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miércoles, 1 de julio de 2015

El centro de Burgos y los barrios

Edificio de Plaza de Vega antes de su demolición

Por Víctor Atobas


Burgos es como un conjunto de ciudades (o burgos). Barrios como San Pedro de la Fuente con mil dos cientos años de historia, otras periferias como El Crucero, San Agustín y San Cristóbal, o Gamonal, todas ellas con algo en común; han sido centros de uno de los movimientos sociales más punteros. Aparece el movimiento vecinal como arma de defensa frente a un mercado inmobiliario que se expande incontrolado, con las consiguientes consecuencias respecto al sistema de estratificación; todo el mundo lo sabe, hay barrios de ricos, y otros de pobres.
Esto lo podemos advertir cómo la clase trabajadora ha sido expulsada del centro, donde también se produjeron protestas vecinales. El centro de Burgos definido en relación a las periferias; para hablar del centro, nos fijaremos asimismo en el resto de la ciudad. Cualquier transformación supone la modificación total de la misma; actuar en el conjunto de relaciones y flujos que configuran el espacio social que es una ciudad, repercute en el precio del suelo, influyendo en las ganancias de los propietarios y los gastos de los arrendatarios, así como en la concentración social y el resto de flujos interdependientes: transporte, trabajo o comercio.

La inversión o el abandono de una calle, la expropiación o la demolición de un solo edificio, por ejemplo; actuaciones concretas que, sin embargo, cambian toda la zona mediante el flujo del capital especulativo y la expulsión de las rentas más bajas hacia otras zonas, a su vez transformadas. La ciudad se expande a través de la dinámica de desestructuración – reestructuración; el casco histórico ha sido reestructurado para albergar nuevas funciones, al igual que Gamonal ha sufrido profundas transformaciones; pero primero había que eliminar todo lo antiguo, el pueblo de los gamones.

Uno de los problemas de la planificación urbanística propia al capitalismo es que arroja una planificación espacial que trata de ordenar todo, constituida sobre la totalidad de la ciudad como si fuera una, cuando geográficamente Burgos no es más que un conjunto de parcelas privadas sobre las que es difícil intervenir de manera directa, aunque existe el recurso de la expropiación que, en numerosas ocasiones, ha sido utilizado para expulsar la clase trabajadora. Así, la mayor parte de la planificación urbanística es entregada al mercado. 

Que el centro haya perdido tanta población, que han ganado otras zonas, se entiende en la política sobre el suelo. Cuando vamos recorriendo Laín Calvo o cualquier otra calle del centro, nos encontramos con que la pequeña burguesía ha establecido allí sus comercios; el centro, dedicado al sector servicios, re-estructurado como un espacio de representación dedicado a los turistas. 

La inversión se ha canalizado hacia el centro de la ciudad, donde se encuentran los intereses comerciales; la peatonalización, las continuas intervenciones, restauraciones y dotaciones, las demoliciones de la Plaza Vega y la especulación, la política de incremento de precios en el barrio de San Esteban, entre otros ejemplos. 



La planificación espacial de la sociedad capitalista ha sido caótica; Burgos, ciudad conocida como mal ejemplo de ordenación urbanística, y el ejemplo más claro lo encontramos en Gamonal, que a partir de los años 40 y 50 se reestructuró de pueblo a suburbio; varias décadas después, algunas zonas del barrio parecen en transición, pero los cambios que ahora nos interesan se encuentran en cómo la relación centro-Gamonal definen los usos sociales en el espacio. 
La llegada de la industrialización, durante los años 50 y 60, supuso el florecimiento del “capitalismo urbano”, presa de una planificación caótica. Los capitalistas que invirtieron en la expansión urbanística de Burgos eran, por un lado, capitalistas productivos que tenían su inversión en las fábricas, pero que se convirtieron también en capitalistas especulativos; cuando la construcción pasó a “fondo seco”, los capitales se centraron en expoliar sectores públicos como la sanidad y la educación. 

Mientras los propietarios vivían lejos de sus fábricas y del humo, los obreros; que no disponían de vehículos ni de trasporte público, buscaban la vivienda cerca del trabajo. 

Al tiempo que Gamonal congregaba en sus calles y plazas, fábricas y viviendas de baja calidad, huertas y una falta total de aparcamientos, así como de servicios públicos o de dotaciones, el “segmento del centro” concentraba el poder político, institucional y social, concentrando a las rentas más elevadas. 
La clase trabajadora fue expulsada del centro de la ciudad y la mayor parte de los flujos; comercio, distribución, hostelería, transporte, ocio e inversión en dotaciones, se distribuyeron en el centro de Burgos, de modo que aumentó el precio del suelo y aumentaron los costes de los alquileres, a lo que habría que sumar el aumento del precio del transporte hacia los polígonos. 

De modo que el ayuntamiento de Burgos, durante los gobiernos del PP y el PSOE, ha apostado siempre por una planificación entregada por entero al mercado. En un barrio podremos encontrar casas desvencijadas y en mal estado, a las que se niega el mantenimiento y la reforma, porque precisamente cuando sea imposible vivir en dicha vivienda por las malas condiciones y los inquilinos la abandonen; entonces se producirá la especulación con el valor del suelo, incrementándose tanto que las rentas más bajas resultarán expulsadas de la zona.


Calle de Vitoria

Estas mismas viviendas en deplorable conservación que referíamos, contrapuestas apenas unos metros más allá con lujosas viviendas, dotadas de cámaras de seguridad, y unas condiciones de vida que difieren mucho de otros que sufren nuestros queridos vecinxs. De ahí que el movimiento vecinal haya plantado cara a la dinámica de expansión urbanística, en casos tan conocidos como Eladio Perlado o el Bulevar de Gamonal. Luchando por su barrio; las dotaciones abandonadas por doquier: bibliotecas, guarderías y centros de salud en mal estado, goteras, falta de aparcamiento, entre otros ejemplos.


