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| Foto cedida por La Comuna |
(La Comuna Presxs y Represaliadxs del Franquismo).
La Querella, arbolada desde Argentina por la jueza María Servini de Cubría que hace ya más de dos meses dictaminó la extradición de significados torturadores franquistas, ha roto los primeros obstáculos con que el poder judicial y político del reino de España blindó la pervivencia de la criminal dictadura que ata, con su herencia, la recortada democracia instaurada en1978.
Pablo Ruz, juez de la Audiencia Nacional, citó finalmente el jueves día 5 a José Antonio Pacheco (comisario de la policía política franquista, torturador compulsivo señalado por múltiples denuncias como reiterado violador de los derechos humanos desde fines de la década de los 60) y a Jesús Muñecas (capitán jubilado de la guardia civil, íntimo del teniente coronel Tejero y golpista responsable del transporte desde el cuartel de Valdemoro de los guardias armados que ocuparon el congreso de diputados un negro 23-F. Muñecas, cuenta además con largo historial de torturador de cuartelillo, como transcendió en 1976 a causa del apaleamiento propinado a Amparo Arangorri, obrera de la papelera Sarrió de Leiza que a consecuencia del linchamiento fue hospitalizada en estado de pronóstico grave).
En el laberinto hispano no sorprende que Pacheco, poco después de la muerte de Franco, fuera premiado por el gobierno de UCD con la medalla al mérito policial y galardonado con el momio-laboral de responsable de los servicios de seguridad de una multinacional. Tampoco que Muñecas escamoteara pronto su condena y se encontrase en libertad recién cumplidos los tres años. Quienes instituyeron una democracia vigilada, fieles al siniestro “atado y bien atado” del general… seguían la ruta que hasta hoy se caracteriza por “borrón” para las víctimas del franquismo y “cuenta (corriente) nueva”, para familias y valedores de aquel estado corporativo, y sus estructuras económicas, ideológicas y represivas.
Pacheco y Muñecas se han quedado sin pasaporte y por el momento tienen la obligación de permanecer “controlables y disponibles”. Se presentaron ante el juez Ruz convenientemente disfrazados (gafas negras, bufandas, sombreros)…irreconocibles; pero, en este caso, no hay delito multable por la nueva “ley mordaza”: Los torturadores protegían su intimidad, por más que resulte horrenda a cualquier persona decente
Sin embargo, está tan cerca el caso de Emilio Hellín, asesino en febrero de 1980 de la joven Yolanda González, fascista confeso, fugitivo favorecido por la justicia y más tarde empleado como asesor de los servicios de seguridad del estado (una vez provisto de nueva identidad falsa…) que las garantías ofrecidas por “la retirada de los pasaportes” resultan, cuando menos, muy frágiles en un país con superávit de pillos y corruptos.
Subrayemos que la citación ante la justicia de los dos torturadores es consecuencia directa de la orden dictada por la Justicia Argentina y no de tribunales españoles que vienen esgrimiendo la nefasta Ley de Amnistía de 1977 como justificación de su nula voluntad de esclarecer 40 años de criminalidad fascista con maquillajes de Benidorm y 600. Estos dos torturadores son solo un eslabón débil del inmenso aparato de expolio y opresión que aún hoy mantiene casi 150.000 personas en fosas comunes, 300.000 personas en adopción ilegal, cientos de miles antiguos trabajadores esclavos aún ignorados en sus derechos y los de sus descendientes, por gracia de las empresas afines al régimen que hicieron negocio en un país históricamente parco en infraestructuras y devastado por los bombardeos aéreos de nazis y fascistas desde 1936 hasta 1939.
Muchas de esas reclamaciones se están ya presentando ante la justicia argentina porque la nueva Comisión que representa en Buenos Aires a la Coordinadora estatal de Apoyo a la Querella Argentina (CeAQUA), trabaja allí desde el pasado 28 de noviembre por medio de 30 personas que representan plataformas constituídas distintas regiones y comunidades y presentan nuevas denuncias que tendrán largo recorrido y generarán nuevas imputaciones.
Se trata de casos que ponen en cuestión a políticos como Utrera Molina (suegro de Gallardón), Martín Villa (acusado como responsable último de 23 casos de tortura durante su actividad como ministro del interior) y también nuevos casos de torturadores directos… de antiguos miembros de la temible policía política del franquismo, como Reglero, ascendido a Comisario Jefe de Leganés en Madrid y con un historial ya hoy (como responsable de disolución violenta y con heridos, de manifestaciones pacíficas) en sintonía con sus brutales prácticas como antiguo miembro de la BPS.
