro que también puede ser la “campana de cristal” de Sylvia Plath, la casa de la colina de las hermanas Brönte, las casas de “Sospecha”,  “Atormentada” o  “Encadenados”  de Hitchcock   o el palacio de lujo y falsedad  de “La prisionera” de  Marcel Proust. Nunca “La habitación propia” de Woolf ni el taller de poesía de Adrienne Rich, la reivindicación atraviesa la búsqueda de formas de contar poco convencionales aun  a costa de alejarse del gran público.

Akerman ha sido una de las directoras más reivindicadas no sólo por la crítica feminista, de la que ella también forma parte como ensayista y teórica,  sino también por una franja de la crítica especializada que ha seguido su  titubeante, desigual, y  prácticamente desconocida entre nosotros, trayectoria fílmica. Una carrera misteriosa, en ocasiones hermética, ahora truncada para siempre.

Nunca acabó de resultar una realizadora al uso, y su cine, sobre todo en sus primeros trabajos, se plantea como cine de combate desde un aparato, el fílmico, que viene históricamente determinado por la preeminencia del varón y su forma de concebir y limitar el mundo

 Aspectos como la reclusión femenina y su relación con los objetos, los muebles y el espacio ya habían sido tratados por la autora en algunos  de sus filmes como en la cinta   experimental “Je tu il, elle” (rodada en 1974 y destinada, sobre todo,  a las salas de arte y ensayo y posteriormente a los festivales de culto de cine lésbico experimental ) o en la más lúdica y accesible, pero no menos perversa,  Nuit et jour”, y aquí se insertan en una narración que avanza con inquietante languidez. 
Teóricas feministas del cine como Annette Kuhn o Laura Mulvey  han querido ver en algunos de los trabajos de Akerman una reinvención-deconstrucción del concepto tradicional del placer fílmico partiendo  de romper con  premisas narrativas tan básicas como la sutura o  el plano/ contraplano al insertar largos planos secuencia de mujeres en actividades y rutinas humanas y conyugales que rara vez suelen presentarse con realismo, y menos aún en tiempo real, en la gran pantalla. 
En esta ocasión Akerman se decanta por la ficción y el trasfondo literario (Proust, Barnes, Colette, Leduc Duras,  Sagan,  Wittig, Bolieau-Narajeac,) pero mantiene algunas premisas reflexivas sobre el placer-displacer del cine clásico y moderno, de ver y no ver y de la posición de las mujeres como objetos y sujetos en espacios abiertos y cerrados, en construcción o semiderruidos, domésticos y sin domesticar. 
Un espacio que volveremos a encontrar en su última comedia dramática sobre la desintegración de una casa y un matrimonio “Demain on déménage”, sin estrenar en carteleras españolas,. 

Junto a  la sombra de Alfred Hitchcock,  la de  Marcel Proust (“La prisonière”)  planea sobre “La captive”, un filme cadencioso y contemplativo, una obrade cámara” en que la autora reflexiona sobre la pareja, el amor, el sexo y sobre el cine mismo buscando, de nuevo, desconcertar al público. Estamos, pues, ante una obra que, al margen de sus influencias literarias y cinematográficas, entra plenamente en el universo de una autora, Chantal Akerman, que ha alternado el cine experimental,  el político, la reivindicación de la condición  de mujer -aquí convertida en muñeca, fetiche y finalmente en suicida- y la reflexión colectiva o individual sobre la identidad geopolítica  europea y sus cambios. Incluso ha hecho alguna incursión en el cine comercial (“Un romance en Nueva York”, una discreta, menor  pero agradable comedia romántica protagonizada por Juliette Binoche y William Hurt). 


“La captive”, filme de ficción que  se desarrolla con elegante y deliberada  parsimonia ante el espectador, con un ritmo contemplativo y  con claros  referentes literarios y resonancias de clásicos del cine, no escapa a esta rareza que  casi nunca busca la complacencia del público, sino más bien su máxima incomodidad. 
Una de las secuencias más irónicas y a la vez estremecedoras de un filme de sabor decimonónico, aunque ambientado en la actualidad, es aquella en la que Simon  interroga a una pareja de lesbianas intentando entender qué es lo que encuentran en una mujer que no exista o pueda existir en un hombre. Y una de las más hermosas es aquella en la que Ariane, que permanece casi todo el día en la cama, sale al balcón para dar la réplica vocal a una vecina que se arranca a cantar un aria de ópera, ante la mirada perpleja de Simon en la calle, al pie del edificio. Su cautiva tiene vida propia. 
La musicalidad de las voces femeninas es una constante en el cine irónico y trasgresor de esta mujer belga fascinada por las calles de París y los secretos que esconden sus casas, sus parejas, sus palacetes, sus barrios. 
Akerman no resuelve el misterio, y todo el filme tiene ecos del Hitchcock romántico, con esa banda sonora que alterna la música clásica y la imitación de los acordes evanescentes de Bernard Hermann, o la atmósfera  de las novelas francesas de amour fou, no eludiendo la cursilería, aunque siempre con el toque de una mirada corrosiva que,  sabiéndose de algún modo domesticada por los sistemas de representación imperantes,  se resiste a permanecer en silencio.

Akerman se consideraba entre las cineastas europeas más innovadoras de su generación, pues jamás cuenta las historias tradicionales, y mucho menos en la forma en que el público lo espera, sino que emplea el lenguaje cinematográfico y el estilo minimalista para explorar personajes y espacios cotidianos e ignorados. Sobre su filmografía se  ha dicho que se proponía  “trabajar exclusivamente con el lenguaje del cine, sin apelar a ningún tipo de elemento narrativo o sentimental... es el lenguaje en sí mismo la esencia de mis películas, que no quieren recurrir a las posibilidades de la identificación. 

Según sus propias palabras:
“Comparado con las instalaciones, el cine es un trabajo heroico, enorme, pues en las instalaciones puede verse el resultado de inmediato, pero en cine solo te enteras de lo que hiciste mucho tiempo después. La mayor parte de las veces, incluso en filmes experimentales, tienes que escribir una historia, si es que pretendes ganar algún dinero. Trabajos como A couch in New York son enteramente comerciales. 
Pero a pesar de todo me gustó escribirla, como diferencia. En los documentales, nunca sé lo que voy a hacer antes de filmarlos, y por tanto no puedo escribirlos, pues carecen de planes y de alguna manera son aterradores, pues pueden terminar de cualquier modo. 

“Siento que mi estilo está más cerca de Carl Dreyer que de Warhol, Bresson o Snow, con los que frecuentemente se asocia mi trabajo en el cine. En Dreyer está esa tensión entre las emociones que puede proyectar un rostro, o las cosas que el espectador cree ver en ese rostro. 

“Cuando era joven mi sueño era convertirme en una gran escritora. Escribí mucho, pero los grandes escritores me seguían impresionando. Siempre me digo que en algún momento pararé de hacer películas y me dedicaré de veras a escribir. Aunque parezca tonto y caprichoso escuchármelo decir, creo que la literatura es el medio que más me interesa. 

“Nunca he tenido carné de ningún partido y siempre me ha sido difícil adherirme a conceptos macropolíticos. Pertenecí unos meses a un grupo feminista y salí desilusionada. No soy una “cineasta feminista”. Pero siempre he tenido una conciencia muy clara de las situaciones injustas, soy incapaz de aceptarlas. Cuando de niña veía a mi madre, en casa, hacer todo el trabajo... el caso es que toda mi obra nace de experiencias muy íntimas, difícilmente comunicables, no de grandes ambiciones ni postulados teóricos. Pero, sin duda, el resultado final acaba por ser, de algún modo, político, universal. 

