Ayer día 16 de marzo la Marcha de la Dignidad-Norte, compuesta por gente de
Bilbao, Rioja y Burgos, culminó la etapa del domingo en Boceguillas. Alojándose
en el albergue que periódicamente acoge a jóvenes que desarrollan talleres de
recuperación de arquitectura popular con base en el tapial y el adobe, la Marcha fue recibida por un grupo de personas de esa zona de Segovia y algunos
otros, llegados desde la frontera madrileña de Somosierra.
El encuentro dio origen a una pequeña asamblea en la plaza del
Ayuntamiento que a lxs marchantes permitió trasladar su experiencia y al resto
poner sobre la mesa los logros y dificultades de la acción reivindicativa en un
medio rural que desde el punto de vista poblacional se caracteriza como semidesértico. Dificultades por la dispersión de los núcleos de población, su
envejecimiento y el despoblamiento acelerado y también logros, porque las
luchas contra la laminación de los servicios médicos de urgencia aquí (más allá
del resultado) suponen un paso adelante en lo organizativo, como lo fue la
simbólica solidaridad con Gamonal, o el desarrollo de cierto movimiento
cooperativo. Y logros reales porque subrayamos que fue la presión social la que
desbarató Campo de San Pedro como nicho del ATC (el basurero nuclear que se
pretendió instalar a 15 kilómetros de donde estábamos reunidos).
Compartimos fraternalmente las dificultades del momento para los más y
la denuncia del gran negocio que están haciendo “los menos”, es decir la contrarreforma
laboral, el lastre de políticas antisociales de paro y precariedad, el
sacrificio de los servicios públicos al capital que estrangula lo común con el
pago de la deuda “a los mercados” y las operaciones mafiosas de rescate
bancario. También se abrió el debate sobre Renta Básica para toda la ciudadanía
y la trampa de la interpretación en nuestra Comunidad en clave de “renta
garantizada” (a todas luces una limosna ridícula y llena de trabas
administrativo-jurídicas). Todo eso es lo importante, lo que nos une y abre
perspectivas de interrelación, organización y apoyo mutuo.
No compartimos tan fraternalmente el tramo final del debate que, como
ocurre en otros lugares se polarizó (y hay que decirlo se tensó) en diferencias
que aluden a dos perspectivas muy distintas de acción social: la que pone el
acento en construir oposición de masas al sistema y la que apuesta por la
acción de los “más decididos”. Pero en fin, como dice el refrán “arrieros somos”… y esperamos
encontrarnos y en caso contrario… ¡tampoco pasa nada! Queda mucho camino que
recorrer y quienes siempre hacen falta son “corredores de fondo”.