Con el Bulevar intentaban hacer de Gamonal una nueva centralidad. Pero ya conocemos las consecuencias de esto, una pista nos la proporciona la construcción de nuevas periferias para albergar a las rentas más bajas de las zonas depauperadas de Gamonal, frente a la que hubiera sido zona del Bulevar llena de comercios y de viviendas re-valorizadas. Pero entonces el barrio hubiera perdido sus habitantes oriundos; trabajadores y parados, pensionistas, niños, jóvenes precios, los recuerdos de los exiliados, desplazados ante las prácticas especulativas hacia zonas más asequibles, con malos materiales de construcción y en puntos dispersos al acceso a dotaciones y servicios públicos.

Pero no vamos a permitir que se lo entreguen todo al mercado. No lo podemos consentir  porque, mientras, nuestros familiares, amigos y conocidos sufren desahucios, no pueden pagar la calefacción, se les inundan los baños y revientan las cañerías, pierden la casa y se van donde los padres, o no pueden independizarse o hacer planes de futuro.

BARRIOS VIVOS, BARRIOS COMBATIVOS

Otros artículos de Victor Atobas:
Burgos no es de derechas
La frustración de vivir en una ciudad cerrada como Burgos






viernes, 19 de junio de 2015

Esa banda de la calle Génova 13

Homenaje a los muertos de Vitoria. Juan Vallejo
Óleo sobre lienzo.
1976

Por Juan Vallejo


Esta presunta banda criminal ( según los jueces ), en que ha devenido el PP, cuyo laboratorio bárbaro esta en la calle Génova 13 de Madrid, ladra a los fantasmas que han aparecido en sus territorios más emblemáticos. 

Esto de las acepciones de las palabras tiene su enjundia, porque si los ventajistas peperianos se hicieron con el poder a lo largo de las últimas décadas, fue gracias a esas criminales arterías, que de manera inextricable, ideaban los secretarios recaudadores en el citado edificio, siendo el Bárcenas el principal capo; aunque los muñidores e inspiradores estuvieran en los sitiales de la Moncloa preparando sinuosas tramas. 
Pero decía esto de las acepciones de la palabra criminal, sin un reduccionismo semántico que me lleve por derroteros que inspiren odio, porque se me viene al magín, la orden que dio Fraga aquel 3 de marzo de 1976 siendo ministro del interior, de tirar a matar en Vitoria. Pedro María Ocio, 27 años; Francisco Aznar Clemente, 17 años y Romaldo Barroso Chaparro de 19 años, cayeron abatidos a tiros por las policía. "El miércoles 3 de marzo, lucía el sol, de madrugada, en Vitoria como pocas veces. Sin embargo, algo en el aire de la calle hacía presagiar una fatídica jornada". Así comenzaba una escalofriante crónica la revista Triunfo del 13 de marzo de 1976 de Nicolás Sartorius que titulaba: Silencio y luto en la ciudad. " No puede seguirse tolerando que una situación laboral mal resuelta, degenere en violencias como la de Vitoria, como la de Elda. Gobernar no es mandar disparar. Es evitar que haya disparos", decía en el editorial de dicha publicación. Algunas veces, cuando nos vemos en manifestaciones en Madrid, le recuerdo el artículo. 


Me sigue emocionando el camarada Sarturius ante las puertas de Génova 13 gritando la cueva de ladrones en que se han instalado estos maleantes. Pues este adorado ministro de Franco, don Manuel Fraga Iribarne, fundó la matriz de este partido o banda criminal, inspirado por Franco al que sirvió hasta el amanecer de la negra noche de España que ellos untaron de pavor. 
Esta dicotomía Franco-Fraga, fluctúa hasta hoy de manera insoslayable, como si un desdoblamiento pertinaz dibujara los arquetipos de la desgracia. Ya ven los ejemplares enjaulados por los jueces, y otros que siguen desfilando por los juzgados con el latrocinio en la memoria.



Pero esta translación entre santa Teresa y Covadonga; entre Franco, Fraga, Aznar y Rajoy, hisopada por el Opus, vomita una letanía de muerte. La guerra de Irak, provocada por ese ser tan abyecto que es Aznar en una imagen que da pánico, donde los tres mosqueteros urden la ecuación B+B+A = CRIMEN DE LESA HUMANIDAD. 
Lo hacen con las patas de unas bestias ávidas de desuello encima de la mesa de las Azores; donde la chulería y la soberbia repartieron miles y miles de muertos que, hasta hoy, siguen gritando sus nombres. 
Para qué recordarles la imagen del expresidente del Gobierno español jurando y perjurando la certeza de bombas atómicas en el subsuelo iraquí, con el rostro apretado, hitleriano, por el que la ira presagiaba el terror. Lo demás ya lo saben: bendición anual del Abad de Silos y a nutrir la bolsa del capitalismo liberal que ha aventado el mayor sufrimiento de este país desde la Guerra Civil.