“En mi obra hay una voluntad de silencio, un deseo de callar para decir más en otra ocasión. En una de mis películas, Sur, trataba un linchamiento en una ciudad del sur de EE.UU. La policía había trazado círculos en la calzada para señalar dónde habían quedado esparcidos los restos del asesinado. Yo los filmé y creo que aquellos círculos resultaban más elocuentes, más traumáticos, que la visión del cadáver, algo que al fin y al cabo aparece hoy en cualquier película. 
Hoy todo se muestra de forma absolutamente literal, las imágenes bullen, pero nada sucede. Estoy muy de acuerdo con Proust cuando dijo que hacen falta nuevas estrategias para hablar de lo importante”. 

miércoles, 7 de octubre de 2015

El IMC adeuda 34.500 euros a la Parrala por las obras comprometidas durante la campaña electoral

Entrada al antiguo colegio los Parralillos

Por Burgos Dijital

El motivo de este comunicado es dar a conocer a la ciudadanía la situación crítica actual en la que se encuentra la Asociación de Artes Escénicas con el Instituto Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Burgos. 

Entrada al antiguo gimnasio
Los primeros meses de este año electoral el IMC prometía una mayor implicación con su apoyo, a la reforma integral de la sede de la Asociación de Artes Escénicas de Burgos (en adelante AAE), cuyas instalaciones cabe recordar son de titularidad municipal. 
En abril de este año el Ayuntamiento y el IMC anunciaron en prensa a bombo y platillo la contratación de 6 trabajadores para ayudar en la reforma del Centro de Creación Escénica "La Parrala". Contratación que fue llevada a cabo a través de un plan de empleo de la Junta de Castilla y León. 
Este convenio conllevaba una dotación económica de 30.000 euros, de los cuales 20.000 tenían que ser destinados a costear obras de mantenimiento urgentes, y 10.000 euros para la compra de material de obra.

Dicha contratación se realizó en un plazo record, en periodo pre-electoral y con fotos en prensa parece que todo funciona mucho más rápido. Este convenio fue gestado con una celeridad inaudita en los ámbitos públicos.

Una de las 56 bajantes colocadas nuevas
Tras varias reuniones con los representantes del IMC, se comprometieron a realizar el pago de esta partida en el mes de junio. Dicho pago comprometido, se ha ido demorando con falsas y continuadas promesas. En estas reuniones, además, se adquirieron otros compromisos para la realización de una serie de mejoras (asfaltado de exteriores, cambio de puerta exterior de entrada, acondicionamiento de jardines traseros, señalización vial horizontal), que correrían a cargo del IMC utilizando los recursos municipales. Todas ellas a día de hoy están pendientes de realización.

Ante esta situación la AAE adelantó y sigue adelantando con sus propios recursos, las obras de mejora integral realizadas: cambio cuadro eléctrico-instalación general, instalación de puertas de seguridad antipánico, arreglo de tejados y 56 bajantes y desagües, pintura exterior y mantenimiento general. Todas estas tareas llevadas a cabo por empresas privadas que necesitan cobrar.

A día de hoy todos estos gastos suponen un importe de más de 45.000 euros, con una deuda pendiente de pago a proveedores y empresas de más de 18.000 euros, deuda que está asfixiando el día a día de la asociación y cuyo presupuesto para los próximos 6 meses ya está comprometido.

Hace ya tiempo que la AAE, que engloba a 32 compañías de teatro de la ciudad, considera que la gestión realizada por el Instituto Municipal de Cultural tiene demasiadas carencias, considerando que la gestión cultural del IMC en estado crítico.

Antiguo gimnasio, ahora rehabilitado, para su uso como sala negra. 
Las compañías de teatro, creamos puestos de trabajo directa e indirectamente, cotizamos a la seguridad social, pagamos autónomos, IRPF, impuestos, y damos un servicio a la ciudad. Fomentamos la participación ciudadana, damos a conocer la ciudad de Burgos en las numerosas salidas con nuestros espectáculos, tanto a nivel nacional como internacional. AAE se pregunta: ¿Es así como los ciudadanos quieren que se gestione el dinero público destinado a la cultura en nuestra ciudad?

Con el presente comunicado la Asociación de Artes Escénicas quiere mostrar su hartazgo en la gestión que se realiza desde el IMC, con demoras insostenibles en los pagos de los convenios, que están asfixiando al tejido cultural de la ciudad, del cual, tanto el IMC como el Ayuntamiento se muestran tan orgullosos de puertas para fuera.

La Asociación de Artes Escénicas de Burgos, “La Parrala”, no aguanta más y dice basta, "Esta ciudad se merece una mejor gestión del dinero público y un trato digno al tejido cultural local". "En estas condiciones no podemos seguir trabajando dignamente".



domingo, 4 de octubre de 2015

Taller de Narrativa Fotográfica en Espacio Tangente



La construcción del mensaje fotográfico.
El taller del curso que comienza tiene como objeto estudiar, comprender y experimentar los conocimientos teóricos y las técnicas que nos permiten tomar una fotografía y expresar con ella lo que queremos transmitir al observador.
Contaremos para ello con varios especialistas en diversos campos que nos ilustrarán sobre el modo de significación, la construcción del mensaje y el análisis de imágenes permitiéndonos, asi, desentrañar y componer su significado.
Para las personas que se incorporen por primera vez habrá un día a la semana una introducción al revelado digital por medio de Photoshop y de Ligthroom 

Presentación: miércoles 7 de octubre 2015 a las 19 h en Espacio Tangente (Valentín Jalón 10 , bajo - Burgos)

Duración: de octubre 2015 a mayo 2016 
Dos grupos en dos sesiones semanales: lunes y miércoles de 19 a 21 h
Precios:
- Si eres socio/a de Espacio Tangente: tener al día la cuota anual de 2015 (40€) y 15€/mes
- Si NO eres socia/o: cuota anual (40€) y 15€/mes

Inscripción en Espacio Tangente: Valentín Jalón 10, bajo (Burgos) de lunes a viernes de 18.30 a 21.30 h o en info@espaciotangente.net

JAVIER ÁLVAREZ COBB
Nacido en Burgos el 4 de Febrero de 1953.
Técnico en Artes Plásticas y Diseño. Escuela de Artes de Burgos.
Trabaja en el area de la investigaciön del lenguaje fotográfico y de su aplicación a la comunicación de contenidos sociales y la investigacion estética.
Ha realizado numerosas exposiciones de fotografia digital desde el año 2000, simultaneando la documentacion sobre periferias urbanas en distintas ciudades del mundo con la investigacion acerca de la interacción de textos literarios y fotografia:
Gravity Rainbow; la novela de Thomas Pynchon y Axfisia, de Chuck Palahniuc son sus ultimos trabajos.



