Por Asamblea contra la fractura hidráulica de Burgos
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Fotos cedidas por la Asamblea contra la fractura hidráulica de Burgos |
El día 7 de diciembre de 2013, los vecinos de las Merindades, así como amigos de esta tierra que han venido de otros lugares, salimos a la calle una vez más a manifestar nuestro rotundo rechazo a la fractura hidráulica. De esta manera volvemos a expresarnos, ya que parece ser la única forma que tenemos los ciudadanos de que las instituciones nos escuchen. Estas instituciones y empresas no quieren contar con nuestra opinión y pretenden silenciarnos e imponer estos métodos de extracción de gas a la fuerza. No cuentan con la ciudadanía burgalesa que está totalmente en contra de estos proyectos. Prueba de ello son las miles de alegaciones particulares presentadas. Así mismo, lo ha demostrado en anteriores manifestaciones con un masivo seguimiento, como en Sedano, Villarcayo y Burgos en dos ocasiones. Además, no tienen en cuenta a los ayuntamientos de los territorios donde pretenden ubicar los pozos, que igualmente se han opuesto a estos proyectos por medio de la aprobación de mociones contrarias a los mismos. Son ya 55 ayuntamientos en Burgos, de todas las opciones políticas, los que han aprobado estas mociones, 18 de ellos en Las Merindades de un total de 25, que son nuestros representantes directos. A día de hoy siguen sumándose más ayuntamientos a esta oposición.
La Diputación de Burgos hizo una encuesta a los ayuntamientos de la provincia. Los resultados fueron claros; únicamente dos municipios se mostraron a favor del fracking. Villarcayo y Burgos son los únicos que se han opuesto a aprobar mociones en contra. Se da la circunstancia de que quien defiende estos proyectos en la provincia es la alcaldesa de Villarcayo, Mercedes Alzola, que además es Presidenta de la Comisión de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. No se entiende esta postura a no ser que responda a intereses ocultos. Parece que esa votación no va a servir de nada ya que arroja unos resultados desfavorables a sus intereses. La diputación ha rechazado declarar la provincia libre de fracking, por lo tanto su postura es clara: imponer a los ciudadanos estos métodos de extracción.
La postura de la Junta de Castilla y León es la misma, la imposición, rechazando en Las Cortes paralizar los proyectos. Según Diario de Burgos de 6 de noviembre Antonio Silván, Consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, hizo estas declaraciones “…en estos momentos, hay que decirlo alto y claro, en Castilla y León no hay ningún permiso de investigación del fracking…”. En la provincia de Burgos, a día de hoy, hay 17 permisos de hidrocarburos, muchos de ellos de fractura hidráulica. Otros no se sabe que técnica utilizarán, ya que no se hace mención en los boletines oficiales. Sin embargo han sido solicitados por empresas de fracking. Esto está publicado en el BOE o BOCYL, documentos que es de suponer son del conocimiento del consejero.
El gobierno central, yendo de la mano de las empresas, apuesta igualmente por el fracking, haciendo gala de ocultismo al igual que la Junta, al conceder estos proyectos publicándolos en el BOE ya desde 2005 sin más explicaciones. Es de destacar la falta de conocimiento de quienes nos gobiernan como es el ejemplo del Ministro de Industria, Comercio y Turismo, José Manuel Soria al afirmar en declaraciones a RNE el pasado junio “el fracking sirve para extraer el gas que está enquistado en la roca, por eso se llama gas de esquisto”. Cuando el ministro de industria demuestra su desconocimiento con esas declaraciones ¿qué podemos esperar de estos representantes?
Estas empresas han puesto en nuestro territorio el punto de mira y vienen a engañarnos con la excusa de que van a crear miles de puestos de trabajo en tiempos de crisis. Sin embargo, en las memorias ambientales que ya han presentado al ministerio, ellos mismos detallan que únicamente serán 40 empleos, solo 10 para posible gente de la zona, siendo empleos temporales y de baja cualificación, reconociendo que el personal técnico vendrá de fuera.
Como esta, innumerables mentiras e intentos de engaño con las que pretenden allanar el camino. A este efecto, recientemente han instalado aquí, en Medina de Pomar, una oficina, auténtica oficina de propaganda desde donde pretenden difundir todos estos embustes.
Los efectos perjudiciales del fracking son un clamor. Multitud de estudios de expertos de organismos e instituciones independientes así lo afirman. En este sentido Cantabria, La Rioja y Navarra han prohibido la fractura hidráulica en su territorio. Diputaciones como las de Valencia, Castellón, Palencia, Valladolid y Teruel, las Juntas Generales de Álava, las Cortes de Aragón, el Parlamento Gallego y el Parlamento Balear se han posicionado igualmente en contra.
A nivel internacional el fracking ha sido prohibido en Francia, Bulgaria, Irlanda, Italia, Quebec en Canadá, Vermont y Buffalo en EEUU. Hay moratorias en Renania del Norte en Alemania y el parlamento de Luxemburgo votó en su contra. Hasta el mismísimo Papa recientemente ha manifestado su rechazo.
El fracking causa enfermedades, contaminación del agua, del suelo y del aire, es incompatible con actividades tradicionales como la agricultura y ganadería, la caza y la pesca, así como el turismo. Destruye las economías locales basadas en estas actividades y además sus efectos perjudiciales son prolongados y duraderos en el tiempo y son imposible de mitigar o eliminar en la actualidad. Es por eso que no lo queremos.
En otros lugares la respuesta de la población es la misma. Nadie quiere fracking. Se han creado movimientos de oposición a lo largo y ancho del planeta, expresando su rotundo rechazo.
Si hacen fracking se llevarán mucho dinero, sin duda, pero ¿qué nos quedará a los habitantes? No queremos dinero a cambio de la destrucción de nuestra tierra. No podemos quedarnos callados.
¡No queremos fracking ni aquí ni en ningún sitio!