Pues bien: ahora, los aprendices de estos indeseables, disparan por doquier el despertar de España. La gente de las plazas ha entrado en los ayuntamientos, en las autonomías, levantan las alfombras y ven el escarnio, la codicia, la corrupción vertida sobre un pueblo al que han denigrado, al que han llevado a la ruina y al desahucio. No paran en buscar apelativos para tildar esta frescura: desde soviets que violan monjas, hasta comunistas que se comen crudos a los niños.
Traman y maquinan pactos con la gente de la izquierda más meliflua como es el PSOE, con tal de derribar y aniquilar la libertad de los amaneceres que tenían secuestrados y que Podemos, Imagina y otras fascinantes y libertadoras agrupaciones han colgado de las paredes del cielo de este país mostrando la sangradura de estos canallas.
Gentes que dibujan un horizonte de pasiones desde estas ruinas clásicas, donde los hastiales que elevaron los que se creían dueños del amanecer, aún están tiznadas de sangre ( recuerdo la presencia de la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, del PP, en Burgos, en vísperas de elecciones, avisando de que ImaginaBurgos era una banda de pirómanos que iban a dinamitar la democracia.
Días después, la alta magistratura del Estado, les tituló a ellos, Banda Criminal , porque las fosas gritan los silencios que sus mentores, las que cavaron para enterrar la democracia en tanto que escribían en los muros la libertad que asesinaron. Y estos también siguen cavándolas: no han movido un dedo para resolver este duelo que hace de este país la democracia más miserable de Europa, según Ian Gibson.



Desde su miseria y su soberbia, desde prejuicios falócratas y reaccionarios, anuncian un nuevo Gobierno,un nuevo futuro. Ya no embaucan a nadie; ni siquiera a los suyos que han huido de tanto despojo, de tanta mentira. Van a revestir a los ladrones de Génova de pieles de cordero para inmolarles en la horca que les tiene preparada los jueces de su ralea. 

"De sangre en sangre vengo,/ como el mar de ola en ola,/ de color de amapola el alma tengo,/ de amapola sin suerte es mi destino,/ y llego de amapola en amapola/ a dar en la cornada de mi sino". Miguel Hernández.

Otros artículos de Juan Vallejo:
Cayetana, la diputada del PP
De Huesos y Hombres ( los huesos de Cervantes)
El retrato de los reyes
España es un país sucio

miércoles, 20 de mayo de 2015

De gigantes, molinos y comisiones



Por Manuel Cortázar

Don Vicente de la Chanza: ¡Mi jacaaa, galopa y corta el viento cuando pasa por el puerto, camini…to de…! ¡Pero qué ven mis ojos! ¡Si son gigantes malandrines moviendo sus brazos y asustando a las buenas gentes de estas tierras que con tantas ganas nos quieren! Ya se lo descía yo a los de mi Consejo, que esta era la causa de la despoblación, y no otra…


Escudero Villanueva: ¡Mire usted, maese Vicente, que no son gigantes, que son COMISIONES!

V.CH.: ¡Ande, ande, no digas bufonadas! Atente a mi experiencia que es grande en contiendas y sé la cantidad de mudas y engaños que utilizan los enemigos para no dar la cara. ¡Comience a preparar mis armas que de aquí a nada entraré en combate! ¡La lanza, el escudo! ¡Por dios dese prisa, que esas criaturas del demonio no van a dexar títere con cabeza!

E.V.: ¡Ay, ay, ay, qué espanto de hombre, si no se entera de nada! ¡Su ingenuidad es proverbial! ¡Menos mal que lo es aún más la de nuestros paisanos! ¡Ay, si supieran en manos de quien están!

V.CH.: ¡Qué murmulla! ¡Cuánto pico para tan poca cabeza! ¿Es que tengo yo que estar en todo? ¿Aún no se ha dado cuenta que un caballero como yo, no puede ir a la guerra poniendo en peligro a su doncella? ¿Pero es que acaso no ve que tengo al lomo de mi hidalgo jaco a Doña Silvia del Sabroso?

E. V.: ¡Vaya por dios! ¡Hoy tenemos fiesta en su testa! Gigantes y doncellas. Y como le convenzo yo que ya no quedan doncellas en esta tierra, que no digo yo que sea necesario… Pues nada, caso le haré de su imaginaria señora, pero de los gigantes no, que sin saberlo le va a estropear la verbena a muchos hidalgos.

V.CH.: ¡Venga, dese prisa, y deje de cuchichear que a este paso ni palmo de tierra dejarán sin segar! Comisiones dice… ¡Qué sabrá el plebeyo de andanzas y caballerías, que la miel no se fizo para la boca del asno!

E.V.: Mire, vuesa merçed: sean o no sean gigantes, que yo como hombre de poco mundo y de menos inteligencia no sé distinguir, éstos no facen daño ni a la nobleza ni al pueblo llano. A unos porque les va la renta en ello y a los otros porque prefieren que las cosas sigan como están. Que a estos yo si los conozco bien que por algo soy también yo terronero aunque usía quiera elevarme a las glorias del Olimpo ese…

V.CH.: ¿Quiere usted terminar su discurso para que yo le entienda? Mira que le gusta divagar a la plebe…

E.V.: Pues ea, ya termino. Que sé de buena tinta que es mejor que dexe a esos gigantes que bien le ha ido hasta ahora con mis consejas, y si alguien quiere sacarle la color ponga esa cara que pone siempre de ofendido y mancillado, que muchos son los que cerrarán filas en torno a vuesa merçed. Mientras tanto, que esos gigantes sigan segando, que son la grasa nescesaria para que usted siga siendo hidalgo y para que el campesino, el pastor y el molinero paguen alegremente sus diezmos y alcabalas. Ese es el orden natural y así tiene que seguir siendo, sino cómo iba a pagar el Rey a la tropa, cómo iban los nobles a vestir sus sedas y tafetanes e iban a pagar sus relumbrantes banquetes, cómo iban los arrieros a engordar los prescios para comprarse tierras y títulos de hidalguía. ¡Que todo eso alguien lo tiene que pagar, ya lo sabemos! Para eso estamos los pecheros, que por eso somos más en cantidad y menos en discernimiento.