Ha publicado un libro que fusiona fotografía y texto literario sobre el urbanismo moderno ---Der Rand der Stadt--- El límite de la ciudad--dedicado al poeta Peter Handke y tiene en preparacion otros dos : La ciudad de Beijing y Las fortalezas del Estado Indio de Rajasthan.
>http://www.flickr.com/photos/alvarez_cobb

sábado, 26 de septiembre de 2015

Entrevista al realizador mexicano Julián Hernández

Por Eduardo Nabal

Julián Hernández (Defeño, 1974). Se dedica al cine (a verlo y a hacerlo) desde hace poco más de veinte años. Con cuatro largometrajes y alrededor de quince cortos en su haber. Ha ganado dos veces el premio Teddy que se entrega cada año en el Festival de Cine de Berlín. También es director de teatro y ópera. Aquí es conocido por el reciente éxito de su largo “El cielo dividido”. Está a punto de estrenar en Europa su último largo “Yo soy la felicidad de este mundo” (2014), su obra mas atrevida que lo ha situado, junto a Dolan, LaBruce u Ozon, entre los nombres mas controvertidos del cine LGTBQ de la actualidad.

“En mis películas, los personajes se expresan fundamentalmente a través del cuerpo. Todo el cuerpo”

. A pesar del éxito de algunos de tus trabajos recientes aquí no se te acaba de conocer bien por problemas de distribución. No obstante  “El cielo dividido”, una historia de amor gay entre dos estudiantes, sorprendió no solo tu atención a los detalles sino también tu dominio del espacio, el movimiento, la fotografía y los silencios. Nos puedes hablar de tu cine, de tus actores. Algunas se han considerado esteticistas pero otras sorprenden porque instalan belleza y romanticismo en un terreno que se ha vuelto algo prosaico.

Julian Hernández: Llegué al cine de manera accidental. Lo que en realidad me atraía era la música. Quería ser cantante de ópera. Me imaginaba sobre el escenario interpretando a Otelo o a Sansón. Nunca había pensado en el cine como posible profesión. El cine era una pasión heredada de mi madre, una gran cinéfila. Por ella conocí multitud de películas de distintos países. Cada sesión de películas iba acompañada de una larga charla en la que me contaba los pormenores de su realización, la vida personal de los actores, su carrera cinematográfica y establecía los nexos entre los directores de unas y otras. Su especialidad era por supuesto el Cine Mexicano pero su conocimiento no desmerecía al hablar del Hollywood de los 40 o del Cine Francés y Español. Cuando mis intenciones de estudiar canto de ópera no fructificaron, apareció entonces el cine como una opción profesional. Era lo segundo que más me gustaba después de la música. Hice el examen para entrar al Centro de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y sorpresivamente me quedé.

Aquellos eran años difíciles en la industria nacional y las oportunidades de realización profesional eran casi nulas. Aún así cursé la carrera de 4 años (1990-1994) aunque no egresé. En 1998 logramos reunir el dinero para filmar MIL NUBES DE PAZ CERCAN EL CIELO, AMOR, JAMÁS ACABARÁS DE SER AMOR, mi primer largometraje en 35mm. La película se estrenó en el Festival de Berlín de 2003 y fue ahí donde en verdad comenzó la historia. Desde mis trabajos escolares la sexualidad estuvo presente. El erotismo, el sexo y el amor, eran el vehículo por el cual los personajes hallaban una explicación para sus tribulaciones. Quizá vi demasiado joven las películas de Antonioni y estaba subyugado por la idea de que la humanidad está enferma y que esto se manifiesta claramente en la manera que tienen de asumir y ejercer su sexualidad. Pienso que esta idea se ha ido transformando en mí con el paso de los años pero no se ha modificado significativamente. Suelo escribir el guión teniendo en mente al actor que podría interpretar a cada personaje. No me gusta hacer castings, me resisto a ellos. Prefiero abandonarme a una suerte de flechazo inicial. 

Entre el director y los actores se establece una relación que en muchos sentidos se asemeja a una relación amorosa, de altísima intensidad, que tiene fecha de caducidad: 8 semanas. El sexo en mis películas responde a las necesidades de la historia. No busco crear un shock en el espectador. Existe un falso pudor al respecto de la desnudez, no solo masculina sino también femenina. Falso pudor y explotación descarada del cuerpo humano. En mis películas, los personajes se expresan fundamentalmente a través del cuerpo. La desnudez funciona entonces como un vehículo comunicador de las emociones de los personajes. Es en lo que se refiere  a la forma cinematográfica en donde radican mis mayores angustias. Hago planes muy elaborados y minuciosos sobre la manera en que debo realizar una película. Con frecuencia esos planes se modifican radicalmente durante la realización, el cine es un lenguaje vivo y como director debes tener la sabiduría de reconocer cuando la localización, los actores y el resto de tus colaboradores aportan algo valioso para concretar una idea acariciada durante largo tiempo. Aun así, hago todo el trabajo previo que me permita llegar a la filmación y darle espacio a eso que llaman la improvisación. 

Elegir el emplazamiento de la cámara es el momento definitivo  para un director, con el estás compartiendo tu visión ética y moral sobre las cosas que te rodean. Siempre es doloroso cuando aquello en lo que has puesto tanto empeño, y el trabajo de años, no logra su fin último que es encontrar almas afines que compartan contigo ilusiones y angustias; con todo el cine tiene la fortuna de que por pocos que sean los espectadores que lo vean siempre serán muchos, muchos más que los que logra cualquier otra expresión artística.

¿Cómo ve un joven realizador el México de los narcos, la corrupción,  la violencia y los crímenes sexistas? Supongo que tú tendrás tu visión de lo que ha sucedido recientemente y de las dimensiones sociopolíticas de todo ello en un país de gran riqueza cultural pero con un partido en el poder que no impide este tipo de cosas. No es bueno generalizar pero existen gobiernos que utilizan el miedo como herramienta, y no son pocos.

Julian H: Estamos viviendo un momento crucial en México, momentos de cambios, tensiones y resistencias. Desde hace alrededor de 20 años (1994) no vivíamos un momento de participación ciudadana tal. Los acontecimientos que ahora vivimos no son de génesis reciente, se forjaron a lo largo de los años del PRI en el poder, pero se potencializaron mucho durante los doce en que la derecha gobernó a sus anchas. La izquierda ha desaparecido corroída por sus propias corruptelas. Se pide la renuncia del Presidente, pero lo cierto es que no existe en el horizonte una figura capaz de canalizar las demandas de una sociedad enfurecida. Se dice con frecuencia: la lucha no es contra los hombres, es contra el sistema, un sistema insostenible . La historia se repite.

Tú procedes, como muchos cineastas, del corto y del documental que nunca has abandonado del todo. ¿Buscas financiación por tú cuenta o hay una industria del cine mexicano que no conocemos más que por cosas muy aisladas?

Existen fondos estatales para la producción cinematográfica. Acceder a ellos es cada vez más complicado, en un esfuerzo de democratización, se ha burocratizado en demasía el mecanismo. En mi caso particular, intento levantar los proyectos con recursos propios y solo buscar los apoyos para la conclusión de los proyectos. La llamada postproducción. Los cambios tecnológicos, la aparición de nuevos formatos generó durante algún tiempo que la producción se incrementara, pero como era previsible, los costos se equipararon rápidamente, de forma tal que realizar una película en formato digital es tan costoso como lo fue en su día realizarlas en negativo cinematográfico. Afortunadamente aparecen con alguna frecuencia nuevas miradas que nos hacen creer una vez más que es posible la total independencia.

No sé si te molestan las etiquetas o no. Pero ¿supongo que los Festivales Internacionales de Cine LGTB te han abierto alguna puerta?

