Las llamadas a la austeridad han tenido su efecto. Los vecinos no quieren sobreinversiones que a medio plazo penden sobre su deuda municipal y suponen un incremento real de la misma, cuando los pretendidos beneficios de las obras no son tales. Por otra parte dejan a la intemperie los criterios políticos que sustentan los recortes administrativos, cuando estos argumentos son simplemente dados la vuelta como se hace con un calcetín en función de los intereses que toquen en cada momento. Y en este momento parecen ser los de algunas empresas virtualmente quebradas o en cuasi concurso de acreedores, que tienen que sudar para que les suministren material, porque no pagan. El calcetín, retornamos a tan sudada metáfora, acaso el mal olor empresarial se trate de disimular con estas y otras obras. Estamos hablando, por ejemplo, de Arranz Acinas.
Algo está claro, gran parte de la ciudadanía de Gamonal (y Burgos) no quiere la obra según se plantea. Ahora veremos si Lacalle es un demócrata y se reúne con los contrarios, y pacta la actuación (muy necesaria) o es un dictador democrático y hace lo que le sale de..
ResponderEliminarY si no, veremos a "la gran parte de la ciudadania" que no acepta perder levantandose en algaradas como en Eladio Perlado o en Julio del 36...siempre los mismos
ResponderEliminar¿Qué tipo de información es esta?, sesgada naturalmente. ¿Cuanta gente se manifiesta?, ¿la mayorá de Gamonal?
ResponderEliminarNo, por supuesto. ¿Que coño es eso de Gamonal no quiere el bulevar 13D?.
¿Y vosotros os llamais periodistas?,