V.CH.: Ya. Pero sigo sin saber muy bien cuál es la relación entre esos que llamas Comisiones y que siguen moviéndose como si mañana se fuera acabar el mundo y todo lo discurrido por usted.

E.V.: Pues está claro. Que sin esos gigantes al Rey y a la nobleza les va a costar un potosí armar a sus huestes que mantienen la Ley y el orden perpetuo del Universo; pagar a los cronistas y trovadores para que pueblo por pueblo glosen las glorias de sus fazañas; ordenar los pagos a los juesces y picapleitos para que aquestos fabriquen leyes que convengan a vuesas merçedes; fasçer posible el triunfo de la única y verdadera religión, que es la de nuestros padres; reparar caminos y puentes para que el comerçio fluya y con él los maravedíes que puedan engordar de nuevo a esos gigantes que usted ve…

V.CH.: ¿Y qué gana con ello el tercer estamento?

E.V.: ¿Y qué más da si gana o no? ¿Las cuentas salen? Sí. ¿Y si algún día no salen? Pues ya se inventarán nuevos gravámenes o se venderá lo que compartan.

V.CH.: ¿Y si algún día se enfadan?

E.V.: Dexe, dexe. No se preocupe por eso. Que a estas conclusiones no llegarán nunca y hay armas más poderosas que la espada para evitarles malos pensamientos. Si yo me he atrevido a llegar a estas conclusiones no es más que por contacto con su carácter hidalgo y por la experiencia acumulada junto a vuesa merçed. Y por mí no tenga cuidado, que yo como buen castellano soy ya más escudero de su noble condición que destripaterrones, y mientras tenga mi familia y yo las alforjas bien repletas, al Común ni agua…

V.CH.: Pues venga, que así sea.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Al fiscal no le gusta Gamonal


Por Basilio el Bagauda

Nunca fue de Ley ni de Orden que la Guerra de Troya, repetida insaciablemente, fuera ganada por los troyanos. Lo suyo es que una vez colocado el infausto equino de madera dentro del castillo, de sus tripas salieran los futuros vencedores hoplitas regando de sangre las calles de la mítica ciudad y tomando el cetro de poder. Aún así en la primera guerra troyana los griegos tuvieron que pagar su precio tras la desaparición del semidios Aquiles y su desafortunado talón.

En Gamonal los griegos perdieron y el castillo fue salvado…

Por eso la Fiscalía, máquina de guerra de las élites tantas veces delictivas… y exculpadas, quiere vengar que el cuento en Gamonal no acabara igual: el barrio se llenó de caballos metálicos con psicodélicas luces azules dispuestas para crear la parálisis. De ellos salían furibundos guerreros comprometidos para acabar con la disciplinada aventura de unos cuantos troyanos envalentonados por el apoyo masivo de todo un pueblo y entregados a defender la causa: ¡¡GAMONAL NO QUIERE BULEVAR!!


Noche tras noche aumentaba el número de soldados pero las embestidas volvían a repelerse. Los combates eran cada vez más encarnecidos y las tropas desplegaban todo su poder ante las temibles piedras de la Intifada.

No hubo tregua… no hubo esquina, ni calle, ni portal ni fachada que no fuera marcada por las huellas de la batalla.

Finalmente se produjo el milagro: los azules y sus caballos desaparecieron, el caudillo compungido anunció la derrota y su financiero arrugó la frente y se retiró a su palacio de invierno. Hemos, en cualquier caso, hacer notar en esta historia que los azules griegos no perdieron a su “Aquiles” venido a menos, entre otras cosas porque éste ni si quiera se acercó por el campo de batalla, entregado como estaba a dejar en ridículo a toda la ciudad en cada una de sus apariciones públicas en el “show business”.

Pero el Imperio de la Ley, que para eso es imperial, no iba a dejar las cosas así: hacer salir al Poder con el rabo entre las piernas tiene un precio alto que pagar…

La Fiscalía, nuestra fiscalía, no soporta el color ni el calor del fuego que escupían los escondites de nuestras miserias. No supo ver la metáfora: la basura de las inmoralidades públicas desaparecía ante el fuego eterno y limpiaba las indecentes conciencias.


La Fiscalía no puede consentir noches de cristales rotos, de heridos escaparates que sólo protegían la codicia y la ambición.

La Fiscalía no cree que sea de Ley que se use la fuerza y se obstruya a quien corresponde el monopolio de la violencia en una tierra donde el monopolio es la única Ley.

La Fiscalía y sus fiscales claman Justicia, se ajustan a Derecho, se sienten proporcionales pero inflexibles contra aquellos que buscan violentar la paz social y el silencio de los corderos, o en expresión rajoyana la mayoría silenciosa.

Al fin y al cabo son sólo tres años, 1095 días, tan sólo 26280 horas…

La Fiscalía se alerta ante la posibilidad de que las calles sean tomadas por hordas de jóvenes embozados con sus capuchas y armados de piedras hasta los dientes.


En nuestro ya triste país la Justicia no es ciega. Que piensen muchos de sus jueces y sus tribunales, que no lo son para muchos de los que creemos en la JUSTICIA, que si ellos no quieren ni saben frenar la impunidad y la ignominia muchos otros lo harán, y que la violencia, esta violencia que con tanta animosidad persiguen y prejuzgan, no es más que el producto de la desesperación, la desilusión y la injusticia acumulada durante mucho tiempo.

