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domingo, 8 de mayo de 2011

A voces desde Portugal


                         "El ojo que todo lo ve " nos trae desde Portugal este cartel que está presente en
                                                muchas calles del país.¿Alguien puede traducir ?

¡Toma la calle!

  El día 15 de mayo se han convocado a través de internet manifestaciones en todo el estado español.  Los cinco millones de parados y paradas, los y las jóvenes a las que se les está adobando un futuro negro, las y los trabajadores precarizados, y toda la ciudadanía que se siente indignada y que reclama una democracia real ha sido convocada al margen de partidos políticos y sindicatos, con el lema: "Democracia real ya: no somos mercancía de manos de políticos y banqueros.  En Burgos la manifestación partirá a las ocho de la tarde de la Plaza del Cid.
Enlace de la convocatoria general en internet:  http://democraciarealya.es/
Enlace a la convocatoria en Burgos: http://democraciarealyaburgos.blogspot.com/

viernes, 6 de mayo de 2011

Unas preguntas sobre el Bulevar de Burgos


(Del fr. boulevard; cf. baluarte).

1. m. Calle generalmente ancha y con árboles.

2. m. Paseo central arbolado de una avenida o calle ancha.


¿Dónde están los árboles? ¿Dónde el pasillo central?


 Tenemos árboles. Pero, ¿no debería haber un jardín en vez de un pedregal? ¿Acabarán las piedrecillas repartidas por las calles adyacentes?




Tenemos pasillo central. Pero, ¿es transitable?





¿Por qué los ciclistas deben hacer un "stop" cada vez que se encuentran con una marquesina? ¿Qué hacer: subir a la acera y sortear peatones que esperan al autobús, o ir por la izquierda y exponerse a ser arrollado por uno?


La vía gris a la izquierda del carril-bici está reservada al autobús. ¿No está excesivamente próxima a los ciclistas? ¿No corren peligro de ser atropellados por algún autobús?



¿Podrán estas marquesinas sin paredes guarecer del viento, la lluvia, la nieve y el granizo a los abnegados burgaleses y burgalesas que esperan el autobús? 





¿Qué función tiene esta fuente y pilón donde no se puede beber? ¿Servirá como lavadero? ¿Servirá como abrevadero?





Las farolas, debido a su sujeción, oscilan con el viento. ¿No supondrán una distracción o un peligro a los conductores que circulen por la noche y se vean sorprendidos por luces que se mueven?




¿Esto es provisional? ¿Es el aspecto de un jardín recién inaugurado? ¿Es que es así?






¿Por qué los conductores no pueden girar a la izquierda en muchos cruces, y se ven obligados a dar complicadísimos rodeos? ¿Veremos pronto nuevas obras para la construcción de glorietas? ¿No se ha tenido en cuenta este problema?




¿Se ha tenido en cuenta la eliminación de decenas de plazas de aparcamiento que usaban los vecinos? Teniendo en cuenta que solo hay una carril para coches en cada sentido, ¿cómo podrán acercarse a sus casas para cargar y descargar? ¿Ocupando el carril-bici? ¿Subiéndose a la acera?





¿Es acertado el criterio estético en el pavimento y la disposición del arbolado?




¿Y eso qué es? ¿Un supuesto Cristo de Burgos que promociona la candidatura de la Capitalidad Cultural, cuyo símbolo aparece en la parte superior izquierda? ¿Es un mural espontáneo? ¿Por qué el Ayuntamiento no lo ha tapado como en otros casos?

jueves, 5 de mayo de 2011

Atado y bien atado

Vandalo tv nos ha enviado esta imagen y nos propone un interesante punto de vista sobre las próximas elecciones municipales.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Villalar, una fiesta rebelde

La de los Comuneros siempre me ha parecido una fiesta deliciosamente extraña.  Un soplo de frescura en la que pasa por ser la tierra de la quintaesencia del patrioterismo hispano y del conservadurismo más casposo.  Otras tierras celebran fiestas institucionalizadas hechas a la medida de los políticos que las organizan, con cocktails, canapés, caterings y demás.  A pesar de los múltiples intentos  del PP por cargarse el evento, la fiesta de Villalar sigue conservando un marcado carácter popular, juvenil, y reivindicativo en la agostada, obediente y a veces senil Castilla.

