“Han comenzado a multar a las trabajadoras del sexo en el Polígono de Villaverde”
A la Delegada de Gobierno, Concepción Dancausa, se le ha olvidado un
pequeño detalle al anunciar el 24 de julio “que se utilizará la nueva ley para acabar con
este modo de explotación de las mujeres”.
Y es que las propias trabajadoras del sexo,
esas que dice que sufren explotación, también están siendo multadas por el Cuerpo
Nacional de Policía utilizando la Ley Orgánica de “Protección” de la Seguridad
Ciudadana.
Dancausa ha dejado muy claros los objetivos de la intervención policial
“controlar, erradicar y combatir la prostitución”. Todo ello sin contar con las
protagonistas, sin interesarse por sus necesidades, sin ofrecer alternativas.
Ha tenido
en cuenta la opinión de empresarios y vecinos/as, ignorando el punto de vista de las
trabajadoras del sexo y poniendo en marcha una potente maquinaria represiva y
punitiva contra ellas.
De esta manera, se hace efectiva la criminalización y penalización del colectivo
de personas que ejercen la prostitución en los espacios públicos, situación que
venimos previendo y denunciando desde que conocimos las primeras noticias de esta
ley infame.
Desde el Gobierno se vendió como una Ley que “solo” penalizaría al
cliente, sin embargo, las trabajadoras del sexo que captan su clientela en los espacios
públicos han comenzado a ser multadas desde la semana pasada. El acta de denuncia a
una de las mujeres que ejercen en el Polígono de Villaverde venía motivada por “no
obedecer de forma reiterada los mandatos de los funcionarios policiales para que no
ofrezca servicios sexuales en la calle xxxxxx, vía pública con peligro para la seguridad
vial”.
Desde el Colectivo Hetaira denunciamos la violencia institucional contra
quienes ejercen la prostitución en las vías públicas, amparada por la Ley de Seguridad
Ciudadana.
Se traduce en persecución y acoso, que lejos de solucionar ningún
problema social, de convivencia, o de seguridad ciudadana, empeora más, si cabe, las
condiciones en las que se ejerce esta actividad. Contribuye al aumento de la vulnerabilidad porque, antes o después, las mujeres buscarán lugares más alejados y,
desde ya, deben negociar las condiciones del servicio sexual de manera más rápida y
clandestina, lo que supone la pérdida de control en la negociación del preservativo, el
precio, las prácticas, etc.
También denunciamos los abusos que comenten algunos mandos policiales
hacia las mujeres. Situaciones que, desgraciadamente, son más habituales de lo que
debieran y que están aumentando preocupantemente a raíz del anuncio y de la puesta
en marcha de la ley. Insultos, amenazas, vejaciones, chantajes… que contribuyen al
clima de inseguridad e indefensión y, por tanto, incrementa la vulnerabilidad ante
cualquier otro tipo de violencia.
Esta Ley de “Protección” de la Seguridad Ciudadana hace efectiva la prohibición de la
prostitución en el espacio público, favoreciendo solamente los intereses de los
empresarios de los locales, donde las mujeres carecen de cualquier ley que proteja sus
derechos, dado que no existe un reconocimiento de la prostitución como trabajo.
La prostitución es un fenómeno muy complejo en el que se deben tener en cuenta a
todas las partes implicadas, especialmente a quienes ejercen la prostitución.
Las
trabajadoras del sexo no necesitan políticas que las criminalicen y empeoren sus
condiciones de vida, las trabajadoras del sexo requieren políticas valientes con
perspectiva de derechos humanos, que escuchen sus necesidades y que se les dote de
los derechos de ciudadanía que actualmente les son negados.
Ante una situación de explotación laboral o hasta de trata, los multados serán siempre, para el PP, los explotados. Inmigrantes, prostitutas, trabajadores en negro....
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