Que no crean muchos de esos jueces y fiscales, en su ignorante y prepotente visión del mundo, que los hijos de las clases trabajadoras no ven y perciben en su entorno que la Ley es una telaraña que atrapa a los humildes y débiles insectos y se rompe irremediablemente ante el paso de un elefante, y que ante la corrupción y su inexistente persecución sólo queda la unión y la desobediencia.

Don Santiago exige su deuda de sangre dada la gravedad de la afrenta: 3 años…

Ahora que la farsa está montada dirán aquello de que caiga todo el peso de la Ley sin querer recordar que varía en función de quien sea el que esté sentado al otro lado de la dichosa balanza.

Quizás para el Sr. Mena no sea buen momento de recordar que quien estaba detrás del negocio del bulevar era la misma persona que años antes fuera condenado por sus corruptelas en el negocio del ladrillo y la obra pública. Quizás será demasiado para usted recordar que el pájaro salió de la jaula en mucho menos tiempo de lo que pide usted para los hijos de los trabajadores.

Quizás, ya tan sólo quizás, no sea este un buen momento para hacerle refrescar la memoria ante la ausencia de la Fiscalía tras la grabación del hijo del exconvicto agradeciendo los deberes prestados al Concejal de Urbanismo, hoy nuestro Alcalde, vuestro “Aquiles”, mientras le regalaba un viaje pagado a la siempre glamurosa Costa Azul.

Quién sabe si usted hubiera intervenido cuando el proyecto exacto del bulevar, tras ganar un concurso cuando menos polémico, coincidía con un proyecto aparecido meses antes en el periódico propiedad del exconvicto.

Supongo que nunca tuvo tiempo de comprobar que había detrás de todo eso aunque si lo tuvo a lo largo de toda esta maravillosa legislatura para archivar denuncias y pedir sobreseimientos en los tribunales cada vez que un concejal del equipo de gobierno se metía en algún problemilla.

Hágaselo mirar Sr. Mena porque a veces la violencia es también el resultado de la mendacidad y la cobardía. Y sí, también de la omisión de la Justicia.

El escritor Chesterton decía que “los niños (y yo añado los fiscales) son inocentes y aman la Justicia mientras que la mayoría de los mortales no lo somos y preferimos la misericordia”. Sólo espero que esta vez también elija la misericordia…

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domingo, 12 de abril de 2015

En Burgos el nepotismo es un deporte



Por Basilio el Bagauda


A lo largo de estos 37 años de democracia de baja intensidad hemos heredado como sociedad maltrecha los peores vicios de la Dictadura y los hemos repetido hasta la náusea por parte de una clase trabajadora en su mayor parte adormecida y que buscaba única y exclusivamente imitar la forma de vida y los valores inyectados desde niños a través de la escuela y de la televisión de las clases más acomodadas.

Se trataba de que todos aspiráramos a tener una propiedad inmobiliaria, al menos unas vacaciones al país más lejano posible para poder contárselo a los amigos y hacer morir de envidia a los vecinos, al menos un coche nuevo cuya potencia y comodidad fuera creciendo de compra en compra, y todos los caprichos tecnológicos de última tendencia, que hay que estar a la moda. Mientras esto sucedía, muchos trabajadores hacían dinero especulando a golpe de compra y venta y emulando a “los botines” y "los aliertas”, y otros se endeudaban ante la pérdida de poder adquisitivo vía salarios y la seguridad de que la fiesta del crédito eterno nunca terminaría.

Burgos, nuestra ciudad, no es sólo un ejemplo de este fenómeno sociológico que o mucho cambiamos o repetiremos una y mil veces, sino que se trata de un alumno aventajado, el paradigma de una sociedad en la que ha imperado la mercantilización de los espacios públicos y de los derechos básicos, la especulación, el clientelismo y en última instancia la corrupción generalizada

No podía ser de otra manera cuando en una misma ciudad allá por los años 60 se unieron los valores morales autoritarios y jerárquicos de las élites vencedoras de la Guerra Civil impuestos a los vencidos, la creación de un Polo de desarrollo muy potente que atrajo una gran cantidad de inversiones captadas por esas élites y un sinfín de trabajadores expulsados de las pobres zonas rurales, “hijos del silencio acumulado por un ejército de hombres derrotado”, dispuestos a competir entre ellos sin importar los medios para superar su maltratada condición proletaria y convertirse en el orgullo de sus mayores. Evidentemente no todos entraron en ese juego pero sí una mayoría suficiente como para convertirse en meras correas de transmisión de los valores de las élites.

De esa manera sorda y permanente la filosofía del “todo vale se introdujo en nuestros tuétanos y se instaló en nuestros genes como si de una mortal radiación se tratara…

Ya hemos glosado, y seguiremos haciéndolo, una y mil tropelías cometidas o consentidas por las élites económicas, políticas y sindicales en nuestros lares contra todo aquello que formamos y compartimos en común. Pero si me gustaría que lo que en los próximos días desvelaremos no caiga en saco roto y que en esta ciudad comience a funcionar la Administración de Justicia si no quieren que la sociedad civil sea quien la acabe haciendo por su cuenta

En épocas como la que a travesamos de escasez y de mengua no podemos ni debemos aceptar que nadie sea más que nadie, que la cobardía nos silencie y que la sangre no se amontone en las venas al leer estas páginas. Es en última instancia una cuestión de salud pública no sólo la denuncia de todos los hechos deplorables cometidos por los saqueadores de lo público, sino también la eliminación de estos comportamientos que no deben de formar parte de la nueva moral pública que debemos y tenemos que construir si queremos que todo cambie.