He tratado de comprender el porqué de esta paradoja, y no encuentro una respuesta clara.  Me inclino a pensar que en aquello que se conoce como transición, la apolillada derecha meseteña se dejó meter un gol por la escuadra.  Nostálgica de la España con perfume a naftalina, y desdeñosa con toda idea ajena al nacionalismo franquista se ocupaba en observar con ojos de comadre lo que hacían los vecinos.  Lo de las autonomías les pilló en fuera de juego y se vio viviendo en una casa sin amueblar a la que alguien le coló una alfombra de colores que no pega con el tono monócromo del resto de la decoración.  Desde entonces esa derecha trata de deshacerse de esa alfombra, a la que siguen sin acostumbrarse.

Los intentos han sido de variada índole.  José María Aznar y sus mayordomos Jesús Posadas y Juan José Lucas trataron de cargarse la fiesta de los Comuneros organizando alternativamente en las capitales de Castilla y León unos ágapes para ellos y sus amigos.  También era invitada la prensa que, en agradecimiento, se ocupaba de desacreditar a las miles de personas que se daban cita en Villalar de los Comuneros.  No pudieron con ella.

La estrategia cambió con la llegada de Juan Vicente Herrera quien abandonó el furor exterminador de sus predecesores por una táctica más sutil:  la reconquista de la campa, la re-invención y re-institucionalización de la fiesta.  A tal efecto se creó la fundación Villalar, cuya única misión, aparte de dar de comer a algún glosador obediente, es asegurar una camuflada presencia del PP en Villalar.  Herrera pretende crear del 23 de abril una romería y que la fiesta de los Comuneros pierda su toque rebelde.

A pesar de este cambio siguen existiendo sectores a los que la fiesta no les gusta ni mucho ni poco.  Ahí tenemos al provincianismo burgalés o a los comerciantes que quieren hacer trabajar a los empleados este día.  Hasta ahora no se han manifestado en este sentido con otras fiestas como el 12 de octubre o la inmaculada.  Pero este año se merecen una mención aparte las declaraciones de Donaciano Dujo, presidente de ASAJA en Castilla y León quien dice no sentirse identificado con la fiesta de los Comuneros porque  para ellos la fiesta de, "los agricultores y ganaderos, y del medio rural es el día de San Isidro".  Sin comentarios.

Para mí, la fiesta de Villalar es un día para disfrutar con mis amigas y amigos de Burgos, y encontrarme con otros de Palencia, Zamora, Valladolid, Zaragoza o Tindouf.   Un día para hablar, comer, beber, reir,  o escuchar un concierto con mi gente.   El 23 de abril es además una oportunidad para recordar a todos y todas las rebeldes de esta tierra, porque los ha habido, aunque el poder las quiera olvidar y para, simbólicamente, tomar su relevo y seguir gritando que otro Burgos, otra Castilla  y otro mundo son posibles.

                                                                                                                Khristine de Islandia

lunes, 2 de mayo de 2011

Castilla y León, ¿parque gerontológico natural?

Uno de los valores más preciados de una comunidad, sociedad, colectivo, u organización humana son sin lugar a dudas los efectivos personales. Estos aportan y configuran las energías y valores de dicha sociedad o territorio. Más aún si en este ensamblaje, en este hombro con hombro, se provoca creatividad para el mejor vivir del conjunto de convecinos.
            Pero a lo que vamos, en este caso, queríamos proponer algunas reflexiones acerca de los pobladores de este territorio, delimitado que acostumbramos a denominar Castilla y León, más que de los pobladores, de sus características y de lo que estas pueden condicionar su idiosincrasia. Sabemos que este es un tema conocido, hasta quizá recurrente, pero por ello nos parece fundamental abordarlo y dar algunas perspectivas interpretativas de dónde vivimos.
Resumiendo podemos afirmar que la población de Castilla y León se viene caracterizando, desde la década de los años 50 por lo siguiente[1]:
1)      Su dispersión territorial
2)      La tendencia migratoria hacia los núcleos urbanos –capitales de provincia-, en el interior, y, sobre todo hacia polos externos al territorio
3)      El progresivo, contundente y constante envejecimiento y sobre envejecimiento[2]
4)      Y la atonía de su crecimiento vegetativo, que presenta descensos de los contingentes, excepto la década de inmigración extranjera positiva, terminada prácticamente en el 2008.

