Por Juan Marín, Acacio Puig, Antonio López
¿UNA MUSEOGRAFÍA QUE FESTEJE LA
REPRESIÓN FRANQUISTA?
En Palencia el PP se dispone a
hacerlo.
Guardia de Asalto, Policía Armada, Policía Nacional… Se ha cambiado su
nombre desde inicios del siglo XX pero no su función: reprimir la contestación
social.
A pesar de la presión ejercida por el Movimiento Memorialista y las demandas
de las izquierdas (a veces tibias, otras escapistas, pocas veces consecuentes)
el franquismo, el nacional catolicismo y las fuerzas de seguridad del estado
(ejército, policía, guardia civil…) continúan hozando en una impunidad salvaguardada
tanto por la Audiencia Nacional (negando la extradición de torturadores como
Pacheco, Muñecas…) como por la Dirección
General de Policía, que tampoco entrega a INTERPOL los cargos políticos del anterior
régimen (Utrera Molina, Martín Villa…) imputados por la Justicia Argentina como
responsables de delitos de lesa humanidad.
Acorralados por los hechos pero blindados por sus tramas criminales,
los reaccionarios se defienden atacando. Su pretensión es ganar tiempo, encontrar
alianzas, reconstruir influencias y…morir en la paz del señor.
Cosidó -Súper de la Policía- y Polanco -Terminal Alcalde de Palencia- mercadean
con la Antigua Cárcel donde penó nuestra gente republicana, antifascista y
revolucionaria, para convertirla en Archivo y Museo de la Policía Nacional… ¡una
fraudulenta recalificación memorialista!
Linoleo de Montero Colectivo de artistas antifranquistas "Estampa Popular" |
El sistema capitalista depredador y patriarcal, da a la ley y el orden
la apariencia de neutro reglamento necesario para la convivencia. Nunca fue así,
claro, pero el envoltorio “ley y orden” es imprescindible cobertura de las
herramientas de dominio (policía, legislación, “cultura”… las cadenas de la
explotación).
En España además, la pervivencia del viejo andamiaje franquista fue garantizada
por la ley de Amnistía y la Constitución del 78 y continúan también impunes los
delitos de cuerpos policiales que exigen castigo y reparación.
Archivos abiertos (al menos los que aún no fueron criminalmente
destruidos) pero no en manos de un cuerpo que esconde verdugos. Tampoco aceptaremos
la normalización de prácticas represivas, disfrazándolas en un Museo Policial.
¿Delitos? Muchos. Antes y después del camuflaje de 1978 mediante el
artículo 104 de la Constitución y la posterior Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos
de Seguridad, porque antes y después la Policía fue responsable de delitos y
asesinatos que no pueden encubrir “la obediencia debida”.
Durante el período tardo franquista lo habitual fue la represión
salvaje de huelgas y manifestaciones. El movimiento estudiantil llevó con
frecuencia la peor parte. Aún así la brutalidad no podía censurarse como en los
años 40 y 50 y los datos estallaban en la cara del régimen.
Memoria y justicia: ¡son
nuestrxs muertos!
Nadie regaló las libertades. Se conquistaron con fuerza, cárcel,
heridas y sangre.
Recordamos a algunos de nuestrxs muertos que cayeron ante la policía
cuando imponíamos las libertades luchando. Los recordamos porque su memoria la
pisoteará el Museo Policial Palentino:
1970. Javier Escalada (Pamplona) Antonio, Cristóbal y Manuel (Granada), Roberto Jáuregui (Guipúzcoa),
Antonio Goñi (San Sebastián), 1971. Antonio Ruiz (Barcelona) 1972. Amador Rey y Daniel Niebla (Ferrol) 1973. Manuel
Fernández (San Adrián), Diego Gómez
(Madrid) 1975 Alexandra Leckett (Bilbao-Behovia)
1976. Teófilo del Valle (Alicante), Francisco Aznar, Pedro
Martínez, Romualdo Barroso, José Luis Castillo, Bienvenido Perea (Vitoria) Ángel Almazán (Madrid). 1977. José Casabany (Valencia),
Juan Manuel Iglesias (Sestao), Mari
Luz Nájera (Madrid), Pancho Egea (Murcia), Aristazábal Lasa e Isidro
Susperregui (San Sebastián), Jose
Luis Cano (Pamplona), Luis
Santamaría (Pamplona), Goyo
Maritxalar (Rentería), Gustavo
Frecher (Barcelona), Jose Manuel G.
Caparrós (Málaga) 1978. Elvira Parcero (Vigo), Germán Rodríguez (Pamplona), Joseba Barandiarán (San Sebastián), Adolfo Muñoz Bustillo (Barcelona) 1979.Ursino Gallego (Madrid),
Valentín González (Valencia), Emilio
Fernández (Lugo) José Luis Montañés
y Emilio Martínez (Madrid)…
La lista sigue. Sus asesinos fueron Policías Nacionales y no han sido
juzgados. Sus “superiores” tampoco.
¿Quiénes merecen Archivo y Museo, señores Polanco y Cosidó?
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ResponderEliminarMuxisimas gracias x este articulo!!!!