Por poner ejemplos cercanos a nuestra memoria y a la actualidad el Tribunal de Cuentas, Diputaciones Provinciales como la de León o la de Orense, Ayuntamientos como el de Madrid o el de Vigo, Universidades como la “Rey Juan Carlos” y muchas más instituciones en toda España tienen un clarísimo denominador común: el nepotismo, por bandera.

Esa pequeña manía que tienen aquellos que alcanzan cotas de poder lo suficientemente importantes como para tener al alcance de su mano la posibilidad de manejar dinero público y acabar contratando siempre a familiares más o menos cercanos. La podredumbre del país es tal que el españolísimo “enchufe” se ha convertido en una mera anécdota que produce jocosidad en la mayoría y mucha “mala hostia” en unos cuantos que parecen no haberse curado de espanto.

Pero la realidad es que esta gestión del personal en los servicios públicos no es más que una estrategia premeditada por quienes no creen realmente en el bien común pero que para la desgracia de muchos de nosotros lo dirigen hasta el colapso y la desaparición.

Sus principales consecuencias son: la precarización del trabajo y, por tanto, el ataque a la dignidad del trabajador; la cada vez mayor falta de profesionalidad de los contratados, puesto que en muchos casos ni el mérito ni la capacidad son medidos, conduciendo al destrozo en la calidad de los servicios; la institución de la arbitrariedad como norma de conducta entre los jefes, lo que lleva a unos trabajadores al miedo y a otros al clientelismo, reduciendo en última instancia su voluntad y sus energías para mejorar en su trabajo y con ello el servicio público; la imposibilidad de corregir irregularidades o graves errores de gestión, cuando no delitos, por el tráfico de favores creados en el entorno cómplice de los beneficiados y la represión y la animosidad contra los “díscolos” que suelen ser los empleados fijos; y por último y como resultado final de todo ello la demostración del mal resultado de la gestión pública para su posterior privatización.

Todo esto es lo que está ocurriendo en el Servicio Municipalizado de Deportes y de ello daremos cuenta en breve…




Otros artículos de Basilio el Bagauda:

miércoles, 4 de marzo de 2015

El Humor de Marcos: El nuevo candidato del Partido Popular en Burgos para las municipales de 2015


¡Que tiemble quien no se lea mi programa electoral! el nuevo candidato del partido popular que sucederá a Javier Lacalle va a incluir en su programa electoral la construcción de una macrogimnasio en el palacio de Castilfalé y el museo de la lucha contra el terrorismo en la vieja Estación de tren. 
Inundará de aparcamientos de pago nuestras calles y quienes no escuchen sus palabras caro lo pagarán. Lea su programa electoral lleno de nuevas obras faraónicas porque luego ya será tarde, cuando quiera negarse a una obra injusta tendrá usted una línea roja en su casa y al ejército en su puerta, se habrán llevado a sus hijos en un furgón a un hospital de estafa-construcción y puede que hasta sus propios amigos empiecen a considerarle una especie de terrorista. 
Lea el programa electoral azul-policial, porque cuando el imserso vote en Burgos ya será demasiado tarde, ni si quiera el perdón del obispo o del embajador de israel será suficiente para calmar la ira del cacique.

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viernes, 20 de febrero de 2015

El humor de Marcos: El alcalde de Vigo (PSOE) y su mundo al revés


Bienvenidos al país de "Haz lo que te dé la gana". En Occidente eres un ciudadano libre, estás en la tierra de "todo es posible", con trabajo duro empezarás vendiendo bocadillos en la plaza y acabarás comprando inmuebles en Nueva York porque el capitalismo mágico puede convertirte en un "delincuente hecho a sí mismo" seas del lado del bipartidismo que seas. En nuestra sociedad democramediática todo es posible, acuérdense de la canción: "...por el monte la sardina..." Y es que al alcalde socialista de Vigo debe gustarle mucho este estribillo porque empeñado se halla en que los barcos naveguen por la tierra del barrio de Coia y atraquen en rotondas en lugar de en puertos. ¿Quién habla de lógica cuando más importante es la logia de la rosa? Y es que no importa el dinero que cueste, los barcos han de navegar por los campos en barbecho porque lo digo yo y así debe hacerse, dos más dos son cinco, lo dice el alcalde del ppsoe y así debe ser. Bienvenido al país de "haz lo que te dé la gana si tienes a la policía de tu lado".

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miércoles, 21 de enero de 2015

Corrupción política: entrevista a Ana Garrido y a Miguel Alvárez

Fuente: EL PAÍS
Burgos Dijital entrevista a Ana Garrido,  ex- empleada pública testigo de la trama Gürtel en el ayuntamiento de Boadilla del Monte donde desempeñaba su trabajo, y a Miguel Alvárez, miembro del Movimiento Viernes Negro creado por empleados públicos para denunciar las irregularidades en la administración pública, abusos y corrupción de los políticos que imponen sus criterios por encima de los criterios de los técnicos de la administración. 
El robo de los políticos al erario público, millones de euros, parece haberse convertido en algo muy común en muchas administraciones, de tal modo que algunas personas pueden verlo como normal e imposible de evitar. ¿Son esos políticos los que queremos?





sábado, 17 de enero de 2015

Ana Garrido, funcionaria que destapó parte de la Gürtel y Viernes Negro: la corrupción en la Administración


Por Burgos dijital

Barriendo la corrupción es el nombre de la charla taller que ha organizado la plataforma ciudadana Burgos Decide y que ha traído a Burgos a Ana Garrido, la empleada pública que sacó a la luz los trapos sucios del ayuntamiento de Boadilla del Monte (Madrid), localidad en la que trabajaba, pensando que sería la manera de que el alcalde y algunos otros concejales y trabajadores dejaran de llevarse dinero público a sus bolsillos. 