J.H: En alguna época, hace mucho tiempo, desperdicie un tiempo valioso tratando de aclarar que no consideraba que mis películas pudieran clasificarse como “gays”, argumentaba que a mi manera de ver en “cine gay” tenía, como la comedia romántica y el cine negro, ciertas características que lo definían y que según yo no estaban  presentes en mi forma de abordar el tema. Era un esfuerzo inútil por tratar de resistirme a las etiquetas, que no siempre acaban de funcionar. Me preguntaban si era abanderado de algo. Ahora si se considera que mis películas representan a alguien además de a mí mismo, me parece ¡increíble! Pero no es la intención. Hace unos 15 años apareció mi primer cortometraje y desde ese primer momento se dijo eso. Era más joven y me resistí. Ahora ya no. Pero si, las etiquetas me aburren. Pienso que los Festivales LGTBI  dan su lugar al cine que principalmente por razones económicas, no logra adaptarse a los criterios de la distribución comercial, pues aún cuando en la actualidad hay un proceso de asimilación de lo gay, existen temáticas que incomodan, lastiman o cuestionan. Creo además que, en muchas ocasiones, estos festivales cuentan con mejores programaciones, más propositivas y novedosas que festivales más antiguos y reconocidos.

 La crítica internacional enseguida te ha emparentado con cineastas como Resnais o incluso Antonioni por el “tempo” de tus relatos, la importancia de los símbolos y el movimiento de los personajes en el espacio. Pero realmente ¿Quién o quienes han influido en tu cine a parte de tí mismo?

J.H: Esa pregunta es terriblemente difícil. Me gustan muchos cineastas. Mi lista de preferidos se incrementa diariamente. Descubro con frecuencia realizadores a los que había pasado por alto y siempre estoy dispuesto a dejarme impresionar por los nuevos directores. Pero hay unos cuantos a los que regreso con frecuencia y cuyas películas tengo al alcance de la mano para verlas una vez más o para revisar un fragmento. Esos son: Emilio Fernández, Roberto Rosselini, Leonardo Favio, Pilar Miro, Glauber Rocha, Serguei Paradjanov, Robert Rossen, Pier Paolo Pasolini, Roberto Gavaldón, Leni Riefensthal, Mikio Naruse, Catherine Breillat, Rainer Werner Fassbinder, Derek Jarman, Cecilia Mangini, Michelangelo Antonioni, Otto Preminger, Friedrich Wilhelm Murnau, Basilio M. Patiño, Marguerite Duras, Luchino Visconti, Konrad Wolf, Fritz Lang, Marcel Carné. Esos son algunos de los que están a un costado de mi escritorio.

 Los comentarios preceden a tus películas como a las de muchos. ¿Pero veremos aquí tu último filme o sólo en sitios determinados?

Afortunadamente “Yo soy la felicidad de este mundo” (2014) ha encontrado rápidamente compañías interesadas en su distribución, a pesar de ser el menos convencional de mis trabajos. Algunas veces para exhibirse comercialmente en teatros y otras para salir en algunas de las muy diversas plataformas digitales que existen en la actualidad. Soy un soñador y aun creo que el cine es un fenómeno colectivo que tendría que experimentarse en una sala oscura. Esto se vuelva cada vez más complicado, lamentablemente. Habrá que adaptarse a los nuevos rumbos de la exhibición.


jueves, 24 de septiembre de 2015

¿Quién delató a Fernando Gómez?

Foto de archivo: Fernando Gómez con el presidente del PP de 
Burgos y el ex-concejal José Antonio Antón
Por Burgos Dijital

Quizás pudiera parecer que éste no es el momento más oportuno que elige Burgos Dijital para hacer una crítica al periódico decano de la ciudad, dado que, como en anteriores ocasiones, se ha vuelto a convertir en el cuarto poder que observa, vigila y nos cuenta lo que se trata de esconder.

Si bien es cierto que Fernando Gómez está en la picota por la probablemente alegal pero, en cualquier caso, inmoral conducta demostrada tras el cobro duplicado de dietas, no es el primer caso ni el más grave de desvergüenza, cuando no de ilegalidad, que se ha producido en la pasada legislatura en las filas del experto en recursos humanos Javier Lacalle.

Vaya por delante que este medio ha denunciado y criticado el paradisíaco uso que el Atapuerqueño hacía de su cargo y sus responsabilidades, pero llama mucho la atención el pormenorizado trabajo basado en documentos públicos, pero bien custodiados, que ha realizado el periodista, convertido ahora en el superhéroe de la película: quien sabe si el señor Melcón presentará su investigación al premio “José de Larra”.

Tenemos nuestras propias teorías, máxime cuando hace al menos dos meses ya habíamos recibido rumores sobre un escándalo que iba a tener como protagonista a Don Fernando. 

Durante la tertulia en “Radio Arlanzón” ,cuyo tema central fue el “affaire Gómez”, el moderador e historiador de esa emisora relata: "que no hace más de un mes un importante afiliado del Partido Popular resuelve citarse con él en una cafetería de la calle Santander para entregarle las pruebas que serían la “tumba política” del Concejal de Cultura".

El periodista no sólo reconoce: "que no las recoge, advirtiendo de su gran honestidad por no convertirse en la lavandera de los trapos sucios del PP, sino que además, confiesa que tampoco muestra ningún interés en hacer públicas las revelaciones". Incluso podríamos llegar a pensar que le pidieron dinero. 

Si alguien estuvo atento ayer al debate que se produjo entre las 15 y las 16 horas en la emisora “Radio Arlanzón” podrá llegar a las mismas conclusiones que nosotras: Ni el Diario de Burgos vuelve a ser el látigo contra la corrupción política y empresarial de nuestra ciudad ni Fernando Gómez es el único impresentable en las filas del Partido Popular.

El periodista de marras no se molesta en investigar la batalla intestina que se libra en el partido Popular. Parece más que evidente que si para algo sirve el periodismo es para dar a conocer a la opinión pública lo que un mes después hace Diario de Burgos. 

Nos resulta muy curioso que la empresa de Juan Vicente esté más preocupada por la correlación de fuerzas entre IU y PODEMOS en Imagina Burgos, que en los tiros que se pegan los presuntos “amigos” populares. Lo que está claro a estas alturas es que la celada estaba hace tiempo ya armada. 

En nuestra teoría ocurre, que Fernando, que en su momento fichó por el PSOE, tiene muchos enemigos en el PP. Que el Alcalde es uno de sus pocos aliados y alentador de sus controvertidas políticas culturales. Que hay un montón de facturas sin pagar de "Opera Prima" en el IMC. Que el siguiente en la lista sucesoria al ayuntamiento es el señor Antón, que espera por segunda vez salir del banquillo al que le postergó los resultados electorales. Con grandes amigos en el ejército y participante en una seudo-secta religiosa. Que Gema Conde necesite la paga de liberada de Fernando Gómez allá por diciembre. 

Así que, puestos a pensar bien, exceptuando al señor Gómez, todo el mundo sale ganando: el periódico y su periodista de cabecera por el postureo; los delatores del partido, por cargarse al compañero molesto y poco implicado en el proyecto ideológico ultra del partido; el Alcalde porque tiene una posibilidad relativamente fácil de hacer dimitir al concejal poco querido entre los suyos; IB y Salinero a la cabeza porque aprovecharán esta oportunidad para cargarse el chiringuito “Proyecta Burgos” y potenciar el argumento de supresión de la administración paralela; y la oposición entera por tener la posibilidad de hurgar en las heridas purulentas del Partido Popular..

Sólo la ciudadanía se quedará con un sabor agridulce al saber: que entre nosotros viven unos periodistas que nunca investigarán el meollo de muchos "escándalos" y las traiciones de aquellos que siguen considerando que Burgos es su cortijo.

