Por Eduardo Nabal
"UNE NOUVELLE
AMIE". OZON, CINE FRANCÉS Y LA EXPLOSIÓN DE LOS GÉNEROS
Hoy día Francia se
sorprende a sí misma entre la valentía de algunos de sus creadores y el efecto
de miedo y retroceso que atenaza a un sector de su sociedad. Ozon ni siquiera
cuando era un "enfant terrible" dejó de soprender o escandalizar (en
un sentido vago del término) a esa
(esta) sociedad francesa hipócrita que oculta sus secretos de alcoba
tras manifestaciones fascistoides, homófobas
y racistas, envuelta en paradojas, fobias y contradicciones.
El propio
realizador ha declarado en el Día Internacional Contra la Homofobia que las
llamadas "crisis ecóNOmicos" aumentan el machismo, el racismo y la
homofobia. Su sociedad no tan distante a
la nuestra pero si distante a lo que llegó a significar un día en cuanto a
avances sociales y culturales en las luchas por la libertad y la diversidad
cultural en tiempos de revueltas y oscuridad.
En "Une nouvelle amie"
el realizador francés se aparta del drama irónico de "Jeunne et
Jolie" o la comedia musical kiths de "Ocho mujeres" o "Potiche" con una comedia dramática donde hace explotar
los géneros sexuados dentro de un entorno burgués donde los desgarros son solo
visibles desde cierta óptica, y las cadenas se rompen de manera desenfadada
pero algo utópica.
La trama algo rocambolesca del filme (basada
en una novela de la recién fallecida Ruth Rendell, escritora de novelas se
intriga que sirvió de inspiración de "Carne trémula" ) puede llevar a que nuevas voces imprudentes
lo comparen con Almodóvar (al estilo de Boyero) pero en su país saben que,
aunque les escupa en su moral burguesa y parodie sus costumbres, es un talento
a exportar y va a seguir ganando premios en festivales, con un respaldo que no
encuentran nuestros jóvenes realizadores, salvo contadísimas excepciones.
Muchos de ellos (Coixet, Torregrosa, Hens, Ceacero, Amenábar etc) o se ha ido
o tienen las maletas hechas. Pero el cine de Ozon nunca será cómodo, aunque sus
ambientes socioculturales varíen mucho y el tono vaya siempre del drama o
melodrama a la comedia más irónica y estilizada, mojando la pólvora de algunos
de sus filmes mas iconoclastas.
Aunque hay demasiados elementos en "Une
nouvelle amie" para que, a pesar de su osadía argumental, traspase el
terreno de la comedia mágica, el melodrama romántico (la muerte y el duelo es
capital en el filme) y si se acerca a las nuevas ideas sobre los cuerpos y los
dualismos de género es quizás para buscar en las tripas de la sociedad aparentemente
"tolerante" en la que vive el fantasma del neofascismo que despierta
la ansiedad colectiva sobre la adopción de niños por padres gays o madres
lesbianas además de otras muchas barreras - de carácter racial- que hacen saltar conceptos preestablecidos en
el imaginario romántico. Tal vez el problema es que Ozon, como ocurría en la
más contundente y afilada "Dans la
maison" cuida demasiado su puesta en escena y pide a sus interpretes un
más difícil todavía que deja de lado la audacia formal, que no falta en sus
últimos filmes pero que parece haber perdido ese lado más oscuro, y
turbulento que en esta ocasión, recupera
únicamente en las dos secuencias más perturbadoras del filme. Ozon nos presenta
un mundo burgués aparentemente impermeable a los cambios pero donde los
pequeños desgarros son observados con ironía y devastadora inteligencia, aunque
evitando la estridencia de "Sitcom" o la amplitud de la crítica
social de "Dans la maison" o incluso "Jeunne et Jolie",
donde acusa a instituciones, fariseos, educadores sociales o moralistas de
forma indirecta. Un realizador que, como a su manera, Xavier Dolan puede contar
lo más salvaje o complejo de las relaciones humanas sin despeinarse.
"Une nouvelle amie" es un filme escabroso pero
contado con elegancia y en escenarios de comodidad. Una historia de duelo,
suplantación, travestismo, emociones reprimidas y confesiones corporales que
harán las delicias de los amantes del cine gay inconformista pero que, a pesar
de la inmensa interpretación de Roman Duris, no llega tan lejos como otros
realizadores de su generación y desde luego aunque se muestra aparentemente mas
valiente queda por debajo de los riesgos corridos por Xavi Dolan en
"Mommy", Bruce la Bruce en "Gerontophilia" o el tunecino Kediche
en "La vida de Adèle", aunque seguramente sea, a pesar de su ética
libertaria en cuestión de sexos y géneros, la mas amable y cómoda de todas
ellas.
Más allá que en su puesta en escena o en unos personajes bien trabajados
pero algo previsibles el desafío de Ozon en "Une nouvelle amie" es
ponerle un final feliz a una historia de pequeñas transgresiones que pueden
cristalizar en ansiedades imprecisas en torno a la diversidad sexual o las
identidades de género
El realizador no tiene vértigo a la hora de plantear y jugar
sus cartas pero echamos de menos quizás, a pesar de un par de secuencias
inconfundiblemente ozonianas- como lo son algunos de sus personajes- , la
insolencia narrativa de sus primeros trabajos. En definitiva y sobre todo en su
resolución "Une nouvelle amie" (Una nueva amiga)-recién llegada a las
carteleras burgalesas- es una película a
la vez provocadora, agridulce y amable,
perturbadora pero narrativamente mas apacible y cómoda que otros trabajos suyos
Estamos a ante un
filme sobre la explosión de los géneros tratada de forma dulce y no belicosa,
apuntando elementos oscuros o renovadores pero sin profundizar demasiado en
ellos.
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