Estas características, discutibles y cambiantes para un espacio de seis décadas, han configurado nuestra deriva demográfica actual. En “roman paladino” podemos decir, que la economía de subsistencia de una región eminentemente rural, atrasada y en poder de una élite pacata y temerosa de perder prerrogativas, no daba para alimentar las familias numerosas que se gestaron tras la guerra civil. Esta situación conocida como transición demográfica, en la que la mortalidad cae bruscamente y la natalidad continúa con tasas altas fue la que se dio en Castilla y León en las décadas posteriores a la guerra, sobre todo los cincuenta y sesenta. Este boom demográfico sabiéndose excluido del reparto de riqueza de sus pequeñas comunidades rurales, alimentó la emigración. Durante una década abandonaron Castilla y León casi 900.000 personas. Cifra escalofriante, pero lo es más aún si examinamos las características de los que se marcharon: jóvenes y en mayor medida mujeres. La emigración, social y también política –muchos de los primeros en marcharse fueron los derrotados, los “rojos”, o sus viudas o sus hijos y familiares- porque no había futuro para ellos en una tierra en la que las cartas estaban repartidas de antemano y los ases o comodines eran prerrogativa siempre de las mismas familias.

Este hecho fue clave para configurar la actualidad de Castilla y León. Seguramente se marcharon los que más inquietudes tenían, quedándose en mayor proporción los sumisos, los que quizá sobrevivían de las migajas de un sistema caciquil ahogado por los curas rurales, los terratenientes, los alcaldes afines al Movimiento y otros personajes de ambiente rural.

Este trance, como hemos dicho, ha condicionado y condiciona pesadamente aún la demografía de este territorio, la pérdida de efectivos en sus cohortes más jóvenes y dinámicas supuso un descenso substancial de la natalidad y una progresiva tendencia al envejecimiento que arrastramos hasta el presente. Sin embargo esta emigración, también interna hacia las capitales provinciales y en algunos casos núcleos comarcales, dislocó las fuentes de poder en el ámbito rural.

Avanzando la década de los setenta y ochenta, mientras la emigración de otras regiones de España hacia el exterior disminuía, en Castilla y León sigue persistiendo, sobre todo de los jóvenes mejor preparados, y de ámbito urbano. En estas décadas se confirma la tendencia descendente de los pobladores de este territorio, de forma lenta pero constante, siendo pocos los años de saldo positivo. El envejecimiento se consolida y extensas comarcas rurales sufren un abandono apocalíptico, configurándose como espacios casi vacíos donde la conservación de la naturaleza no es una virtud, si no una condena (la provincia de Soria, La Cabrera, El Abadengo, las Loras, Valles de Sedano, Tierra de Ayllón, por poner algunos ejemplos). Tampoco ha sido equilibrada esta sangría, mientras provincias como Valladolid, o en general las capitales de provincia y sus alrededores han aumentado su población, la parte más occidental: León, Zamora, Salamanca y Palencia han sido los territorios más afectados por un crecimiento vegetativo negativo. Zamora, por ejemplo, presenta tasas de envejecimiento que se aproximan al 30%.