Otros artículos:

Desde Doha con amor: Vídeo de la no-intervención del concejal Fernando Gómez en la 38ª asamblea sobre Patrimonio de la UNESCO








El rodillo PP/C´s y el ego partidista en el pleno municipal
Javier Lacalle: el alcalde NI-NI

miércoles, 16 de septiembre de 2015

¡Burgos como nunca se ha visto!

Por María Rejas Redondo. Historiadora del Arte



Pinturas de Luis Valpuesta en el Real Monasterio de San Agustín (hasta el 30 de septiembre 2015).


Rudolph Arnheim, en su libro ‘Arte y percepción visual’ afirma que “Todo aspecto debe su existencia a la luminosidad y al color”. Luis Valpuesta lo demuestra con cada una de las obras que este septiembre está exponiendo en el Real Monasterio de San Agustín en Burgos. 

Las formas y el color acompañan a la vida, acumulándose y enriqueciéndose, en las costumbres cotidianas, los paisajes, los objetos artesanales o industriales que nos rodean. En el caso de Valpuesta su vida se trazó con colores muy particulares; hijo de emigrantes españoles, nació en Caracas en 1952, entra en el dibujo y la pintura de manera autodidacta y esa afición infantil comienza a hacerse pública progresivamente. Primero formando parte del equipo de escenografía del colegio donde estudió, posteriormente como profesor de dibujo técnico y, más tarde, trabajando como diseñador gráfico. 

El lenguaje pictórico de Luis Valpuesta se ha forjado en esos paralelos del trópico; sus obras, realizadas en formatos y técnicas muy variadas, tienen ese pulso vital de realismo mágico. Destacan por la brillantez de la luz, la fuerza del color y la vibración de las formas. Sus temas subliman lo cotidiano y homenajean lo sencillo. 

En las propuestas pictóricas que nos hace se llega a percibir que su cuna en las artes plásticas la mecieron las gentes, las costumbres multiculturales, los paisajes, el color y la luz de su Venezuela natal. 
Así lo plasma en su primera gran obra en acrílicos, un mural para la parroquia salesiana de ‘La Dolorita’ de Caracas, situada en el barrio del mismo nombre. 
En ese mural las figuras centrales son una Virgen Dolorosa de piel oscura y estricto negro, acompañada de un Cristo resucitado de piel blanquísima y hábitos luminosos.

Con ese equipaje de luz y el brillo, Valpuesta llega a España en 1992 para descubrir, interpretar y plasmar, a su estilo, la tierra de sus mayores. Los acrílicos de Luis, debajo de su apariencia simple, juguetona y ocasionalmente transgresora, se apoyan sobre un sólido sustrato técnico. 

De Giotto (1266-1337) toma la frescura y sencillez al representar los edificios de su época. De los impresionistas sus técnicas para lograr el brillo y la máxima luminosidad a los colores. Del Pop-Art, de los años 50 y 60, su inspiración en temas cotidianos, pero ahora tratados con otros cánones muy alejados de las férreas normas academicistas y, en más de una ocasión, muy cercanos al comic. Valpuesta trasciende estas influencias reconocibles. 

La vibración que da a sus composiciones aportan la energía y el movimiento de la pincelada de los posimpresionistas y sus arriesgadas obras. Estar ante las obras de Luis nos lleva a evocar recuerdos que nos llaman al juego, a la alegría de vivir, y a la inocencia conectando así con los principios reivindicativos de la vanguardia. 

A su manera, Luis Valpuesta ha ido embebiendo, aprendiendo y, sobre todo, disfrutando hasta forjar un lenguaje propio, contundente, reconocible, minucioso que tiene una secuencia muy definida en su elaboración. Empieza con la elección del tema, saber ver; continua con el dibujo sinuoso y con un manejo especial de la perspectiva; finalmente, para llegar a contar esa historia con precisión, llena esos contornos con trazos de colores repletos de luz. 

Yo hago mías las palabras de Rudolf Arnheim (1904-2007), cuando estamos ante una obra de Luis. Con ellas “apreciamos no sólo una forma fantástica sino la particular calidad cromática de la misma”. Lo doy por cierto porque la selección adecuada de los colores es un problema clave de la producción plástica. Valpuesta mezcla y prepara cada uno de los colores que incorpora a sus obras; incluso, para dejar el testimonio de ello, en el reverso de cada cuadro, traza toda la escala cromática utilizada.


Luis Valpuesta conecta con esta nueva perspectiva de los clásicos, porque en las pinturas de Luis el color se vive; va a lo emocional, lo que sientes al ver sus cuadros se entiende desde las palabras de Eva Heller (1948-2008), en su obra Psicología del color en la que explica cómo actúan los colores sobre los sentimientos y la razón: “Quién nada sabe sobre los efectos universales y el simbolismo de los colores, jamás podrá emplearlos adecuadamente”. 
Luis lo sabe y por eso conecta con el espectador y sus cuadros conversan con el espectador.

Siguiendo esa vocación de diálogo, Luis ha desarrollado su vida profesional relacionada con la docencia, el marketing y las nuevas tecnologías. Valpuesta tiene obras en España, Estados Unidos, Italia, Suiza, Alemania, Holanda, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela, Camboya, Filipinas, y Nueva Zelanda. 
Su obra gráfica ha servido en muchas ocasiones, para realizar campañas de formación o publicidad, de ámbito nacional. 
Y para cerrar el perfil de este autor, hay que mencionar que a partir de los cursos de escultura y vaciado de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid (2011 y 2015) ha incorporado algunas obras escultóricas de pequeño formato. 

Siguiendo a Samuel Beckett (1906-1989) cuando dijo: “Cada palabra es una innecesaria mancha en la oscuridad y la nada”, todas mis palabras sobre la obra de Luis se me antojan ahora innecesarias. 
Les invito a que construyan las suyas disfrutando sus obras, empapándose de su propuesta de color y luz. 
Obras de una cualidad poderosamente vivificadora y que, en los tiempos que vivimos, lejos de toda oscuridad son enérgicamente necesarias. 

domingo, 6 de septiembre de 2015

JE VEUX VOIR: muros, bombas y desgarros

 Por Eduardo Nabal


El cine palestino es, hoy aún, una industria endeble a pesar de haberse creado una organización que lo protege integrada dentro de la OLP desde el año 1974, Una industria que, en realidad, no existe como tal pero que se forma ocasionalmente para rodar este u otro filme, desde la inmediatez aparentemente realista del documental de denuncia hasta los llamamientos a la paz a través de la ficción, la fábula y la alegoría. En ocasiones han sido directores como Eran Riklis (que acaba de estrenar "Mis hijos", sobre el racismo en una Jerusalén dividida) o coproducciones entre varios países los que han alcanzado mayor repercusión internacional consiguiendo convertir en estrellas internacionales a nombres como Hiam Abbas (Los limoneros), Luza Azabal (Paradise Now) o Yosef Sewid (The Bubble). Casi todo es frágil en la zona en términos de poderío económico aunque su esperanza y su lucha se base en creencias muy fuertes y en razones que no hacen sino aumentar con el paso de los años. El hecho de que la izquierda internacional desapruebe o repruebe abiertamente las acciones violentas sobre el pueblo palestino no ha cambiado el derecho de veto de Israel y EEUU en la ONU .Los cines del mundo árabe, incluso el mas sólido y de prolongada trayectoria , como el cine de Egipto o el renaciente cine turco, tiene muchas batallas perdidas, la batalla contra las guerras - también internas- y, aunque ocupación en Oriente Medio sea desaprobada desde varios frentes en favor de los derechos humanos. Un imperialismo que también se refleja a nivel audiovisual, limitando posibilidades de grabación, difusión, exhibición etc. En estas circunstancias han sido documentales, películas pequeñas o co-producciones, incluso películas de directores israelíes de izquierdas los que han abordado el tema del conflicto de Oriente-Medio desde el punto de vista de los territorios ocupados, aunque, en ocasiones, eludiendo los aspectos mas desoladores de matanzas y torturas, cárceles y extorsión. No obstante, el interés y la indignación que provoca el tema ha hecho que las primeras películas de realizadores palestinos (formados en otros países donde hay escuelas de cine) susciten un gran interés e incluso, en casos contados, logren satisfactorios resultados entre el público y la crítica internacionales.