Necesitamos una inmensa Marea Memorialista.
Con un esfuerzo titánico, en condiciones muy adversas desde el lejano 1975 el movimiento memorialista ha avanzado “a codazos”, entre insultos y acusaciones de ser un elemento “desestabilizador”. Efectivamente desestabilizador de “la paz de los cementerios”, de la paz de la falsificación histórica urdida por el neo franquismo y las resacas del miedo.
Ese miedo explicable arrasó las izquierdas desde 1936 en la conquistada Castilla y persiguió a familiares y nuevos focos de resistencia clandestina durante décadas en los cuatro puntos cardinales del reino de España. Momento de decir basta y de avanzar.
Los esfuerzos por rescatar nuestra memoria tuvieron momentos heroicos y aislados desde alcaldías que procedieron a devolver a las calles sus viejos nombres tras las primeras elecciones municipales en pluralidad política. Levantaron ampollas y críticas.
Las exhumaciones de las fosas leonesas, en torno al año 2000, dieron un enorme impulso a diversas asociaciones (ARMH, Foros de la Memoria) a la memoria de la lucha guerrillera y de los Brigadistas, también a la historia de los combates libertarios, de Mujeres Libres, del POUM y más recientemente de las gentes presas y exiliadas durante el franquismo tardío, de ejecutados y asesinados por bandas fascistas y atentados con bomba (la larga lista de lutos que nos acompañó desde 1978).
Se trata de un archipiélago que tiene muchas tareas por delante, tareas que convergen en la Querella Argentina porque es el mejor marco político unificador de los diversos sectores del memorialismo antifascista. Creo también que la limpieza a fondo de tanta mugre atrasada requiere un gran esfuerzo social, sostenido desde una MAREA MEMORIALISTA que se dote de objetivos amplios, controle la buena marcha de las imputaciones, recupere la verdad histórica e impregne la sociedad mediante la difusión de valores de justicia y reparación y contribuyendo a rescatar los principios de igualdad, libertad y solidaridad, siente bases de un nuevo proceso constituyente.
Entrevistas relacionadas realizadas por Burgos Dijital:
Entrevista a Acacio Puig
http://burgos-dijital.blogspot.com.es/2012/04/presos-del-franquismo-entrevista-acacio.html
Homenaje a los últimos asesinados del franquismo
http://burgos-dijital.blogspot.com.es/2012/10/homenaje-los-ultimos-asesinados-por-el.html
Homenaje a Yolanda González
http://burgos-dijital.blogspot.com.es/2013/10/yolanda-gonzalez-verdad-justicia-y.html
Sobre bebés robados durante y después del franquismo
http://burgos-dijital.blogspot.com.es/2012/12/entrevista-m-jose-esteso-autora-del.html
Pacheco y Muñecas se han quedado sin pasaporte y por el momento tienen la obligación de permanecer “controlables y disponibles”. Se presentaron ante el juez Ruz convenientemente disfrazados (gafas negras, bufandas, sombreros)…irreconocibles; pero, en este caso, no hay delito multable por la nueva “ley mordaza”: Los torturadores protegían su intimidad, por más que resulte horrenda a cualquier persona decente
Sin embargo, está tan cerca el caso de Emilio Hellín, asesino en febrero de 1980 de la joven Yolanda González, fascista confeso, fugitivo favorecido por la justicia y más tarde empleado como asesor de los servicios de seguridad del estado (una vez provisto de nueva identidad falsa…) que las garantías ofrecidas por “la retirada de los pasaportes” resultan, cuando menos, muy frágiles en un país con superávit de pillos y corruptos.
Subrayemos que la citación ante la justicia de los dos torturadores es consecuencia directa de la orden dictada por la Justicia Argentina y no de tribunales españoles que vienen esgrimiendo la nefasta Ley de Amnistía de 1977 como justificación de su nula voluntad de esclarecer 40 años de criminalidad fascista con maquillajes de Benidorm y 600. Estos dos torturadores son solo un eslabón débil del inmenso aparato de expolio y opresión que aún hoy mantiene casi 150.000 personas en fosas comunes, 300.000 personas en adopción ilegal, cientos de miles antiguos trabajadores esclavos aún ignorados en sus derechos y los de sus descendientes, por gracia de las empresas afines al régimen que hicieron negocio en un país históricamente parco en infraestructuras y devastado por los bombardeos aéreos de nazis y fascistas desde 1936 hasta 1939.