A finales de la década de los 90 y la primera década de siglo, parecía que se espantaba el estigma del descenso demográfico, crecía la población total ( a pesar de los contingentes de inmigrantes, en provincias como Zamora, Palencia, León y Salamanca, la población siguió descendiendo, compensándose con los ascensos de las demás), aumentaba la natalidad –sin llegar en ningún momento a presentar un crecimiento vegetativo positivo-, e incluso se rejuvenecían significativamente algunas comarcas rurales: La Ribera, Tierra de Campos, Sierra de la Demanda. Todo ello provocado por la llegada de nuevos pobladores jóvenes en su mayoría con pautas reproductivas más dinámicas, nada que se deba a los pobladores nativos. Todo ello debido a la llegada de inmigrantes. Es directamente proporcional el porcentaje de población inmigrante con la mejoría de las pautas demográficas y así se comprueba territorialmente.

En estos momentos podemos afirmar que los brillos han sido insuficientes y fugaces. El hundimiento de un sistema productivo basado en el crédito y en el mito del crecimiento constante del precio de la vivienda -¿tendrá esto que ver con el deseo de vivir como un rentista, de las tierras, que todo castellano-leonés de cierta edad soñó algún día?- ha provocado el frenazo en la llegada de inmigrantes, auténticos dinamizadores de la demografía en  Castilla y León, aunque no, por ahora el retorno a sus lugares de origen, por lo menos no de forma significativa. También ha replanteado los deseos reproductivos de las familias nativas o foráneas que pueblan el territorio. Y cuando el barniz del errado desarrollismo desaparece con las primeras gotas de lluvia, reaparecen los estigmas del pasado: la losa del envejecimiento, la agonía demográfica de muchas de las comarcas que conforman Castilla y León, un saldo migratorio negativo y un comportamiento reproductivo retraído (a penas 1,5 hijos por mujer en edad fértil) la mayor sangría se la llevan, como venimos indicando en las provincias occidentales, coincidiendo curiosamente –salvo León- con las que menos se han beneficiado de los contingentes migratorios.

Y en este estado de cosas, “con los recortes”, la Junta de Castilla y León, dirigida, en muchos casos, por los nietos de los regidores de la vida cotidiana en los oscuros años de la larga posguerra, decide suprimir la paga única por nacimiento (al igual que el Gobierno de España), eliminar la subvención por llevar a los niños a la guardería, el préstamo de la silla 0-0 para el coche, justo cuando las familias más apoyo necesitan. Sin mencionar, por supuesto, los recortes en educación, en vivienda, en servicios sociales, que son atención de otros artículos.

Durante el año 2010, la población de Castilla y León descendía cerca de 8000 personas, mientras que la población global de España aumentaba, las previsiones indican que este desequilibrio va a profundizarse durante esta década.  Ahondando en el hilo argumental que hemos propuesto sólo apuntar que en el año 1950 la población de Castilla y León representaba el 10,2 de la población española, habiéndose reducido al 5,5 en el 2010. Y eso que no podemos alegar marginación política, Castilla y León tiene prácticamente los mismos diputados que la provincia de Madrid, con la mitad de población.

¿Qué será que hacen o qué no hacen nuestras élites políticas y económicas, con los mismos apellidos de hace décadas?

                                       Catorce de abril.


[1] Se escoge esta década, porque en ella se alcanza el techo poblacional del territorio, siendo la tendencia descendente dominante a partir de la misma.
[2] Se entiende por sobre envejecimiento los porcentajes de habitantes mayores de 85 años, sobre el total.

sábado, 30 de abril de 2011

La gente buena del campo son la sal del mundo

Si me preguntas qué opino o qué puedo contar de el tiempo que llevo viviendo en un pueblo, podría hacer un esquema de la siguiente manera:
-          Qué pensaba del medio rural antes de vivir en él.
-          Qué pienso ahora que vivo en él.
-          Generalidades en torno a esta cuestión.