Esto ha ocurrido con los filmes del palestino Hany Abu-Asad, las comedias alegóricas, mágicas o satíricas del nazareno Elia Suleiman ("Intervención Divina", "El tiempo que queda") y con varios documentales o co-producciones que denuncian los abusos del estado de Israel, como los documentales "5 cámaras rotas", "Chekpoint palestina" (o "La sal de este mar" el primer filme de la realizadora Anne-Marie Jacmir. A la libanesa Nadine Labaki hemos de situarla en un lugar donde el proceso de desarrollo, a pesar de las batallas continuadas y dispares- incluyendo guerras civiles- ha sido diferente. Labaki ha logrado éxito internacional como actriz y directora gracias a "Caramel" y, en menor medida, a la pacifista "¿Y ahora adónde vamos?" pero en su primer y mejor filme evita hablar de la guerra para mostrarnos una juventud distinta y una reflexión personal sobre la libertad , la feminidad y el peso vago pero persistente de las tradiciones sobre mujeres diferentes confluyen y trabajan en el espacio cálido de una peluquería en el corazón empobrecido de Beirut.

Del actor y director Elia Suleiman (definido como un Buster Keaton desencantado) al más exitoso Hany Ubu-Assad pasando por la propia Labaki o Anemarie Jaccir quién, no obstante, consiguió debutar en el cine con un equipo exclusivamente palestino y en su propia tierra,

El primer largo que saltó a las carteleras internacionales del realizador palestino Hany Abu-Assad fue "Paradise now", un trabajo controvertido que se anunciaba o promocionaba como una película que intenta entrar en la cabeza de un "terrorista musulmán" y que fue acogida con reservas por la comunidad judía estadounidense pero obtuvo un gran éxito internacional, con una nominación al Oscar incluida. El concepto o conceptos de terrorismo y musulmán siguen valiendo como una ecuación bajo la que se negocian conceptos como seguridad internacional y "lucha contra el terror" ocultando los verdaderos intereses económicos, geopolíticos y formas de control de instancias supranacionales.
Abu-Assah es un director relativamente joven que , como tantos otros/as, se formó como realizador en Europa, pero cuyo corazón fílmico sigue estando con las heridas interminables que sufre su pueblo, un pueblo al que tampoco presenta como un todo uniforme ni siempre solidario, siendo vulnerable al chantaje. Muchas películas sobre el conflicto Palestino-Israelí como "Paradise now", "Omar", "Ajami" (coproducción con Israel) o "Domicilio privado" del italiano Salverio Costanzo entran, sin negar su valor social o testimonial, dentro de las coordenadas del género del thriller o el cine suspense, porque las situaciones de violencia a las que se ven sometidos los habitantes por las fuerzas armadas israelíes o (en el caso de "Paradise now") los colocan en situaciones a la vez kafkianas y cercanas al cine de terror.

Los protagonistas de "Omar" son un joven y aguerrido panadero enamorado de una joven estudiante, un gran muro de piedra, real y simbólico, que los separa a ambos y también separa al arrojado Omar de sus aspiraciones personales, vitales y matrimoniales en un mundo mediatizado por la crueldad, el chantaje, la división, la tortura y la violencia.

Fanon ("Los condenados de la tierra") planteo la cuestión del amor al colonizador, de la servidumbre, el racismo y la deshumanización "del otro" y el chantaje de la violencia del opresor y del oprimido. Esto vale para "Omar", mejor filmada aún que la notable "Paradise Now", a la que dotó ya de un final desesperanzado en el que la venganza parece ser la única salida para recuperar la dignidad o la fidelidad a su pueblo, todavía sacudido por esquemas, levemente cambiantes, que pasan de un continuum entre la familia biológica, la familia política y la banda o el clan de su pueblo o zona, pasando a organizaciones que luchan o resisten en la sombra.

La realizadora Annemarie Jacir traza en "La sal de este mar" una historia acerada contra la ocupación, la tortura, la extorsión bancaria y el militarismo y los chekpoints, pero también, muestra una juventud abocada al fracaso existencial no solo por la violencia desencadenada por el llamado "Estado de Israel" sino por la estrechez de miras de los suyos/as cuando ponen en peligro a la población civil o los dividen en héroes o traidores. Como en "Incendies" de Dennis Villenueve la protagonista vuelve en busca de un pasado enterrado por los colonizadores y su transgresión (atracar un banco israelí que antes se apropio de todo lo suyo y sus antepasados) acabará recayendo tanto sobre ella como, especialmente, sobre su nuevo amor palestino.

En "Paradise Now" el discurso pacifista recae en dos mujeres: la madre del protagonista (Hiam Abass) y el personaje que de la joven encarna Luzna Azabal que ha perdido a su padre en un atentado suicida como el que se dispone a cometer el ("hubiera preferido que estuviera vivo a estar orgullosa de él"). En otro momento el realizador encuadra al protagonista (ya vestido de forma fúnebre para una boda "al otro lado") con la madre al fondo, las rejas en la ventana son significativas de la separación entre el mundo de los hombres y las mujeres en el terreno de la "acción política" al menos tal como lo presenta el filme.

"The invisible men" es un breve pero intenso documental sobre los palestinos gays amenazados por su familia o clan y que encuentran se encuentran en Israel en un estado de irregularidad, discriminación racial y ensueños efímeros, teniendo que ser objetivo su objetivo final conseguir asilo político en otros países donde pueden vivir y trabajar con dignidad, sin ser señalados como parte del enemigo .

El Líbano parece ser el escenario de la esperanza depositada en varios lugares del mundo en lo que se ha venido a llamar, un tanto a la ligera, "Primavera árabe", desarrollada sobre todo en un Beirut de costumbres abiertas o en otros países donde el pueblo ha cuestionado ya la hegemonía de sus gobiernos y las costumbres impuestas por la religión al servicio del poder establecido. Una primavera de diversidad e ilusión siempre amenazada por el invierno militarista de nuevas colonizaciones, formas de imperialismo, manipulación mediática o guerras interiores. En la más reciente "Je veux voir" la actriz francesa Catherine Denueve, acompañada de un joven actor árabe, e interpretándose a sí misma trata de capturar en su retina las ruinas de la última guerra civil en el Líbano pasando de una ciudad semidestruida a un espacio rural lleno de belleza pero no de seguridad.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Entrevista a Gustavo Pecoraro, periodista y escritor argentino

Por Eduardo Nabal

Autor de "PALABRA Y PLUMA" (Editorial La Mariposa y La Iguana) 


Gustavo Pecoraro (Mar del Plata, 1965) es periodista, poeta, escritor y activista gay independiente. En enero pasado presentó en Madrid su colección de crónicas. "Palabra y pluma - textos políticos y otras mariconadas". Gustavo es militante en Argentina desde el programa de radio El Vahído de FM La Tribu y desde muchos otros ámbitos periodísticos como el Suplemento SOY de Página/12. También escribe sobre la realidad cambiante en que nos encontramos.