Lo que Ana no sabía en aquél momento era que lo que estaba haciendo realmente era destapar parte de una de las mayores tramas de corrupción que ha habido en España, en una de sus ramificaciones en Madrid: la trama Gürtel. Recabó documentación y la entregó por error a las personas equivocadas, que intentaron que aquello no saliera a la luz y no protegieron su anonimato. Al descubrirlo, y al comenzar a sufrir un acoso laboral de dimensiones desorbitadas, comenzó su periplo para denunciar públicamente esta situación. 
Hoy es el día en que algunos de los principales implicados en la trama han sido imputados, algunos incluso están resultando condenados a multas y penas de cárcel.
También ha participado en este taller un miembro del colectivo Viernes Negro, que agrupa a funcionarios de la Junta de Castilla y León, y que lleva ya tiempo denunciando públicamente las irregularidades que van detectando en el seno de la Administración Pública.

Dos de las principales conclusiones que se han podido extraer del encuentro han sido, por un lado, las dificultades laborales y personales a las que se enfrentan las y los empleados públicos a la hora de denunciar y hacer públicas las corruptelas que hay en la administración de lo que es de todos, y la opacidad con la que desde los altos cargos, no tan altos cargos y cargos políticos, se trata de ocultar la corrupción que invade los pasillos y los despachos de instituciones públicas, sobre todo en regiones donde no hay alternancia política y se suceden legislaturas ganadas con mayorías absolutas. 

Por otro lado, la otra conclusión a la que han podido llegar los asistentes es la constatación de la vulnerabilidad de las personas que denuncian este tipo de casos si no se respeta su anonimato, y el bloqueo por parte de la mayoría de los medios de comunicación, que en clara connivencia con los poderes políticos, impiden que las denuncias salgan a la luz y lleguen a la opinión pública (entre otros motivos, porque la publicidad institucional es, en la mayoría de los casos, la fuente de ingresos fundamental de estos).

martes, 13 de enero de 2015

Mafiocracia II. Burgos ante el abismo

Ruinas del Castillo de Burgos 
Por Carolina Rueda Tenaz

Si la superstición no invocara a la mala suerte pensaría que el extraño incendio de Campofrío es un indicio del nuevo cambio ciclo al que se asoma temerosa nuestra ciudad.  Hace medio siglo  Burgos vivió una tardía revolución industrial que ahora es conmemorada por  la élite heredera del tardofranquismo con exposiciones a lo Walt Disney.   El evento tiene más de funeral que de boda.  Burgos, que era la ciudad más rica de Castilla y León, se desangra mes a mes por las costuras del paro y el destierro de la gente joven.  Lacalle  ni siquiera puede esgrimir  las absurdas cifras macroeconómicas de las que habla Rajoy para hablar de una tibia recuperación.  En nuestra ciudad, el paro sigue subiendo y la provincia ha perdido más de 4.000 habitantes en el último año, una auténtica hecatombe demográfica.  Burgos está en liquidación total por el saqueo continuado al que ha sido sometida por las personas que más aparecen en la prensa local, y 2016 aparece en el horizonte amenazante como el año en el que se tendrán que poner las cartas marcadas sobre la mesa.  O hay un cambio radical antes o todo hace pensar que ganará la banca. 

El oasis económico e industrial de Castilla y León se va con ritmo ligero por el sumidero. Hasta ahora lo que diferenciaba a Burgos de una ciudad como Zamora eran dos cosas, en primer lugar, el poseer un músculo industrial que proveía unas rentas y un poder adquisitivo elevado, lo que a su vez impulsaba la segunda diferencia:  el hecho de que en Burgos hubiera dos entidades de ahorro y financieras independientes, circunstancia excepcional no sólo en Castilla y León sino en todo el estado.     Las reformas laborales, y las políticas empobrecedoras que con tanto celo han aplicado PP y PSOE se han unido a la corrupción política y empresarial  autóctona para acabar con el corazón económico de la ciudad.  En un futuro no muy lejano, Burgos, en lugar de medirse con ciudades como Vitoria o Valladolid, tendrá que hacerlo con urbes del tipo de  León, o incluso Palencia.

Una vez asumido el papel secundario en el ámbito político dentro de una comunidad centralista como Castilla y León, a Burgos le quedaba la baza económica y financiera para reclamar su relevancia en la región.  La nuestra era una ciudad rica y con una gran capacidad de ahorro.   Sus dos entidades de ahorro eran la mejor muestra de ello. La Plaza de España y la Calle Santander funcionaban como una pequeña city y en Burgos había capacidad para tomar decisiones autónomamente sin mirar a Valladolid.  Cabe pensar que hoy seguirían existiendo y que no serían sucursales de la Caixa y Caja3 en el caso de que hubieran cumplido con la función que se les suponía, pero la mafiocracia burgalesa no estaba dispuesta a soltar la ubre de los millones del ahorro de las y los burgaleses, así que, en lugar de reinvertir el ahorro de la gente de la ciudad en cuestiones productivas se lanzó a la especulación urbanística.  Las cajas que debían favorecer la función social del crédito decidieron arruinarse mientras promovían el negocio de los constructores. De este modo participaron activamente en la burbuja inmobiliaria que encareció desorbitadamente las casas de sus impositores a muchos de los cuales, después  ha tratado de desahuciar.   