Pues bien antes de vivir en el mundo rural tenía la ilusión mental de un estilo de vida rural diferenciado al estilo urbano. Se puede decir que pensaba que aquello que me incomodaba de mi estilo de vida urbano, como es la falta de sinceridad entre las personas o el exceso de rigor en las formas, no iba a existir en el medio rural.
Ideaba un mundo rural donde las relaciones eran más cercanas y auténticas; Además de un comportarse o lucirse con menos adorno o ¨perifollaje¨, de una forma más clara o semejante.
Por otro lado imaginaba, también, un espacio de libertad alejado del esquema preso ¨dinero-consumo¨. Pensando el medio rural como un espacio para pasar a ser propietaria, cambiando el esquema a ¨trabajo-propiedad¨.

Si analizo lo que pienso en este momento del medio rural en el que convivo puedo  decir que ,en el ámbito de las relaciones entre las personas y partiendo de la idea predeterminada que yo tenía, mi opinión es que:
-          Existe en el medio rural una manera diferente de sinceridad, dicho de manera irónica, más ¨exigente¨ ya que para recibir una parte de sinceridad de alguno de sus habitantes tienes que dar a priori cuatro o cinco partes de la tuya, y luego esperar con el tiempo un resultado posible.
-          En relación a las formas sociales, decir que también existen formas pactadas en el medio rural, existiendo formas para los que se escapan a las formas. Siendo más difícil que en las ciudades que población general llegue a ignorarte, porque eso sí que se puede decir del medio rural la capacidad de ignorar al otro ciudadano es menor; el marco de convivencia incluye a todos. La exclusión extrema es menor y la diferenciación entre subgrupos es también menor. En mi medio rural prima un tipo de clasificación social basado en las relaciones de familia; Las personas son, en su mayoría, miembros de una misma familia ,por lo que existe un factor de semejanza muy fuerte que suaviza las fronteras excluyentes.

Sobre el dinero, el trabajo , consumo y propiedad, puedo decir que:
-          También en el pueblo ¨el dinero es el dinero¨ y es algo particular de quien lo tiene y decir que, por supuesto, no se comparte.
-          La propiedad pública o compartida que en la ciudad se evidencia en los edificios públicos como los colegios, bibliotecas, centros de salud entre otros o de tipo abierto como los parques y paseos, que sería importante que el ciudadano bien entendiera y defienda, si es preciso, que son propiedad de los ciudadanos, pagados con la aportación de todos.
Pues bien, si buscamos la semejanza a estos espacios creados por nosotros en las ciudades en el medio rural, al carecer ,en los pueblo pequeñines como el mío, de servicios públicos, podríamos decir que son algunos de estos espacios comunes la plaza del pueblo y los montes para pasear, siendo, a excepción de los montes comunales, de los que el ciudadano no dispone en mejor posición que los animales que en ellos pastan, el territorio en una gran parte propiedad particular heredada y comprada desde tiempo históricos por los propietarios de la tierra.
Son las tierras comunales una posibilidad para los no heredados que pueden, a través de renta, hacer uso de las mismas para poner a pastar a sus animales.
Existen también intentos de hacer nuevos espacios que se compran a los particulares para trasformar espacios privados en espacios públicos y dedicados a las personas.
-  El elemento trabajo es un común a todas las personas del medio rural, necesarios para comenzar un nueva vida y para mejorar las condiciones de vida existentes a través del desarrollo. La necesidad de comenzar un proyecto desde casi cero de los nuevos pobladores contrasta con la vida estable de las personas que habitan estos territorios. Si bien, puedo afirmar que la solidaridad en el trabajo y las maneras de cooperación no son ajenas a las tradiciones rurales, y son lo que muchos buscamos al irnos a los zonas rurales. No se si es desconfianza o un rechazo basado en aspectos más profundos de la cultura rural lo que dificulta la colaboración entre nuevos y antiguos pobladores.