“El papa Bergoglio fue colaborador de la dictadura, es misógino como todo cura y llamó a la guerra Santa contra el Matrimonio Igualitario.”


-Hola Gustavo. Acabas de presentar en Madrid “Palabra y pluma - textos políticos y otras mariconadas”. Es, entre otras cosas, una recopilación de artículos y entrevistas que reflejan tu posición de compromiso en medios como el periódico Página/12, el programa radial El Vahído así como tu lucha por la causa LGTB y la visibilidad. ¿Cómo ha sido la experiencia? ¿Y la acogida en estos malos tiempos para sacar un libro en este país?  

Gustavo Pecoraro: Todo emprendimiento editorial independiente cuesta mucho. Mi intención con el libro era alejarlo de los espacios comerciales de difusión, no me gustan las grandes cadenas de librerías que parecen shoppings. Con esas premisas elegí esta editorial (La mariposa y la iguana) que me garantizaba esa independencia necesaria y una distribución en casi toda Argentina. Luego llegó al estado español gracias a los contactos y las amistades que forjé en los diez años que viví allí, y va a Chile, Uruguay y Perú en los próximos días. La selección de los textos así como la escrituras de los colaboradores que presentan los diferentes capítulos, y la edición nos llevó seis arduos meses. Pero el resultado me hace muy feliz. Estoy recorriendo el país haciendo presentaciones, que es una de las cosas que más placer me trae.

-Hoy día libros como el tuyo suscitan mucho más interés porque los ensayos académicos siempre tienen algunas limitaciones empezando por el lenguaje empleado. También la variedad de temas y el desparpajo aparente con los que los tocas lo hace atractivo. Pero ¿has desechado cosas que te hubiera gustado incluir? ¿Por ejemplo hubieras hablado del significado de la muerte de Pedro Lemebel? Y sobre México y los asesinatos políticos, ¿qué puedes decirnos que no sepamos?

Gustavo P: Interesante tu reflexión porque casualmente yo no tengo mucho que ver con la academia, por no decir nada. Mi lenguaje es social, alternativo si se quiere. Soy maricón, antes que varón, antes que varón cis, antes que gay u homosexual, antes que queer, y sí, lo que escribo también son mariconadas. La reivindicación de “lo marica” atraviesa el libro como ya lo hacía el anterior en clave de poesía, y seguramente lo hará también el próximo. Tuve que hacer una selección muy apretada porque el libro se fue de tamaño varias veces (tiene 300 páginas) que para este tipo de ediciones era un problema. Deseché sobre todo algunos de los casi 200 editoriales que desde hace 5 años desgrano en mi programa radial El Vahído, creo que fue la tarea más dura ya que es mi voz, mi ideología y mi pensamiento lo que salen en esas editoriales. Pero dejé una muestra muy simbólica de mis posturas en contra o a favor de muchas cosas.

-Hablando de Lemebel, el escritor chileno denunció la homofobia persistente en un sector de la izquierda. Esto es un verdadero problema porque causa divisiones y malentendidos pero también una realidad histórica que han sufrido las feministas y las personas LGTB en partidos y sindicatos. ¿Crees que ha evolucionado mucho desde "Hablo por mi diferencia"?


G.P: Vivimos bajo el capitalismo y bajo el patriarcado y la izquierda también, aunque a veces parezcan de otro planeta. Y digo a veces, porque a pesar de lo crítico que soy con la izquierda, tengo ilusión en la izquierda. Cualquier activista LGTBI tendría que sentirse de izquierda, y la izquierda debería abrirse  a los nuevos tiempos y realidades.

El problema de este “doloroso amor” entre los movimientos sociales (en este caso hablo del colectivo LGTBI) y la izquierda, es que la izquierda siempre nos ha mirado con desprecio. O éramos “débiles”, o éramos “la decadencia burguesa”. O Castro no nos quería por “peluqueras”, o nos mandaban a los UMAPS. La creencia del “hombre nuevo” y su consiguiente “fortaleza” por la mayoría de la izquierda mundial en los años 60 y 70 colocó a las reivindicaciones LGTBI en un plano menor dentro de sus reivindicaciones, o en muchos casos en la más absoluta negación o desprecio.

Hace ya bastante que se viene articulando mejores experiencias, pero hasta que la izquierda no deje de ser una especie de “reserva moral” de lo social, las luchas de nuestro colectivo serán ninguneadas ante un clamor sindical o un paro.

Reitero, tengo ilusión en la izquierda, pero para confiar en ella aún debe demostrarme que mi lucha es también primordial para ella.

Lemebel fue una voz solitaria (o casi) en esta denuncia. Contó en Chile con un PC que luchó contra Pinochet. En Argentina el Partido Comunista apoyó a la dictadura de Videla (al igual que Rusia).

Ese “doloroso amor” aún no copula y mucho menos acaba.


D.P: Hay muchos personajes más familiares allí que aquí, otros son universalmente conocidos, escritores, realizadores. Tu conociste La Radical Gay. ¿Qué entrevista te costó conseguir más y cuál fue mejor acogida? ¿Crees que el Madrid de hoy ha cambiado mucho, o no tanto como parece?

G. P: Como te comenté, viví una década en Madrid y me relacioné con distintos grupos LGBTI del Estado Español. Yo también tenía mis deseos de ciertas entrevistas. Creo que en cada viaje que hago a Madrid a visitar amigos retorno con el grabador listo para seguir entrevistando personas que me nutren o a las que quiero interpelar. Las de mayor satisfacción son las entrevistas que rescaté de mi trabajo comunicacional en los 80-90, personas que en muchos casos ya han fallecido pero que fueron fundamentales para algo así como los cimientos culturales y sociales de la comunidad LGTBI de la Argentina: Cris Miró (la primera travesti pública y popular del país), Batato Barea (performer de extraordinario símbolo de la cultura de vanguardia y la resistencia en los 80), Américo Ortiz de Zarate (director de “Otra historia de amor” película pionera en tratar la temática gay adecuadamente), etc. También voces que interpelé en un discurso y con los años fueron deviniendo en otro. Y de la actualidad es muy difícil elegir porque hay entrevistas a muchas personalidades trans y travestis de la Argentina que me enorgullecen como Vida Morant, Lohana Berkins, Marlene Wayar, Susy Shock, u otras referencialidades como el burgalés Javier Sáez del Álamo, que es todo un lujo.

-“Palabra y pluma” tiene un calado político y una inmediatez desde el periodismo activo del que carecen otras recopilaciones de artículos publicados en castellano. En Europa vivimos momentos en los que no hay que tener pelos en la lengua, a pesar de que en España se acaba de aprobar la Ley Mordaza que impide registrar o grabar actuaciones policiales, entre otras cosas. ¿Cuál es el momento sociopolítico allí en Argentina? ¿Como ves la Europa de la Troika y el futuro de los disidentes?

