Por Eduardo Nabal
La llamada “crisis”
(también llamada “estafa de la banca”) ha puesto en la calle a mucha gente (en
el sentido de sus casas y sus trabajos). También se ha cebado con las llamadas
minorías (que sumadas no son tan minoritarias): enfermos de VIH, inmigrantes,
gente LGTB, gente con diversidad funcional, madres solteras…
Esta guerra que ganó
Tatcher en Inglaterra también hizo que el pueblo se uniera y que en lugar de
ahondar en divisiones se articularan políticas, no por complejas, más
impetuosas en cuestiones sociales.
Hace dos semanas en
Madrid se reunió la gente de la Asamblea Transmaribollo de Sol con los
grupos antifascistas para hacer frente al aumento de agresiones racistas,
producidas por la ideología que hay detrás de estos recortes.
Ahora resulta que
Eurovegas como las Olimpiadas nunca fueron pensadas por ni para España. “Bienvenido Mr. Marshall” de Berlanga
se queda pequeño. Ni Almodóvar ha sabido
retratarlo. Pero el pueblo madrileño, en principio dócil a la chulería de sus
gobernantes, está empezando a movilizarse porque se ocupen casas ocupadas y por
buscar formas de autoempleo.
No sé si la sangría
viene solo de Alemania o de los bancos recuperando lo estafado es posible que
al reclamar nuestros derechos básicos hayamos como dicen algunos “vivido por
encima de nuestras posibilidades”. Las posibilidades que ofrecían los
progenitores de los que están en el poder: silencio, sumisión y obediencia
ciega. Nuestras posibilidades eran derecho al trabajo, la vivienda, la salud y
la educación públicos. También a la libertad de expresión y manifestación así
como el reconocimiento de las necesidades de una gran diversidad de grupos
sociales.
Pero estas personas
llamadas muchas veces (con buena intención) un tanto a la ligera como “los más
débiles” no lo son tanto cuando se enfrentan a entidades bancarias o a una
policía cada vez más peligrosa. Buscaban enfrentar pero sobre todo han
conseguido unir a esos que tenían por “pardillos/as”. Efectivamente se ha empezado con los sectores
vulnerables pero algo les ha salido mal porque con sus manifestaciones y las
que vendrán demostraremos que no somos tan débiles.
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