En relación a la despoblación, dentro de las generalidades del medio rural, una de las preocupaciones compartidas por todos porque atañen a la supervivencia de las comunidades rurales, puedo decir que :
-          Cada nuevo poblador busca una vida y tiene unas exigencias que no tienen porque ser satisfechas por los ya pobladores. Sentencia que justificaría la cerrazón que muestran estas personas de toda la vida por las nuevas pobladoras y buscadoras de nueva vida que requieren en mayor o menor medida atención y acogida.
-          Si por un lado entre la población rural la semejanza es mayor, como comenté antes, debido a los vínculos que existen de familiaridad, hacerse uno participe de estos vínculos es demasiado pedir al nuevo poblador. Como ejemplo irónico de esta situación me remito a la película ¨Dogville¨.
-          Sobre la propiedad rural, la huerta, el jardín para tomar el te las noche de verano y observar las estrellas; puede ser alcanzada en otra vida por el matrimonio intercultural o bien gravosamente pagada por el nuevo poblador. Aunque no mucha gente quiera comprar el mismo producto el antiguo poblador se agarra con ambas extremidades a su propiedad puesta a barbecho durante décadas y llegado ante su puerta un posible comprador da comienzo el juego de negociaciones amplias entre propietario, idealista , banco real y valor real de mercado de la tierra.


Tengo la oportunidad de hacer desde este artículo un llamamiento a los antiguos pobladores a que nos den un voto de confianza y compartan proyectos y formas de vida con los idealistas nuevo pobladores que llegamos de la ciudad con más ilusión que dinero, dispuestos a convertir un botijo en una obrar de arte y a fascinarnos con los matojos y zarzas ,que son quemados como rastrojo pero, que para nosotros son símbolo de la más preciada vida natural.
Y también, un ofrecimiento de parte de los nuevos pobladores, en forma de ¨pacto social¨, de no romper demasiado las formas de siempre tan comprobadas y validadas, con modernismos y prejuicios, provocando desasosiego en las poblaciones acogedoras. Los nuevos pobladores podíamos intentar lograr una semejanza o acercamiento social por medio del respeto y la cautela  ante las formas de vida y usos de los lugares en los que deseamos vivir.

Siendo este ¨pacto social¨ o una manera posible de equilibrio en la convivencia rural siendo una combinación de valores:
- Confianza y colaboración, sumado a, respeto y acercamiento social.

martes, 26 de abril de 2011

Doy fe: Guía de la barbarie en Burgos

En los últimos meses Burgos cuenta con dos novedades literarias que inducen al lector a adentrarse en el pasado de la ciudad de Burgos como escenario de hechos históricos. Bien visto, estas novedades no son tan nuevas.

La primera se descubre paseando por el centro histórico de Burgos. Se trata de la nueva señalización turística de los monumentos más importantes. Algunos de sus textos son curiosos  en sus contenidos.

Concretamente, en la iglesia de Santa Águeda se hace alusión a la Jura de Santa Gadea, que supuestamente exigió El Cid a Alfonso VI. La historiografía ha demostrado sobradamente que tal suceso, ni está documentado, ni es lejanamente probable que sucediera. Pertenece a la literatura y a la leyenda. Pero, por alguna razón, sigue resultando interesante seguir repitiendo tópicos, o es más cómodo… Esto lleva a recordar otros hechos o bienes supuestamente históricos tan valorados por nuestros gobernantes: la costosísima (no sabemos si valiosísima) espada del Cid adquirida por la Junta (millón seiscientos mil euros), los huesos del Cid, etc.

La segunda novedad es el recientemente reeditado libro Doy fe, de Antonio Ruiz Vilaplana, escrito en 1937. Nos ofrece un Burgos menos placentero, y descarnadamente real. Se trata de un testimonio de varios sucesos acaecidos a comienzos de la Guerra Civil en Burgos: detenciones, asesinatos, represión brutal en definitiva. Son sucesos acaecidos en escenarios de nuestra ciudad, que cruzamos a diario o conocemos sobradamente: Correos, La Cartuja, Capitanía, El Espolón, El Teatro Clunia (antigua prisión), etc.

El contraste es claro: recordamos hechos supuestamente heroicos pero falsos, mientras que tenemos menos presentes sucesos vergonzantes pero ciertos.