G. P: Argentina está en un momento bisagra. O vamos a la derechización política con algún gobierno tipo el PP de acá, o vamos a la resistencia. Soy bastante pesimista en cuál será el futuro: veo más cercanos a los “peperos” que a alguna fórmula progresista. Y para ser consecuente cada vez que tengo un micrófono o un canal de mi comunicación a mi alcance, planteo que hay que prepararse para resistir. Que no nos cojan desprevenidos. Acá es claro que la Iglesia y los sectores conservadores han puesto pata en el gobierno de Cristina Kirchner (que fue la que promulgó la Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género en una articulación inédita y aplaudible con el colectivo LGBTI que viene luchando hace casi 50 años) pero que ahora titubea, negocia con el Vaticano, no muestra claramente sus cartas a jugar, y lo que vemos que en el partido del gobierno aparecen candidatos conservadores como el gobernador Daniel Scioli u otros similares, y se alejan los que podríamos -amablemente- definir como la sucesión del proyecto kirchnerista del 2010 al 2012 donde el colectivo LGTBI tuvo su Edén (por darle una definición más o menos graciosa). Tampoco estamos inmersos en unos “Relatos Salvajes”. Sí en una sociedad que se descompone en creencia y donde el escepticismo crece y el chaqueteo están a la orden del día. ¿Cómo vamos a esperar que la sociedad se sienta optimista si cada día vemos en todos los espacios políticos ruptura, peleas, conflictos, luchas internas tremendas y lo más bajo de la más bajo de la política encarnada en los grandes políticos, diputados, gobernadores y fauna de todo tipo? 


Una de las cosas más tremendas que vive la Argentina es la poca capacidad de autocrítica que tenemos como sociedad, incluso en las cosas más pequeñas como la ayuda solidaria, y la decadencia de muchos sectores políticos que se construyen desde un lugar partidaria y que se pasan al otro bando luego de haberse fortalecido en otra. Me da mucho asco esa clase de política. Pero también, para hablar de la otra cara: hay espacios alternativos, nuevas corrientes políticas no-partidarias, lugares de encuentro, espacios culturales y otros, que discuten futuro. Y eso es muy alentador. Hay una juventud entusiasta y que quiere hacer las cosas bien, o al menos no hacerlas como las hicieron todos los que no son ejemplo para nadie. En esa juventud pongo mi esperanza de futuro, y confío.

-Hablas del "matrimonio igualitario". Algo que se consiguió hace unos años en España y que ha garantizado ciertos avances y visibilidad. También ha suscitado, en algunos sectores, una parálisis política cuando algunos pensaron “ya hemos conseguido lo fundamental” o, peor aún, “Ya somos iguales”.


G.P: Considero al matrimonio igualitario una conquista muy buena del colectivo LGTBI, sobre todo por cómo se consiguió que fue luchando duramente y públicamente contra la Iglesia de Bergoglio (que hoy se olvida que nos declaró la guerra) y la derecha política. Pero no la considero la mejor conquista de nuestro colectivo, ni mucho menos. Me parece algo más, que está ahí. Es nada más y nada menos que hay un derecho que no teníamos y que nos ubicaba como ciudadanos de segunda. Pero como todo derecho, el utilizarlo a no, es cosa de casa uno. Igual que votar, por ejemplo. ¡Y mira que es importante votar! No creo en el matrimonio igualitario para regular mi vida sexo-afectiva ni amorosa-legal, pero debo reconocer que sí solucionó y dotó de ilusión a muchas parejas del mismo sexo. Por eso mismo, lo aplaudo. Por eso mismo, aunque parezca contradictorio, digo sigamos pensándonos como diferentes, como disidentes, y no nos quedemos normalizados ni diluidos en una igualdad con los heterosexuales, que nos borre como seres diferentes con identidad y orientación diferentes y que nuestra sola existencia, nuestro sólo ser, sirva para enfrentar las normas de patriarcado, que para no hacerlo tan queer, son varón y mujer, celeste y rosa, mama plancha papa trabaja, mama cría hijos para fuma en pipa. Somos diferentes, tenemos formas de relacionarnos diferentes, y debemos discutir –una vez que tengamos todos los derechos- qué somos, hacia dónde vamos, y cómo nos construimos.


Ahora se ha dado en la Argentina (y creo que en muchas partes del mundo) una especie de personas LGTBI vueltos al rebaño del Pastor Francisco ¡qué horror! La Iglesia es nuestra máxima enemiga, la que nos condenó, condena y condenará maquillada por los propios putos, las lesbianas y las trans para que creamos que Bergoglio dejó de ser Bergoglio y es ahora Francisco. Mucho ojo con las normalizaciones que nos impone desde dentro del colectivo con la anuencia de los enemigos de afuera.

-Tu nuevo libro es un espejo de una transformación social, la voz de un espectador privilegiado. ¿Pretendes dar herramientas nuevas o no tan nuevas para que tengan una utilidad y un compromiso sociales más allá de la crónica?


G.P: Pretendo abrir canales de diálogos desde mis posiciones –claro- sobre todo con el nuevo activismo de jóvenes gays, lesbianas, bisexuales y trans.
Las herramientas nuevas no existen, lo que hay que hacer es leer, estudiar, escribir, pensar, dudar, y dejar de creer que hay discursos puros a los que debemos rendir obsecuencia.Duden, es lo mejor que le puede pasar a la juventud. 
Dudar, repensarse y generar nuevos argumentos, nuevas organizaciones, nuevas propuestas políticas, nuevos caminos. Es el tiempo para que la Juventud dé un paso al frente y se saque de encima a las dinosaurias y los dinosaurios del colectivo LGTBI. Incluso a mí (risas).

-Tú conoces algunas formas nuevas de hacer política en todo el mundo nacidas a raíz de la lucha contra el VIH o al amparo de la llamada “teoría queer”. Tu libro intenta no obstante llegar a un público amplio y ser variado, dentro del rigor. ¿Te interesa el contacto con lo que se hace fuera?

G.P: Todos los días leo los periódicos más importantes de la Argentina, también El Mundo, Público, y muchas revistas y artículos que me llegan desde España. Leo a autores y autoras que sé que escribirán cosas que me ayudarán a pensar, leo a periodistas que me complementan, que me ayudan a crear mis ideas. Y escribo mucho. Constantemente estoy siendo como una especie de alquimista de mi propio pensamiento, incluso con los textos con los que –a priori- no coincida. Es vital para mí ver lo que pasa en todos lados, a veces me pierdo de cosas por los idiomas diferentes en que están escritos, pero siempre hay un alma buena que lo traduce. Vuelvo a mi obsesión con la juventud, si se dieran cuenta de lo importante que es leer y crear idea, y no sólo escuchar y repetir, cambiarían mucho más las cosas. Pero parece que hay un cómodo acostumbramiento a repetir lo que repite el otro, sin ningún tipo de actitud crítica o al menos de reflexión, algo que me aterra.

-Hablas del Papa Argentino que tenemos ahora. ¿La gente progresista en general, y el movimiento LGTB en particular, hace tiempo que negó todo tipo de credibilidad a la Iglesia Católica como institución o allá es algo matizable?

G.P: Como todo, el marketing ha hecho de las suyas. Bergoglio, cómplice de la dictadura, llamó a una guerra de Dios cuando el matrimonio igualitario, misógino como todo cura, protector de la pederastia en los más altos niveles de la jerarquía católica, ahora parece un señor noble, bienintencionado, preocupado por todas sus ovejitas. Para describir esto nada mejor que un argentinismo: “Algunos “putos” se mastican cualquier cosa… (risas)”