Muchas de esas reclamaciones se están ya presentando ante la justicia argentina porque la nueva Comisión que representa en Buenos Aires a la Coordinadora estatal de Apoyo a la Querella Argentina (CeAQUA), trabaja allí desde el pasado 28 de noviembre por medio de 30 personas que representan plataformas constituídas distintas regiones y comunidades y presentan nuevas denuncias que tendrán largo recorrido y generarán nuevas imputaciones.
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| Pablo Mayoral es uno de los querellantes que se ha desplazado a Buenos Aires junto con una delegación de víctimas del franquismo. Fotografía realizada durante una entrevista en Burgos. |
Así, recuperamos aquí la denuncia de Ascensión Mendieta, que reclama por los más de 800 republicanos asesinados en el cementerio de Guadalajara entre los que se encuentra, desaparecido su padre, militante ugetista. La de María Antonia Oliver, presidenta de la Asociación Memoria de Mallorca, que pide justicia por 1600 desaparecidos allí o Xabier Erauski que reclama verdad, justicia y reparación por los continuados asesinatos de sindicalistas de CNT. En el caso del abogado Elorriaga inicia la presentación de denuncias por trabajo esclavo que previsiblemente se vuelquen ante el juzgado argentino la próxima primavera. En el de Mercona Puig, hermana de Salvador Puig Antich, asesinado por agarrotamiento en juicio sin pruebas ni garantías, son viejos ministros de Franco aún vivos, los que son denunciados por firmar la pena de muerte del joven militante del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL).
Se trata de casos que ponen en cuestión a políticos como Utrera Molina (suegro de Gallardón), Martín Villa (acusado como responsable último de 23 casos de tortura durante su actividad como ministro del interior) y también nuevos casos de torturadores directos… de antiguos miembros de la temible policía política del franquismo, como Reglero, ascendido a Comisario Jefe de Leganés en Madrid y con un historial ya hoy (como responsable de disolución violenta y con heridos, de manifestaciones pacíficas) en sintonía con sus brutales prácticas como antiguo miembro de la BPS.
Necesitamos una inmensa Marea Memorialista.
Con un esfuerzo titánico, en condiciones muy adversas desde el lejano 1975 el movimiento memorialista ha avanzado “a codazos”, entre insultos y acusaciones de ser un elemento “desestabilizador”. Efectivamente desestabilizador de “la paz de los cementerios”, de la paz de la falsificación histórica urdida por el neo franquismo y las resacas del miedo.
Ese miedo explicable arrasó las izquierdas desde 1936 en la conquistada Castilla y persiguió a familiares y nuevos focos de resistencia clandestina durante décadas en los cuatro puntos cardinales del reino de España. Momento de decir basta y de avanzar.
Los esfuerzos por rescatar nuestra memoria tuvieron momentos heroicos y aislados desde alcaldías que procedieron a devolver a las calles sus viejos nombres tras las primeras elecciones municipales en pluralidad política. Levantaron ampollas y críticas.
Las exhumaciones de las fosas leonesas, en torno al año 2000, dieron un enorme impulso a diversas asociaciones (ARMH, Foros de la Memoria) a la memoria de la lucha guerrillera y de los Brigadistas, también a la historia de los combates libertarios, de Mujeres Libres, del POUM y más recientemente de las gentes presas y exiliadas durante el franquismo tardío, de ejecutados y asesinados por bandas fascistas y atentados con bomba (la larga lista de lutos que nos acompañó desde 1978).
Se trata de un archipiélago que tiene muchas tareas por delante, tareas que convergen en la Querella Argentina porque es el mejor marco político unificador de los diversos sectores del memorialismo antifascista. Creo también que la limpieza a fondo de tanta mugre atrasada requiere un gran esfuerzo social, sostenido desde una MAREA MEMORIALISTA que se dote de objetivos amplios, controle la buena marcha de las imputaciones, recupere la verdad histórica e impregne la sociedad mediante la difusión de valores de justicia y reparación y contribuyendo a rescatar los principios de igualdad, libertad y solidaridad, siente bases de un nuevo proceso constituyente.
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