Si la ciudad también enseña, si la ciudad es un libro que hay que leer…, entonces necesitamos buscar a los maestros que la interpreten. Y los hay. Pero no son quienes redactan el material turístico de la ciudad.

Frente a la guía del Ayuntamiento de Burgos, Burgosdijital propone otra guía menos placentera y escapista: la guía de la barbarie en Burgos que recientemente se ha publicado en este blog: http://burgos-dijital.blogspot.com/2011/04/balada-triste-para-un-republicano.html

Para más información sobre Ruiz Vilaplana y su libro Doy fe, se puede consultar: http://diariodevurgos.com/dvwps/doy-fe-un-ano-de-actuacion-en-la-espana-nacionalista.php

lunes, 25 de abril de 2011

Si privada te subvenciono, si pública te recorto

El pasado 8 de abril nos enterábamos por la prensa de que la Junta de Castilla y León había concedido la nada desdeñable subvención de 45.000 euros a una empresa privada como es la Universidad Popular de Burgos para la realización de cursos de alfabetización y español para extranjeros. Otros tantos miles de euros han ido a parar a la Universidad Popular de Palencia con los mismos fines.

En Burgos, como todos sabemos, existen dos centros públicos de enseñanza de adultos, el CEPA “Victoriano Crémer” y el CEPA “San Bruno”, que ofrecen cursos de alfabetización y español para extranjeros, entre otros, desde hace ya muchos años. Cualquiera que tenga dos dedos de frente se preguntará sin duda por qué la Junta de Castilla y León se gasta nuestro dinero subvencionando a entidades privadas para que oferten cursos que entran en competencia con nuestro sistema público de educación. ¿Por qué no invierte ese dinero en la enseñanza pública? ¿No pretenderá que el sistema público de educación se vuelva anémico por falta de medios para después desacreditarlo e irlo vaciando de contenido hasta su total desaparición?

Este no es sino un pequeño ejemplo de la política educativa de la Junta de Castilla y León, que sigue incrementando las subvenciones a los centros privados de educación, incluso a aquellos centros como los del Opus dei que segregan a su alumnado por razón de sexo, mientras no deja de anunciar recortes drásticos para el próximo curso con el pretexto de la crisis económica y la falta de dinero. En efecto, ya está aplicando un recorte de casi un 7% en el presupuesto de educación no universitaria para este curso.

Además, se va viendo que la oferta de plazas para profesorado de infantil y primaria se ha visto reducida de manera escandalosa (unas 500 plazas cuando las necesidades educativas suponen unas 2000); los recortes de plantilla en colegios e institutos públicos se van anunciando alegremente en las reuniones de las Direcciones Provinciales con los equipos directivos de los centros y el aumento de la ratio alumno por aula así como la mayor carga horaria para el profesorado (las diecisiete horas lectivas, “¿qué se hicieron?”) son realidades que todo el mundo parece ir aceptando como inevitables. Por no hablar de la posible desaparición de algunas materias del currículo, de los recortes y las congelaciones salariales, de la construcción paralizada de nuevos colegios y de la disminución del presupuesto para el funcionamiento de los centros públicos.

¿Debemos confiar que ante este negro panorama los sindicatos con representación en la mesa sectorial van a actuar con verdadera contundencia en lugar de las tibias acciones que proponen en esa plataforma reivindicativa que han creado recientemente?  ¿Estará el profesorado dispuesto a movilizarse contra esa política de ajustes económicos y recortes de derechos laborales? ¿Va a aguantar la sociedad en su conjunto que la educación pública, la única que es universal, no discriminatoria y gratuita, no sea una prioridad en los planes de sus gobernantes, sino que, por el contrario, sus recursos económicos y humanos se vean reducidos con la excusa de la crisis, mientras que la educación privada sigue aumentando su nivel de subvenciones?
                 
                                                                                                                                       Enseñanza CGT

miércoles, 20 de abril de 2011

Siempre con vosotros, siempre con San José de Apartadó (Colombia)


                                           Dedicado a las ONG´s que participan y se arriesgan por la paz