Gracias a los silencios e intoxicaciones de la prensa local aún nadie sabe cómo han desaparecido CajaBurgos, CajaCirculo, y los cerca de 15.000 millones de euros que poseían en activos.  Pocas líneas han merecido en la prensa burgalesa la que pasa por ser una catástrofe mucho peor para Burgos que el incendio de Campofrío.  Hoy sabemos que José María Arribas, último presidente de CajaBurgos, ha sido imputado gracias a una denuncia de UPyD.  También sabemos que, al parecer, CajaBurgos, la entidad que dirigía concedió 34 millones de euros a sus propias empresas, dinero que no fue devuelto porque las empresas cerraron. 
Sabemos que contó con el apoyo tácito o explícito de la casta en su desastrosa gestión, no sólo los Aparicio, Herrera, Lacalle e Ibáñez, o Leal,  también con los traidores a la clase trabajadora PSOE, UGT y CCOO.   Sabemos  que, en pago a su buena gestión, José María Arribas  trabaja como presidente de Eficanza en la empresa dueña del Hospital Privado de Burgos.  Hoy también sabemos que los empresarios, algunos de los cuáles tanto han hecho por hundir las cajas, levantan hoy la voz para quejarse amargamente de que en Burgos no hay interlocutores con capacidad de decisión.  Se quejan de que sólo quedan  monigotes que se dedican  a levantar el teléfono para pedir permiso tratando de esforzarse al máximo en clavar el acento aragonés o catalán.  En definitiva hoy sabemos que gracias a todos ellos Burgos es una ciudad con rango de sucursal, sin capacidad para decidir nada.


Otros de los factores que bogan con fuerza hacia la insignificancia de Burgos es el final de un tipo de relaciones laborales y también el fin de una élite de industriales autóctonos con cierto vínculo con la ciudad.  El ayuntamiento puede poner una muy populista pancarta diciendo que Burgos es Campofrío.  Pero de lo que no cabe duda es que Campofrío no es burgalesa sino china y mexicana, y que tienen unos accionistas que no saben donde está Burgos aunque estarán encantados de repartirse como dividendos los 12 millones regalados por el ayuntamiento sin que aún se sepa la causa del incendio.  Como Campofrío hay muchas otras empresas creadas por gente de Burgos que serán vendidas, o que están siendo heredadas por  gente que no tienen, ni el vínculo con Burgos, ni el interés ni posiblemente el talento de los fundadores.  Como hemos dicho, unas se venderán, otras se deslocalizarán, y las que queden se verán sometidas a condiciones de trabajo cada vez peores, con recortes de sueldos y derechos, en un sistema que se asemeje cada vez más al de las maquilas mexicanas, o incluso al modelo de producción chino.  Si no hay un vuelco político de primer orden,  los sueldos de la industria van a depauperarse progresivamente y asemejarse más a los del comercio, frecuentemente mucho más bajos con lo que, aún en el caso de que Burgos sea capaz de mantener su tejido industrial los obreros trabajarán en condiciones mucho más precarias y tendrán menos capacidad de consumo.   El pequeño comercio no saldrá de la crisis, si además el PP y el PSOE siguen favoreciendo a  los grandes supermercados y centros comerciales en lo referente a política de horarios y exenciones fiscales no tendrá alternativa para competir.  El pequeño de comercio, que era síntoma del vigor de una ciudad, y que aseguraba que una serie de decisiones se tomara en la ciudad seguirá con paso firme hacia su insignificancia o extinción.

La que fuera la ciudad más rica de la meseta está arruinada porque hizo demasiado fuerte a la élite que aún la parasita.  Parte de esta élite está disolviéndose, ya hemos hablado de la degeneración de los responsables financieros, y de la desaparición de los grandes industriales.  Nuestra ciudad también ha sido testigo de la aniquilación de la casta de los constructores, con los Tubitos, Arranz Acinas, Aragón Izquierdo.  A buen seguro cada uno de ellos estará forrado, pero políticamente no cuentan.  Sólo queda en el horizonte los herederos de la familia Méndez Ordóñez.  Sin embargo también aquí hay una degradación.  Según el periódico El País las empresas de la familia acumulan una deuda de 1.300 millones de euros.  Si esto se confirmara  los herederos del patriarca serían más ricos por lo que deben que por lo que tienen, aunque eso no les impide seguir controlando a la ciudad como si fuera su finca.  Hace unos años, cuando aún no había empezado la debacle económica, uno de los hijos presumía públicamente de haber pagado un viaje a Lacalle por su “lealtad sin límites”.   El plan era que las obras innecesarias y absurdas fueran el pretexto para conseguir una transfusión de rentas públicas a bolsos particulares.  La crisis hizo variar  el escenario pero no el fondo del asunto.  Ahora ya no se trataba de transferir beneficios a manos privadas como el de transferir la deuda privada a las instituciones públicas.  Las empresas de la familia están enjugando su deuda traspasándosela a la ciudad.  Este es el escenario en el que debemos entender la obra del bulevar de Gamonal, el de la absurda Plaza de Toros,  y sobre todo el de los más de 2.000 millones de euros que nos va a costar el Hospital Privado de Burgos si no se hace justicia.

La estructura de la ciudad se tambalea.  Los datos del paro y de la emigración lo confirman cada día. Todo hace pensar que lo hará aún más el próximo año.  Burgos es hoy una ciudad arruinada, y anémica porque ha sido vampirizada desde hace más treinta años por una casta extractiva y parasitaria.  Políticos, empresarios y sindicatos de la casta se han conjurado contra nuestra ciudad.  Si en 2015  no hay un cambio radical en las relaciones de poder y en las políticas de la ciudad, posiblemente en 2016 año en el que Burgos soñó con ser capital europea de la cultura, Burgos  ya sólo podrá aspirar a ser una sucursal de regional preferente.  Al paso que vamos tendremos que poner la catedral en almoneda. 


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